09 de Octubre. Tomado de Diario Co Latino.
Cuando se trata de aplicarle el Reglamento Disciplinario al elemento básico de la Policía Nacional Civil, prácticamente pasa inadvertido. Da la impresión que ni a los políticos ni a los medios les tiene alguna importancia.
No obstante, cuando se trata de mandos policiales, la reacción es distinta. Recientemente, por ejemplo, cuando se filtró que el investigador en el caso del Comisionado García Funes había solicitado apoyo al Organismo de Inteligencia, tanto la fracciones derechistas en la Asamblea Legislativa, como la mayoría de los medios de comunicación reaccionaron “indignados” y casi pidieron un linchamiento contra la Inspectora General Zaira Navas, una mujer que no solo ha demostrado competencia en su cargo, sino además, mucha valentía.
Y es que algunos mandos policiales como el arriba mencionado, según decires en la misma policía, son “los hombres fuertes”, “los intocables”.
Por supuesto, a Zaira Navas ni a las altas autoridades de Seguridad no les amilanan esas leyendas o verdades, y han afirmado una y otra vez, que investigarán a todo aquel policía que sea denunciado por aplicar mal su trabajo, como sospechas de haber realizado acciones lindantes con actos delictivos, o porque hayan infringido el Reglamento Disciplinario.
Los diputados de derecha en la Asamblea Legislativa, incluso, crearon una Comisión Especial para investigar a la Inspectora General.
Por supuesto, la Inspectora Navas no está sola, pues, no solo tiene el respaldo del más alto nivel en el país, es decir, del Propio Presidente de la República, Mauricio Funes, quien lo ha externado públicamente, sino también del congresista estadounidense James McGovern, y detrás de él seguramente otras autoridades preocupadas por las corrupciones en las policías de América Latina.
Recientemente, un juez de Sonsonate, cabecera del departamento del mismo nombre, absolvió definitivamente al subcomisionado Ángel Barquero Silva, ex jefe de INTERPOL de El Salvador, por haber disparado contra la puerta de una habitación en un Hotel de Playa, en Sonsonate.
No obstante, la Inspectoría General de la Policía le ha abierto un expediente disciplinario y, además, ha sido suspendido, sin goce de sueldo.
Estamos convencidos que esta Inspectoría, así como la nueva dirección de la PNC no se dejarán impresionar por los respaldos que tengan o no, o por los antecedentes o no de los altos jefes policiales que contraríen la ley.
Estamos seguros que si la Inspectoría encuentra inocente al oficial suspendido lo reivindicará, pero, si es culpable le aplicará la medida disciplinaria pertinente.
Es necesario, sin lugar a dudas, que la Policía Nacional Civil cuente no solo con agentes sanos, responsables y comprometidos con la seguridad de las y los salvadoreños, sino también, y sobre todo, el mando policial. Ya es hora que se le ponga fin “a la impunidad policial”, de la que se dice, han gozado algunos exjefes policiales en los gobiernos de ARENA.
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