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2010/05/13

La Página-Vendedores amenazados de muerte por haber aceptado reubicación (I entrega)-Diario digital de noticias de El Salvador

 Escrito por Redacción.13 de Mayo. Tomado de La Página.


El lunes vendedores dañaron los barriles colocados en la acera donde habían puestos.

Entre la noche del sábado y la madrugada del domingo la alcaldía de San Salvador desalojó 138 puestos que se habían instalado sin ninguna autorización sobre la avenida Juan Pablo II, frente al parque Infantil.

Carolina Ramírez, directora de general de desarrollo municipal de la alcaldía capitalina asegura que antes de proceder al desalojo hubo 14 reuniones y varias alternativas, entre ellas ocupar espacios en el mercado San Antonio ubicado sobre la 75 avenida norte, así como otros mercados de la capital.

Según el alcalde Norman Quijano al menos 60 comerciantes habían aceptado la reubicación, pero algunos vendedores se opusieron y eso generó que al agotarse las posibilidades del diálogo se procediera al desalojo en el que participaron alrededor de mil empleados de la municipalidad.

Tres vendedores confirmaron a LA PÁGINA que eran cerca de 75 los comerciantes que habían aceptado la reubicación, incluso, algunos hasta fueron a ver los puestos en el mercado San Antonio, así como en los mercados Sagrado Corazón, Tinetti y La Tiendona, sin embargo desistieron porque fueron amenazados de muerte.

“Ya habíamos ido a ver los puestos y aceptado las condiciones, pero de repente nos hablaron a los teléfonos celulares desde teléfonos públicos y nos dijeron que si nos íbamos nos iban a quemar los puestos o nos iban a matar”, cuenta una comerciante.

“A mi también me amenazaron, me dijeron que no éramos solidarios y que si nos íbamos nos iba a costar caro porque nos podía pasar algo grave, yo lo entendí como una amenaza”, dijo un comerciante.

Otra vendedora aseguró que a su puesto llegó un hombre aparentemente pandillero a decirle que a quienes habían aceptado las condiciones de la alcaldía es iba a ir mal, porque nadie tenia que irse del lugar, para que no los desalojaran.

“Nosotros ya no queríamos estar en las aceras porque los pandilleros nos extorsionaban y porque habían tantas ventas que ya no era rentable”, dijo María (nombre cambiado para protección de identidad). Imagínese que les pagábamos a los vigilantes, pero los pandilleros siempre venían a pedirnos dinero a diario”, agregó.

José (identidad cambiada) contó que a él le vendieron el espacio por más de $200 los cuales tuvo que pagar a una persona que se supone tiene contacto con una de las asociaciones de vendedores vinculadas a Vicente Ramírez (más información en la segunda entrega). Los $200 incluía el derecho a ocupar un metro y medio de acera, frente al parque. Además tenía que pagar vigilancia, una cuota diaria a la directiva y “renta” a los extorsionistas.

“Cuando la alcaldía nos convocó a la primera reunión el año pasado fuimos bien pocos y le pedimos al alcalde seguridad del CAM porque ya no confiábamos en los vigilantes, pues muchas cosas se perdían en la noche. En la segunda reunión nos expusieron la posibilidad de reubicar las ventas. Fue hasta como la sexta reunión que nos presentaron una oferta, la cual la mayoría aceptamos allá por febrero”, dijo Ana (identidad cambiada).

Según el alcalde Norman Quijano hubo 14 reuniones con los vendedores y de esas seis fueron asambleas generales. José no está seguro de que hayan sido 14 reuniones, pero está seguro que solo una fue asamblea general. “Fui a casi todas las reuniones y no fueron tantas, es más el alcalde solo habrá llegado a dos o tres”, dice.

En dichas reuniones hubo concejales que les prometieron trasladarlos a diferentes mercados, especialmente el San Antonio, también se comprometieron a realizar campañas de promoción para que la gente llegara a comprar los mercados y hasta le ofrecieron remodelar el mercado San Antonio. En una reunión, apenas en mayo, les dijeron que les iban a cobra un dólar diario.

En esa última reunión se pudo contabilizar a alrededor de 75 personas que estaban de acuerdo con la reubicación, sin embargo, alguien de las asociaciones de vendedores se encargó de pasar una encuesta y al siguiente día comenzaron las amenazas de muerte, la mayoría por teléfono.

Ana cuenta que a una amiga suya le llegaron a decir que si aceptaba ser trasladada al mercado San Antonio tenía que pagar $2 mil por todo el tiempo que había usado la acera. Cuando ella preguntó para quien era el dinero, le dijeron que para la asociación del líder Vicente Ramírez.

A otro vendedor le dijeron que si se iba lo irían a buscar porque él era hombre y tenía que estar en el lugar para oponerse a los desalojos.

“La mayoría ya no quería estar aquí, por lo bajo de las ventas, pues la gente no se detenía mucho a vender porque tenían que comprar desde la calle y sobre esta avenida hay mucho tráfico. Pero nos tuvimos que quedar por las amenazas, recuerda María.

El lunes 10 de mayo, cuando en la mañana llegó Vicente Ramírez para organizar la marcha de protesta desde el parque Infantil hacia la alcaldía, se decidió pasar la protesta en la tarde porque no llegaron todos los vendedores, además hubo una trifulca con el Cuerpo de Agentes Metropolitanos (CAM) que dejó a nueve vendedores retenidos, quienes ya fueron liberados.

Ante la poca presencia de vendedores Ramírez decidió organizar la marcha en horas de la tarde y tuvo que pedir colaboración de vendedores de otras zonas para que se sumaran a la marcha, aún así no eran más de 50 los vendedores que llegaron a la alcaldía y luego se trasladaron a un hotel donde dialogaron con el alcalde Quijano.

”Es que la mayoría no fuimos, porque no estamos de acuerdo con la manipulación que hace el señor Ramírez. La gente piensa que quienes vendemos en la calle somos ladrones o topeteros, pero la mayoría somos gente honrada que llegamos a la calle por pura necesidad”, manifiesta José.

Según María la alcaldía ya les devolvió lo decomisado, pero gente cercana a Ramírez, les ha dicho que reclamen más de lo decomisado y que digan a los periodistas que les han robado mercadería.

Ana, mientras tanto, desmiente al alcalde Quijano y a Carolina Ramírez, al señalar que ningún vendedor sabía del desalojo. Inclusive, dice que en la última reunión, apenas unos tres o cuatro días antes del desalojo, se les dijo que habría una nueva reunión después del Día de la Madre. “A mi me parece que el alcalde no jugó limpio, si nos dan una semana más, estoy seguro que pese a las amenazas nos hubiéramos ido al mercado San Antonio, pero no tuvieron paciencia”, dice.

Tanto Quijano como Carolina Ramírez, asegura que los vendedores sabían que el desalojo estaba próximo.

Ahora los vendedores solo quieren que la mediación de la PDDH sirva para limar asperezas y esperan una nueva convocatoria de la alcaldía pata otra reunión y acordar la reubicación.

“Queremos trabajar sin ser presionados ni extorsionados, queremos ser reubicados, pero que la alcaldía nos juegue limpio”, concluyó José.

Diario digital de noticias de El Salvador

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