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2010/10/03

EDH-El tribunal y la cárcel de papel

 Luis Fernández Cuervo.04 de Octubre. Tomado de El Diario de Hoy.

Ayer me volví a encontrar, sin poder evitarlo, con don Justo Preciso Cabal, loco razonador que ya una vez me obligó a escribir en mi columna sus sinrazones sobre los delincuentes. Esta vez me fue mejor o peor según se mire. Después de encañonarme con un revólver --y sé que sabe manejarlo-- me entregó un papel y me conminó a publicar todo lo allí escrito, bajo la amenaza, si me negaba, de sufrir lo que llamó, con su especial sentido del humor, una intoxicación aguda de plomo. Dada la situación, no me queda sino publicar su peculiar escrito. Lo que sigue, es producto de su mente.

1° Se establece, para remedio de los males que aquejan a la actual república, en particular, y al mundo globalizado, en general, el Alto Tribunal de Papel, ante el que comparecerán los siguientes presuntos delincuentes: Todos los presidentes, primeros ministros y Cortes Supremas de Justicia, de cualquier país, que fomenten o instauren (en su país o en los sometidos a su imperio político-económico) las siguientes perversidades: el ateísimo agresivo, el relativismo filosófico y/o moral, el racismo patente o encubierto, el marxismo en todas su tonalidades de rojez, el imperialismo demográfico, la guerra santa islámica (que nada tiene de santa), el falso terror al calentamiento global, el aborto legal, el gaymonio y lesbimonio legales (mal llamados matrimonios), la eutanasia, la censura y/o castigo de la libre expresión de ideas, y cualquier otro delito que atente contra la ley moral natural y universal, contra la iniciativa privada y la libre empresa o contra el sentido común.

2° Se establece la alta cárcel de papel. Sus secciones son a) prisión preventiva; b) sección para condenas temporales; c) sección para cadena perpetua y d) sección para condenados a muerte.

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Efectuados los correspondientes juicios, con todas sus garantías legales, a fecha de hoy se encuentran encarcelados en la sección "b" los siguientes individuos:

Todos los legisladores y jueces de nuestro país que actúan pensando que la ley no debe ajustarse a la moral universal, sino al revés, grave error de criterio que abre la puerta a la tiranía legal. Quedan encarcelados por 30 años y un día, a pan y agua y a que aprendan de memoria lo que el Doctor Angélico demostró hace siglos: que una injusticia transformada en ley no es ley, sino violencia legalizada.

Todos los legisladores y jueces que castigan a los testigos contra criminales (mayores o menores de edad), ya sea su testimonio por mera presencia física o por pruebas documentales (escritos, fotografías, videos, films u otros medios demostrativos). Porque delito grave es el abuso de poder al ignorar que dichos ciudadanos no sólo no son merecedores de castigo, sino que ameritan honor y recompensa públicos. Quedan encarcelados en la sección "b" por 20 años y un día en iguales condiciones físicas de los anteriores y teniendo que sufrir el mirar diariamente todas las pruebas que los testigos presentaron en su momento y que ellos despreciaron dolosamente.

Quedan encerrados en la sección "a" todos los legisladores, jueces u ombusmans que protejan los derechos de los delincuentes por encima de los derechos de los policías o de las víctimas de los malhechores, por ser grave injusticia que atenta contra la paz social y por ignorar que el primer derecho que tiene todo asesino, secuestrador, ladrón o violador sexual, es el derecho a ser castigado con dureza proporcional al mal cometido. Quedarán encarcelados por un máximo de 16 días, si no son reincidentes, donde recibirán cada día 30 golpes con la vara legal sobre sus posaderas y donde deberán leer diariamente el escrito que circula por Internet sobre el fallecimiento de Don Sentido Común.

También queda encarcelado en la misma sección todo ciudadano, clerical o secular, que abogue, testifique a favor, o ejerza de vocero de individuos o pandillas patentemente criminales, mayormente si los presenta como pobre gente socialmente discriminada, lo cual supone un fuerte agravio a todos los pobres que se esfuerzan en ganarse la vida honradamente y, casi siempre, en condiciones laborales muy duras. Pensar que se es criminal por ser pobre es una tremenda falta de sensatez, de criterio moral y de experiencia social diaria.

Dichos encarcelados, si después de un competente estudio psiquiátrico se comprueba que padecen de algún mal psicótico grave (paranoia, esquizofrenia, personalidad psicopática, idiotez o delírium trémens) serán internados en el manicomio municipal y absueltos de culpabilidad penal. Si se demuestra su salud mental, serán encarcelados por una semana --si es que sobreviven-- en la misma celda con varios pandilleros asesinos. Si salen vivos de esa experiencia, deberán escribir cien veces, cada día, durante otros siete días y ante la presencia de personal de la Fiscalía, la siguiente frase: Ya nunca más diré, escribiré o haré babosadas que perjudiquen a los sufridos ciudadanos y beneficien a los criminales.

*Dr. en Medicina y columnista de El Diario de Hoy. luchofcuervo@gmail.com

elsalvador.com :.: El tribunal y la cárcel de papel

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