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2010/05/24

Contra Punto-La salvadoreña es una sociedad armada hasta los dientes

 La población joven es la que cada día se enfrenta cara a cara con la muerte. Entre 2003 y 2010, más del 57 por ciento de las víctimas eran personas de entre los 15 y los 29 años, de acuerdo con estudios del IUDOP.

Por Gregorio Morán.25 de Mayo. Tomado de Contra Punto.

SAN SALVADOR - En cien países del mundo se desarrolló del 10 al 16 de mayo una campaña que pocos quieren escuchar, aunque tengan el poder económico o político de intentar hacer algo positivo: el desarme de las sociedades.

“Don`t shoot” (No dispares), es una de las frases que se escucharon en la Semana Mundial de la Acción Contra la Violencia Armada, con la cual diversas y reconocidas personalidades de todo el planeta buscan hacer conciencia en la gente sobre la necesidad de disminuir o erradicar las armas de fuego.

La International Actions Networks Small Arms (IANSA) que reúne a representantes de unas 900 asociaciones de la sociedad civil de 120 países va en busca de ese objetivo, motivada por los fatídicos resultados del uso irresponsables de las armas de fuego.

Según esta entidad internacional, cada minuto y medio es asesinada a tiros una persona en todo el mundo y por ello dice es necesario impulsar campañas de concientización.

Una campaña que vendría muy bien impulsar en El Salvador, donde la proliferación de armas de fuego es uno de los componentes que habrá necesariamente que atender si quieren bajar los altos índices de homicidios.

Armas en cada esquina

Las estadísticas nacionales sobre los homicidios son claras: más del 75 por ciento de los homicidios ocurridos en El Salvador es cometido con armas de fuego. En 2009, 4 mil 365 salvadoreños murieron víctimas de la violencia delincuencial y de éstas 3 mil 273 fueron atacadas con arma de fuego.

En 2010, las estadísticas no son para nada alentadoras. En los primeros cuatro meses, es decir en 120 días, el número de homicidios registrados mantiene los promedios alarmantes. Un total de 1,473 muertes dan cuenta de la penosa situación de inseguridad del país. De éstas, un mil 104 son víctimas de las armas de fuego.

Los números indican que en El Salvador cada tres horas es asesinada una persona con ese tipo de armas, tomando como base las cifras citadas.

Esa es una motivación de las autoridades de Seguridad Pública, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Programa Centroamericano para el Control de Armas Pequeñas y Ligeras (Casac) del Sistema de Integración Centroamericano de trabajar en la disminución o erradicación.

Se calcula que unas 500,000 armas, legalizadas o no, están en manos de la ciudadanía.

El Instituto Universitario de Opinión Pública de la UCA (IUDOP), revela que más del 57 por ciento de las víctimas mortales son personas de entre los 15 y los 29 años de edad.


La incidencia de estas armas en la vida de muchos salvadoreños, sobre todo en la población joven tiene un origen reciente, según la directora del IUDOP, Jeannette Aguilar.

Tal origen se remonta a la época de la guerra. La transición hacia la paz no garantizó que las armas en manos de civiles quedaran efectivamente controladas, por una parte y, por otra, desde el fin de la guerra en 1992, El Salvador se convirtió en el séptimo país importador de armas a nivel mundial, cuyo principal mercado es Estados Unidos, dice Aguilar.

Pero a esa realidad, la agravante que le suma la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad) es la indolencia de las autoridades para poner fin a la armamentización social y la nula tolerancia que los salvadoreños tienen ante situaciones adversas, por mínimas que sean, con lo cual se dan reacciones muchas veces letales, dicen algunos de sus estudios.

Un solo frente nacional
Este 24 de mayo, las autoridades de Justicia y Seguridad Pública iniciaron una serie de eventos tendientes a promover la conciencia nacional sobre la prevención de la violencia armada, con un pensamiento puesto en la mira: desarmar a los salvadoreños.

Con este esfuerzo, las instituciones responsables de la actividad pretenden lograr dos cosas importantes: promover un amplio debate a fin de que la sociedad en su conjunto tome las mejores decisiones al respecto.

Los frutos de ese debate serán insumos que sirvan para proponer un anteproyecto de ley para el control de la portación de armas en manos de los civiles, entre otras medidas legales.

Pero la idea del desarme no es apoyada por algunos diputados, sobre todo de derecha. Mientras la Policía no tenga capacidad de defender a la población y garantice la seguridad, “no estaríamos de acuerdo con el desarme”, ha dicho a ContraPunto el diputado del Partido de Conciliación Nacional (PCN), José Antonio Almendáriz

En tanto, la presidenta del Consejo Nacional de Seguridad Pública, Aída Santos de Escobar y el director de investigaciones de la Policía Nacional Civil, Howard Cotto, creen que desarmando a la sociedad, al menos a través de la prohibición de portar armas en todos los espacios públicos, para empezar, daría un resultado positivo.

Santos cree que el problema merece un combate frontal, primero haciendo un frente común regional contra los países que se lucran de la venta de armas y, segundo, controlar el crimen organizado en todos los niveles, tanto interna como externamente.

Pero la funcionaria no quiere caer en el radicalismo, pese a que lo más sano es el desarme y viendo las posiciones de algunos que se oponen habrá que hacer una revisión sobre la portación.

“Yo soy partidaria de derogar toda la ley, pero bueno, tomemos primero algunas medidas de precaución, no se puede desarmar a la gente que cuida su propiedad por ejemplo, ahí hay atenuantes de responsabilidad, como la legítima defensa. Pero la portación, un arma en la calle ya está usurpando lo público de los espacios”, reflexionó.

La salvadoreña es una sociedad armada hasta los dientes

1 comentario:

  1. Y la derecha mas atrasada de estos lares chilla y grita por mas armas y sino lean el editorial del diario dioy. Son animales patas arriba.

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