18 de Febrero. Tomado de El Diario de Hoy.
Pese a que prometió transparencia en su gestión, el nuevo presidente de la Asamblea, Sigfrido Reyes, nunca aclaró a dónde fueron a parar los más de 400 contratos nuevos aprobados para el ejercicio 2011.
Muchas preguntas quedarán sin respuesta, tanto así que ni siquiera se conoce la cifra exacta de plazas nuevas aprobadas en el presupuesto de este año, porque, según la publicación del Diario Oficial fueron 458 nuevos contratos, pero, según Reyes, fueron 584, de acuerdo con el dato que le proporcionó la gerencia de Recursos Humanos de la institución.
Eso quiere decir que son 126 contratos más de los que aparecen en el Diario Oficial, y que fue publicado el 8 de diciembre de 2010.
Tampoco queda claro el monto de dinero que deberá desembolsar la Asamblea Legislativa, o más bien, los salvadoreños contribuyentes con el fisco, con los contratos nuevos, pues es mucho mayor de lo que aparece en el Diario Oficial.
Mucho menos se conoce de dónde saldrá el dinero para las indemnizaciones y cuál es el techo con el que cuenta el primer órgano de Estado para esos desembolsos.
Lo que aparece en el presupuesto de 2011 del ramo legislativo son $22 millones 921 mil 390 en pagos de salarios, tanto para los 344 empleados que están por Ley de Salarios como los 1,204 que están por contrato. La diferencia con respecto a los $17 millones 237 mil 240 que debió cancelar en 2010 por las 1,090 plazas era de $5 millones 684 mil 150.
Sin embargo, según datos dados por Reyes el 2 de febrero la diferencia es de $13 millones.
Las bancadas legislativa tampoco se hicieron cargo de los plazas que solicitaron y nunca se supo a qué se dedican esos nuevos trabajadores, ni a qué bancadas responden.
Asesores
El presidente de la Asamblea sí cumplió con su promesa de publicar los salarios de los empleados institucionales de la Asamblea, que están contratados bajo la Ley de Salarios. Lo que no reveló fueron los más de 1000 empleos bajo la modalidad de contrato, que son los mejor remunerados y que responden a criterios designados por las bancadas políticas, es decir que quedan a su discreción y no requieren cualificación específica.
Son plazas que generalmente ocupan los asesores de las fracciones y que suelen devengar salarios superiores a los $1000 o $2 mil.
Sin embargo, la información publicada por Reyes también generó polémica por destaparse los jugosos sueldos muy por encima de los salarios pagados en el sector privado por el mismo servicio sin mayor cualificación.
Tal es el caso de algunos porteros que ganan más de $900 o motoristas con sueldos arriba de los $1,500.
El presidente del Primer Órgano de Estado se comprometió también a investigar estos hechos, pues inclusive se conoció el caso del sobresueldo del jefe de Protocolo quien devenga un salario estimado de $3,000 pero aparecía con un sobresueldo de $1,500 que, según aseguró, no cobraba.
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