Comentarios mas recientes

2010/05/25

LPG-El bien contra el mal

El bien y el mal se enfrentan diariamente en política. El mal es la corrupción; el bien, los funcionarios que la combaten. La ofensiva contra el presidente de la Corte es un caso insignia a vigilar.

Escrito por Rafael Castellanos.25 de Mayo. Tomado de La Prensa Gráfica. 

 

El bien y el mal se enfrentan cada día en la política. Por el lado del mal están grupos y personas que se benefician de los recursos del Estado, es decir de los salvadoreños, prevaleciendo el interés de unos cuantos sobre el de la mayoría. Esto solo es posible con la acción u omisión de funcionarios públicos, ya sea por ineficiencia o corrupción. Lo favorecen, permiten o fomentan, ya sea para beneficio político, económico o por la motivación egoísta de sentirse poderosos, que también es corrupción.

Un caso peor aún es el de los funcionarios abusivos y/o corruptos, que se benefician personalmente de los recursos del Estado, ya sea tomándose privilegios inadecuados, desde vehículos de lujo y muchas otras prebendas, que su contrato no contempla, a nepotismo contratando familiares o con quienes tienen relaciones afectivas. Mucho peor, beneficiándose de compras de bienes o servicios y licitaciones amañadas, contraviniendo la ley o encontrando el hueco para hacerlo, casos en que obtienen ganancias personales ilícitas.

Otro en que el mal ataca más directamente es cuando funcionarios le ponen mano directamente a fondos del Estado, en la institución en que trabajan y los usan para sí o para dispensarlos comprando favores y voluntades. La corrupción destruye a cualquier país.

Uno más, igualmente malo y falto de ética, es cuando los funcionarios que debieran defender a la sociedad no cumplen su papel. Se vuelve un asunto grave, cuando lucran por ello. Las instituciones insignia son la Corte Suprema de Justicia y los jueces, la Fiscalía General de la República y la Corte de Cuentas.

La más alta responsabilidad la tienen los encargados de impartir justicia, la Corte Suprema y jueces. La reprobación a su gestión es impresionante, así lo muestran los diferentes índices medidos por diferentes organismos internacionales, desde Transparencia Internacional, al Foro Económico Mundial, que mide el buen funcionamiento del Órgano Judicial como un factor de competitividad de los países. Donde la justicia funciona los países son más competitivos, donde no, lo son mucho menos. Salimos muy mal evaluados y no es por gusto.

Una muestra clarísima es la escandalosa ofensiva montada por los magistrados antiguos contra los nuevos, que según investigaciones periodísticas en progreso y el testimonio de gente cercana, se origina porque el nuevo presidente llegó a poner orden y a eliminar prebendas, acciones ejemplares cumpliendo su deber, según decía un connotado jurista. De acuerdo con fuentes internas, el asunto llega más allá y el presidente ha descubierto irregularidades en contrataciones de personas y compras fuera de procedimiento.

Independientemente de los argumentos jurídicos del caso montado contra el presidente y los otros tres recién llegados, la motivación es la cólera por haber perdido privilegios y por ello montaron una ofensiva para anular la iniciativa del presidente, o como señalan algunos, lograr que se aparte de la Corte.

La cosa se pone muy fea cuando el fiscal interviene, amenazante contra los magistrados nuevos que pactan correctamente. La elección de ellos fue ejemplar, rompiendo el ciclo vicioso de componendas políticas, nombrados por capacidad e integridad. La elección del fiscal ya no fue con la misma legitimidad. Ya la Asamblea regresó a las componendas antiguas. Ante esta diferencia en la legitimidad de sus orígenes, el fiscal debe ser muy cuidadoso, su labor está siendo monitoreada muy de cerca por la sociedad.

Sepan que la sociedad vigila atentamente al desarrollo de este caso. Ojalá hubiera más funcionarios que lleguen a terminar con las irregularidades de quienes se creen por encima de la ley, por encima de todos.

La Corte de Cuentas es una institución de las más señaladas, y peor calificadas por la opinión pública y con razón. El mal tiene origen político, la forma en que la Asamblea Legislativa (Órgano absolutamente desacreditado) ha sido elegido desde siempre, por los votos que el PCN aporta o niega si no obtiene lo deseado.

Su historial es fatal, raramente sale un caso de corrupción grande condenado por ella; siempre pequeños o nada. En el más sonado de los casos de posible corrupción, en sumas exorbitantes que no se habían visto antes, le otorgaron el finiquito más rápido de la historia al último presidente, poniéndose en fea evidencia. Nunca se vio tanta diligencia en esclarecer un caso que no estaba en juicio, sino solamente señalado.

Desafortunadamente, las estadísticas no son favorables para el bien, el mal gana por mucho. Sin embargo, da esperanza que surjan funcionarios que luchan por hacer prevalecer el bien. Nos corresponde apoyar a los buenos funcionarios en su lucha desigual.

El bien contra el mal

1 comentario:

  1. Aja .. la solucion pues : meter a la carcel a cuanto politico u adminstrador estatal sea posible. Ya les dije: Funes no puede con la corrupcion pues habria que meter a casi toda la derecha a la carcel y a una creciente porcion izquierdosa

    ResponderEliminar

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.