Ninguna llaga está tan irritada y sensible en la sociedad como los desmanes buseros que han resultado en muchas muertes de inocentes esta semana. La sociedad clama justicia y pide a las autoridades que arreglen este problema que nos tiene secuestrados, sometidos desde hace décadas, sin que ningún gobierno lo haya podido o querido arreglar hasta ahora.
Escrito por Rafael Castellanos.26 de Febrero.Tomado de La Prensa Gráfica.
“Las listas realmente abiertas, sin engaños de la Asamblea ni del Tribunal Electoral, permitirían a los ciudadanos sacar de la Asamblea a quienes protegen o tienen intereses buseros.”
Como cualquier enfermedad grave, el diagnóstico para curarla debe llegar a la raíz. Está claro que hay muchos diputados dueños de líneas, muchos nombres están a la luz, mucho no se revelan aún, se sabe que hay de todos los partidos. Un ex presidente reciente me dijo en su período que ese problema era el más difícil de solucionar porque había no solo diputados, también alcaldes y jerarcas de partidos políticos en el negocio... y siguen habiendo.
¿Se puede sacar a los buseros de la Asamblea? ¿Es posible ese sueño de los salvadoreños? La respuesta es sí es posible.
¿Cómo se hace? Finalmente tenemos a mano la forma. Los diputados (sí, los mismos interesados) deben aplicar bien el espíritu de la sentencia de la CSJ y el Tribunal Electoral también. No deben burlarse una vez más de los salvadoreños, las listas no bloqueadas, abiertas deben ser realmente abiertas, así votamos por los candidatos que queremos, no por los que los partidos favorecen. Por persona, no por bandera. ¿Serían electos los diputados buseros? ¿Qué creen ustedes? Pronúnciense.
Los partidos no nos deben jugar sucio e inscribir como manejan algunos solamente al número de candidatos del departamento que sacan tradicionalmente, que es igual a votar como ahora, por los que el partido decide.
Todas las soluciones técnicas serán posibles si salen de la Asamblea quienes protegen esos intereses, los que influyen para bloquear iniciativas de ley de retirar buses viejos de circulación, perdonar millonarias multas, aprobar subsidios que propone el Ejecutivo cada vez que el gremio amenaza y proteger todo lo que afecta el negocio.
Si bien la Asamblea como cuerpo colegiado es culpable de todos sus actos, en las acciones y omisiones que los protegen, así como en la presión del chantaje para dar los votos a las leyes que el Ejecutivo propone, no son todos los diputados, lo sabemos. Sin embargo, en la conducta grupal se protegen, coloquialmente se cubren con la misma cobija. Los que no están de acuerdo no disienten públicamente o sienten como algunos diputados decentes han expresado, impotentes para cambiar las cosas, debieran denunciar.
Buen tema de campaña electoral, ¿qué les parece, partidos?
Los ejecutivos anteriores y ahora el de Funes son tan culpables como la Asamblea en lo que les corresponde, como seguir con un subsidio sin condiciones, no hacer su trabajo en el Viceministerio de Transporte, una parte del Ministerio de Obras Públicas, Vivienda y Transporte, así como en no hacer cumplir las leyes, permitir que maneje gente sin licencia, con antecedentes graves y repetidos, etcétera.
Más culpable es dejándose doblar el brazo, cohonestando culpas. La población culpa más al gobierno que a la Asamblea. Son culpables en no intentar una reforma que cambie de raíz el sistema, que está demasiado podrido para solucionarlo con remiendos, no se cura un cáncer severo con aspirinas cuando le duele la cabeza al paciente.
Los gobernantes saben qué hacer, hay toneladas de estudios sobre cómo resolverlo, qué funcionan en otros lugares. Igualmente saben que las soluciones técnicas no se pueden implementar mientras los diputados y políticos buseros sigan teniendo el poder que les confiere la Asamblea Legislativa.
Sin embargo nunca hemos visto a nadie pelear esa pelea por la población, ha sido más fácil evitar problemas y ceder. Tiene una gran oportunidad ahora, presidente Funes.
Este y muchos de los males que tienen secuestrada a la sociedad pasan por el paso trascendental de listas abiertas para diputados. Presionemos, presionemos, presionemos, presionemos.
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