11 de Octubre. Tomado de Diario Co Latino.
Ayer, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el principal partido de izquierda, y en el gobierno, ce- lebró sus 30 años de fundación, hecho acaecido, el 10 de octubre de 1980, el año en que un escuadrón de la muerte asesinó al Arzobispo de San salvador, Monseñor Oscar Arnulfo Romero.
Con la conformación del FMLN, integrado por las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), el Ejército Revolucionario del Pueblo (PRS-ERP), el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC), el Partido Comunista Salvadoreño (PCS) y la Resistencia Nacional (RN), se inicia oficialmente la guerra de liberación en El Salvador.
Obviamente, el principal objetivo del FMLN armado no se cumplió: la toma del poder por la vía armada, para instaurar un gobierno de carácter socialista. Eso sí, el FMLN tuvo a raya al ejército gubernamental, pese al patrocinio de los Estados Unidos, que tras el triunfo del Frente Sandinista (FSLN), en Nicaragua, en 1979, se propuso evitar que en Centroamérica triunfaran otras fuerzas revolucionarias.
La guerrilla del FMLN era la más avanzada en Centroamérica, y por qué no decirlo, de toda América Latina, pero, pese a su fuerza, con amplio respaldo popular, y la experiencia operativa en los campos de batalla, no pudo derrotar al ejército gubernamental, pero, eso sí, lo obligó a negociar el fin del conflicto armado.
Por eso es que, con la ayuda del grupo de países amigos como Venezuela, México, España, Francia y Colombia, entre otros, el 16 de enero de 1992 se firma, en el Castillo de Chapultepec, México D.F., un histórico acuerdo de Paz, que pone fin a los 12 años de lucha armada.
El FMLN se convierte en partido político, pero las fuerzas de derecha, cuyas estructuras no fueron afectadas por el acuerdo de paz, con el apoyo mediático logró mantener, campaña tras campaña, la imagen de un FMLN peligroso, ortodoxo, entre otros bochornosos calificativos.
Y no fue sino, en marzo de 2009, que el FMLN, teniendo como candidato Presidencial al periodista Mauricio Funes, el más prestigioso de la televisión salvadoreña, logra ganar el Ejecutivo. Antes, en las elecciones municipales y diputadiles, el FMLN se pone a la cabeza, al ganar más curules y alcaldías, lo que lo convierte en la primera fuerza política de El Salvador.
Hasta ahora, el FMLN ha acompañado al Presidente Funes, no solo porque es parte del gobierno de Unidad Nacional, sino, en el Congreso, para aprobar leyes que vayan en beneficio de los salvadoreños más necesitados, que se reflejan en la pensión que se le da a los hombres y mujeres de la tercera edad que viven en los municipios más pobres del país, los uniformes y útiles escolares para todos los niños y niñas del sector público, y el nuevo sistema de salud.
No obstante, el FMLN tiene grandes retos de futuro: Seguir acompañando al Presidente Funes para que su gestión sea la más óptima posible en lo inmediato y en lo que falta del período; formar a su militancia no sólo en lo político ideológico, sino académicamente, para que tenga cuadros frescos y con la suficiente formación para convertirse en los futuros funcionarios del partido o del gobierno; escoger a las y los mejores candidatas y candidatos para alcaldes y diputados, que no solo sean leales al partido, sino a la ciudadanía, en general; debe construir las bases del socialismo que se piensa en El Salvador, pues, claro está, no puede ser el modelo de Venezuela, que es para los venezolanos; ni el de Cuba, que es para los cubanos, tal como lo ha dicho la dirigencia del FMLN.
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