Ante el divorcio evidente del Presidente de la República, Mauricio Funes, con la dirigencia de su partido, se reinventa un grupo que quiere seguirlo apoyando. El nuevo movimiento asegura que no se convertirá en partido político, pero que sí apoyara las acciones y directrices del mandatario
Escrito por Redaccion. 17 de Mayo. Tomado de Diario La Página.
Los amigos y profesionales allegados a Mauricio Funes nuevamente han construido una estructura de soporte alrededor del que hoy es el Presidente de la República; una organización que se denomina “Movimiento Ciudadano por el Cambio” (MAC) y que busca ser el canal de comunicación político e institucional que el FMLN no logró construir.
El timonel sigue siendo el mismo Funes, quien investido como primer mandatario del país, asegura que su cargo como funcionario no le impide dirigir y vestir el azul y blanco que tiñen la bandera de este nuevo grupo.
Siempre se ha negado a portar el rojo característico del partido que lo llevó al poder y a participar en sus actividades, argumentando que sería y es gobernante sin matices… para todos los salvadoreños.
Pero hoy sostiene que “sí puedo ponerme al frente de este movimiento ciudadano porque no estoy conviniendo el texto de la Constitución (de la República). La camiseta que me voy a poner es la azul y blanco del Movimiento Ciudadano por el Cambio”, gritó a viva voz el sábado pasado, durante el lanzamiento del nuevo grupo.
A su lado, los de siempre, los que hicieron el trabajo territorial para empujar la candidatura del ex periodista. Aquellos que en su momento conformaron el G-8, parodiando a los mandatarios de las grandes nacionales que eventualmente se reúnen para discutir los grandes problemas que afectan al mundo, son los que empujan el nuevo barco.
Los hermanos Carlos, Francisco y Gerardo Cáceres nuevamente le dan respaldo a Funes. Pero dos de ellos dejaron sus oficinas empresariales y se convirtieron en funcionarios públicos. Carlos es hoy ministro de Hacienda y Gerardo se convirtió en el Secretario de Privado de la Presidencia.
En la lista de dirigentes del MAC también está el cafetalero y corredor de autos deportivos, Miguel Menéndez, quien hoy es presidente del Centro de Ferias y Convenciones (CIFCO); y Héctor Silva, miembro del partido Cambio Democrático y presidente del Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FISDL).
El segundo al mando es Luis Fernando Trujillo, a quien pocos conocen, pero que desde ayer funge como Coordinador Nacional de una estructura que ya tiene bases en todos los municipios del país, a través de juntas directivas inscritas, según expresó durante el evento de lanzamiento del MAC en Apaneca, Ahuachapán.
De ese G-8 que apoyó al FMLN para que Funes fuera el presidente, varios han quedado fuera de este nuevo esfuerzo. El empresario Porfirio Luis Ángel Lagos se encuentra detenido desde el 10 de mayo pasado acusado de estafa.
Tampoco figuraron en el acto de Apaneca el abogado Luis Méndez Menéndez, hoy al frente de la Superintendencia de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET) y el general David Munguía Payés, ahora ministro de la Defensa.
Los presentes, aunque no lo dijeron abiertamente, configuran al MAC como un brazo de apoyo al mandatario, justo ahora que han arreciado los enfrentamientos, distanciamientos y discrepancias con la cúpula y dirigencia del partido que llevó a Funes al poder.
Todo apunta a que el presidente ha logrado institucionalizar un aparato político que le permita llegar a la gente, comunicarse eficazmente, algo que no ha podido hacer desde la trinchera farabundista. Y por ende, alejarse cada vez más de las posturas del FMLN.
Y Gerardo Cáceres lo resume así: “no pretendemos formar ningún partido político, sino aglutinar a toda la sociedad civil para apoyar decididamente la gestión del presidente Funes”:
Silva remata: “es un eje de influencia de apoyo al gobierno frente a las fuerzas sociales, económicas y políticas… (ante un cambio) que encuentra resistencias y que deben ser superadas por los que se ven beneficiados”.
Funes espera que sus amigos logren ejercer un fuerte impacto político, que dentro de unos meses les permita hacer alianzas con los partidos políticos de cara a las elecciones de diputados y alcaldes en 2012 y las próximas presidenciales en 2014.
Aunque Cáceres afirme que no buscan ser partido, Funes sí ve la oportunidad de ampliar la puerta de participación en el espectro político cuando deje de ser Presidente de la República.
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