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2010/05/07

Co Latino-Para grabar en la consciencia | 07 de Mayo de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

Escrito por Carlos Girón S. 07 de Mayo. Tomado de Diario Co Latino.

En un mundo y una sociedad convulsionados, huérfanos de paz y concordia; de hermandad, solidaridad y altruismo; donde todos, en todas partes, no paramos de reclamar ¡y hasta exigir! “nuestros derechos”, olvidando que ya tenemos lo más grandioso de todo lo bueno y amable que pueda existir, la vida, con sus dones y bendiciones, como regalo de nuestro Creador, pero que a la par deben ir los deberes y obligaciones que nos corresponden, no para compensar, porque no es posible, sino para un intento de justificar nuestra existencia en este mundo, justo sería  hacer un alto para meditar sobre todo ello y reconocer que no quedan en el mundo más “derechos” que andar demandando.
Para quienes no tienen o tenemos tiempo de hacer ese alto para la reflexión, es oportuno traer una de las grandes lecciones que tenía para sí mismo y compartía con sus discípulos aquel viejo sabio, Aristóteles, que abrevó sus conocimientos en las escuelas de los misterios del Antiguo Egipto, donde también enseñó –como igualmente lo hicieran Platón, Pitágoras, Heráclito y demás gigantes del llamado milagro griego—. Esta lección sería bueno esculpirla, como en piedra, en nuestra propia consciencia, no olvidarla ni un momento y tenerla presente en cada acto de nuestra vida cotidiana.
Imaginemos al Estagirita dando su lección en aquellas escuelas de los misterios mientras se paseaba frente a sus discípulos, entre quienes había hijos de reyes que eran mandados allí para su preparación para el momento que les tocara gobernar.
Imaginémoslo poniendo inflexión en cada sentencia que pronunciaba, soltando cada vez palabras como oro en polvo. Sintamos cómo pega en el corazón y en la mente cada una sus iluminadas oraciones, parte de una sabiduría que le ha hecho remontar los siglos y conservar su áurea esmeralda sobre sus sienes.
Aristóteles dijo:
“Nadie es dueño de tu felicidad; por eso, no dejes tu alegría, tu paz, tu vida en las manos de nadie. Absolutamente de nadie.
Somos libres, no pertenecemos a nadie, y no podemos querer ser dueños de los deseos, de la  voluntad o de los sueños de quien quiera que sea.
La razón de tu vida eres tú mismo.                    
Tu paz interior es tu meta en la vida.
Cuando sientas un vacío en el alma, cuando acredites que aún te está faltando algo, aún teniéndolo todo, guarda tus pensamientos para  tus deseos más íntimos y busca la divinidad que existe en ti. ¡Deja de situar tu felicidad cada día más distante de ti!
No coloques el objetivo demasiado lejos de tus manos, abraza a los que están a tu alcance hoy.
Si andas preocupado por problemas financieros, amorosos o de relaciones familiares, busca en tu interior la respuesta para calmarte. Tú eres el reflejo de lo que piensas diariamente. Deja de pensar mal de ti mismo y ¡sé tu mejor amigo siempre!
Sonreír significa aprobar, aceptar, facilitar. Entonces, habrá una sonrisa para aprobar el mundo que quiere ofrecerte lo mejor.
Con una sonrisa en el rostro, las personas tendrán las mejores impresiones de ti, y tú estarás afirmando para ti mismo, que estás “próximo” para ser feliz...
Trabaja, trabaja mucho a tu favor.
Deja de esperar la felicidad sin esfuerzos.
Deja de exigir de las personas aquello que ni  para  tí  has conquistado aún.
Critica menos, trabaja  más. Y no te olvides nunca de agradecer.
Agradece todo lo que está  en tu vida en cada momento, inclusive el dolor.
Nuestra comprensión del Universo, aún es muy pequeña para juzgar lo que quiere que sea en nuestra vida.
La grandeza no consiste en recibir honores;  sí,  en merecerlos…”.
¿Qué más ciencia y sabiduría se puede pedir?
Lo único que queda es mencionar que hoy en día subsisten Órdenes Fraternales que preservan el conocimiento de aquellas herméticas escuelas de los misterios fundadas por los faraones Tutmosis III y Amenhotep IV, las cuales siguen esparciendo la Luz del conocimiento para disipar la obscuridad y la ignorancia, que son la causa de todos los males de la humanidad.
El que tenga ojos, que mire, y el que tenga oídos, que oiga.
Como nota al margen puedo añadir que todo lo anterior es, si se mira honestamente, egoísmo puro, del bueno, edificante, el de la autoestima en grado superlativo. Como el que describo y exalto en mi libro “ELOGIO DEL EGOISMO”, como lo recordarán quienes ya lo han leído.

Para grabar en la consciencia | 07 de Mayo de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

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