Co Latino-Editorial-“Chile estuvo en el corazón del mundo” | 15 de Octubre de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

 16 de Octubre. Tomado de Diario Co Latino.

Así lo expresó el Presidente de Chile, Sebastián Piñera, el pasado miércoles por la noche, al ser rescatado el último de los 33 mineros que estuvieron atrapados en una mina colapsada en el desierto de Atacama, por espacio de 69 días, y que 17 días después del accidente, los daban por muertos.
Y en efecto, nadie, en diferentes partes del mundo, incluyendo El Salvador, se quiso perder la histórica hazaña y la espectacularidad del rescate.
El primer minero en subir a una cápsula con diseño especial, por lo tanto la primera en su género, para el rescate, fue Florencio Ávalos, quien según la televisión chilena había sido seleccionado por “su juventud y experiencia”.
El ascenso duró 16 minutos, eran las nueve de la noche en El Salvador, la media noche en Chile.
Mientras que el último fue, precisamente, el Jefe del grupo de mineros, Luis Arzúa. La cápsula arribó a la superficie a las 6 y 55 minutos hora de El Salvador, 9 y 55 p.m., hora chilena. El rescate de los 33 duró 22 horas con 34 minutos.
Sin lugar a dudas la tragedia unió a los chilenos, pero, puso el ojo y el corazón de millones en el mundo, incrédulos de lo que pasaba y festejando a la vez, la labor de rescate.
Por cierto, en las labores de rescate participaron expertos de diversas partes del mundo, incluso, de algunos salvadoreños que llevaron equipo de excavación, según informó el Presidente Mauricio Funes.
Obviamente, la tragedia chilena, y el final feliz, debió dejar grandes lecciones no solo para los chilenos, sino para el mundo.
En primer lugar, la importancia de la solidaridad, y no perder la esperanza, hasta que no se agote el último esfuerzo. Además, poner todos los recursos, por muy costosos que estos sean, cuando de salvar vidas se trata, no importa la vida de quien va a salvarse, ni el número.
Y la lección quizá más importante en los esfuerzos que los gobiernos deben hacer, está en garantizar óptimas condiciones de trabajo para los obreros o empleados, para mejores condiciones físicas y mentales.
El obrero, el trabajador, ya no debe verse como un ciudadano de segundo nivel. El minero Jorge Sepúlveda, sin pretender teorizar lo dejó claro cuando dijo: “el minero puede sentarse en cualquier mesa”.
En El Salvador, se discute todavía una ley de minería, bien para prohibirla, bien para regularla.
El caso de Chile debería ser nuestro espejo más realista para tomar una decisión firme, para decirle no, por supuesto, tal como lo han propuesto los ambientalistas y la misma iglesia católica.
Pero, el caso chileno no debería ser el ejemplo de lo que  debe o no hacerse en la minería, sino, la seguridad que debe existir en todo lugar donde el obrero o el empleado vende su fuerza de trabajo.

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