Escrito por Marvin Aguilar.06 de Octubre. Tomado de La Página.
A los pueblos, como a los políticos Dios les ha impuesto la responsabilidad de sus actos. Es obligatorio entonces que, para las próximas elecciones San Miguel se realice alguna de las siguientes interrogantes: ¿Continuara Wil Salgado como alcalde y diputado a la vez? ¿Seguirá Sandra Salgado jugando pocket bubbles en la Asamblea Legislativa? ¿Debe seguir de diputada suplente la esposa de Wil Salgado? ¿Es necesario después de 12 años en la administración municipal migueleña un cambio? ¿Es tan bueno como alcalde Wil Salgado como para seguir administrándola?
ARENA, tiene la gran tarea desde la humildad que demandan los tiempos, de construir una coalición de derecha que incluya al PDC y al PCN, presentar un Concejo Municipal pluripartidista que genere credibilidad ante la población y que, por sobre todo potencie el trabajo en grupo frente al caudillismo autoritario. Ese es el gran desafío de la derecha en San Miguel. Todo un reto, si se analiza el pasado reciente de ARENA en la ciudad. Gran lance sostengo debido a que ARENA se encuentra en tercer lugar dentro de las preferencias de los migueleños.
Lo primero que deben aprender los aspirantes a la Alcaldía Municipal de la ciudad es saber negociar cuotas de participación entre todos los sectores interesados en darle un giro a las formas de regentar la ciudad. Se debe partir de la idea de que San Miguel no es de una familia, no pertenece a una sola persona y que, ya es necesaria una nueva manera de gestión. En mi opinión esa debe ser la estrategia a usar dentro del llamado: “casco urbano”; seguros estamos que por tener su población acceso a información fidedigna es el talón de Aquiles de Wil Salgado y, quien o quienes enarbolen esta divisa tendrán forzosamente que gozar de credibilidad, simpatía, carisma, así como saber enviar de forma y por los medios correctos esta idea. Sin olvidar que deben transmitir capacidad, seguridad en sí mismos, honradez mucha, ya que los migueleños no desean que se vaya un corrompido para que llegue otro peor. Y eso, como mi pueblo es infierno chico, se sabría muy pronto.
Más sin embargo los cantones y caseríos demandan otra táctica. Muchos sostienen que la fuerza de Salgado radica en la zona rural, pero yo he analizado según encuestas que la fortaleza total del alcalde está repartida entre lo urbano y rural. Habría que trabajar en ambos frentes y con diferentes métodos.
Salgado, sigue en cuanto a maneras de trabajo político muchas y variadas vías, decirlas aquí sin pruebas me podría acarrear alguna demanda por difamación, así que las dejaré a la inagotable y literaria imaginación del lector, de la cual me consta por sus comentarios pletóricos de insultos y carencias de lógica, muchos poseen en demasía.
Pero, si es posible destacar que una de las más notorias maniobras del edil es la de invertir en bienes, servicios, de forma directa en la comunidad. Esto pone en desventaja a los partidos y candidatos que no poseen copiosos recursos económicos. ¿Cómo se puede hacer cambiar de opinión a una población que está acostumbrada a que los candidatos regalen cosas? Que llegan con crecimiento disfrazado de desarrollo a la comunidad y ¿cómo derrotar la idea que con esa obra ya está resuelto el problema básico de la colectividad?
Lo sencillo para él debido al presupuesto municipal entonces, es hacer obras de infraestructura: alumbrado público, caminos, agua potable, inmuebles de usos múltiples y similares cosas. Estas son las cartas de presentación de Salgado en la ruralidad. Y contra ello no hay quién le gane. Por eso la derrota del salgadismo no vendrá de los partidos políticos, ni de un inmejorable candidato opositor, la perdida electoral de Salgado llegará de la participación civil, de la organización ciudadana que se sienta tomada en cuenta.
¿Qué pretendo decir? Que el Concejo Municipal debe de tener una amplia representación de la zona rural, que anime a votar por el cambio a una población que siente que no podrían estar mejor, y que solo se estará aun mejor, si son ellos los que participaran directamente de las decisiones que les afectan, es decir, desde el mismo centro de toma de decisiones. Ya el cabildo abierto o la consulta popular si bien legal está fuera de contexto en cuanto a satisfacer la inmediatez de los problemas de la comunidad, ahora hay que acercar más el poder a los cantones.
¿Cómo lo hace Wil Salgado? Cuando anuncia que consultara con sus bases a qué partido se pasara, todos los entendidos en la materia sabemos que eso es un show más del tío Wil, pero da la sensación de incorporación, participación, y de pertenencia, identificación con su alcalde. Y esa es la principal carencia de la derecha migueleña. Según me dicen algunos paisanos se percibe de parte de la derecha una casta arrogante, que a pesar de estar en bancarrota se siguen sintiendo los chapetones. Al último director departamental de ARENA le apodaban billete de a mil, debido a que sentía único, ahora el señor es diputado suplente de GANA. Al anterior a él, le llamaban dios, ya que nadie podía verlo. Así las cosas ¿cómo no va arrasar Wil Salgado en las elecciones siempre?
Por ahora ARENA tiene tres aspirantes internos a la Alcaldía Municipal de San Miguel, de estos sólo quedara uno, éste deberá con una gran virtud política integrar a los dos restantes, construir una alianza con el PCN y PDC local, luego convencer a algunos donantes que patrocinen la campaña, para finalmente organizar y entusiasmar una gran cruzada junto a la sociedad civil urbana y rural que prometa liberar la ciudad de los paganos que se la han tomado. Toda una hombrada, no imposible, pero nada fácil, tomando en cuenta que el actual alcalde descansa sobre cuatro pilares dóricos: el CD Águila, TVO canal 23, el CAM, y la estructura municipal que incluso le proporciona una curul departamental: su hermana y esposa.
La soberanía estimados migueleños es humana, en el sentido que es otorgada por los hombres, y que son los hombres quienes la ejercen. El 2012 tendrán todos los derechos, todos los poderes, con responsabilidad se esperaría que actuasen, con acuerdo a las normas de justicia eterna. No pido nada que no sea propio de una ciudad antigua, de la perla del levante.
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