El director Douglas Moreno admite que la responsabilidad de la crisis del sistema responde a decisiones que se toman desde esta administración. Quiere sacar a todos los empleados corruptos.
Escrito por Estela Henríquez.03 de Mayo. Tomado de La Prensa Gráfica.
Hay cosas que son inviables, que no tienen solución; hay que discutir por qué nos fuimos a una guerra. No hay soluciones mágicas.”Douglas Moreno, director Centros Penales
Todo el sistema de justicia debe ser evaluado, y saneado si es necesario. Es importante que se emplee todo el esfuerzo posible.”José Luis Escobar, arzobispo San Salvador
Sin poner las manos al fuego por ninguno de los funcionarios del sistema penitenciario —por temor a quemarse—, el director de Centros Penales, Douglas Moreno, admite la responsabilidad del sistema en los desórdenes y delitos que se dan en los recintos de detención. Las revueltas que los internos han realizado en las últimas semanas responden, según él, a las pérdidas en “negocios”.
Moreno no confía en el equipo que le acompaña, ni siquiera en los directores de cada uno de los centros penales, que él considera deben ser minuciosamente investigados.
“Ha sido una transición fuerte, creando un método de soporte mientras creamos nuevos funcionarios penitenciarios y hay que echar a todos los corruptos de un solo”, declaró, al admitir que una decisión de estas puede ocasionar a la administración, además de críticas por las destituciones, la reacción de internos que verían en riesgo la continuidad de “las redes de negocios” que mantienen desde el interior de las cárceles.
Denuncia que la seguridad tecnológica que ha implementado en los penales ha sido violentada, “por el factor humano”. Y subraya que la corrupción que ha encontrado no es de dos, tres o cuatro funcionarios. “Estamos inundados de corrupción”, asevera.
Cuando se le consulta para cuándo ve la solución a la crisis del sistema carcelario, Moreno respondió: “hay cosas inviables, que no se les ve solución”.
Para él, mientras en el país no se resuelva el porqué se fue a una guerra, será solucionar un problema que es el mismo en toda América Latina. “Hay que comparar la crisis de las cárceles de la región. Si estudias las cárceles de Brasil, si estudias las de Centroamérica, todo es lo mismo”, respondió.
Por ahora 11 de 19 reclusorios están en rebeldía. Moreno admite con franqueza que la situación está lejos de tener una solución.
De hecho, teme que las acciones que seguirá impulsando desde su cargo puedan desencadenar nuevas trifulcas y quizá hasta muertos.
“Solo nos queda la crisis en Apanteos, en Sonsonate, San Vicente y Usulután”, confirmaba Moreno, este fin de semana, luego de una jornada de protestas de los internos de distintos centros penales que recordaron que el sistema carcelario no es controlado por las autoridades gubernamentales.
“Este dejó de ser el típico problema de hacinamiento, de atención y problemas de salud, de falta de programas de reinserción”, explica el director de Centros Penales al recordar que el problema comenzó en cadena: Apanteos, San Vicente, Mariona, Usulután y Sonsonate.
“Nuestras reglas van a cambiar. Estamos combatiendo la corrupción que hay en algunos malos empleados, se va a atacar la comisión de redes de estos negocios como de celulares y drogas, que hay al interior de centros penales y afuera de ellos”, aseguró el funcionario que minutos después admitía la dificultad de lograr sus metas.
Otras voces
El tema de la depuración en el sistema carcelario también fue señalado ayer por el arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas.
El prelado, además de señalar las condiciones “infrahumanas” en las que viven los internos, pidió a las autoridades gubernamentales apresurar la depuración del sistema penitenciario y de otras instituciones como la Policía Nacional Civil.
“Todo el sistema de justicia debe ser evaluado y saneado si es necesario. Es importante que se emplee todo el esfuerzo posible”, dijo el jerarca de la Iglesia católica en el país.
Además de la depuración de funcionarios, sectores involucrados admiten que el hacinamiento dificulta un tratamiento efectivo de la problemática del sistema, que también falla en aplicación de programas a reos que pueden ser reinsertados a la sociedad
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