Se trataría de un primer paso para luego llegar al control de los niños por el régimen, como sucede en Cuba, se está implantando en Venezuela y sucedió en la Alemania nazi
Editorial. Miercoles 18 de Noviembre. Tomado de El Diario de Hoy.
El MINED, como se comprueba en documentos en poder de este Diario, pretende disponer de la vida y la enseñanza de niños y jóvenes como si fueran de su propiedad, montando un esquema educativo excluyente en lo intelectual y cultural. Literalmente adopta la actitud de estar en posesión exclusiva de la verdad, dejando fuera a todo el sector de la enseñanza, incluidas las instituciones privadas.
Van todavía más lejos. En una de sus partes el documento habla de controlar e inmiscuirse en los contenidos de los medios informativos. No sólo se creen con el derecho de amordazar, sino además de dictar lo que se debe publicar y de qué manera. Quieren censurar y quieren meter lo suyo en lo que es de otros.
Tomará mucho espacio y tiempo analizar y rebatir lo que son nociones y programas monstruosos de regimentación humana. El tratamiento que se pretende dar a los estudiantes del país, a nuestros hermanos, hijos y nietos, es el de reclutas en un campamento militar, novicios de convento, carne de cañón de bandas armadas. No se deja mayor espacio a la decisión individual ni se deja a las familias, una vez puesto en marcha el sistema, escoger lo que creen mejor para sus hijos.
En todo caso se trataría de un primer paso para luego llegar al control de los niños por el régimen, como sucede en Cuba, se está implantando en Venezuela, sucedió en la Alemania nazi y fue regla en la Unión Soviética.
De lo insuficiente pasaríamos a lo pésimo
El propósito de la regimentación de niños y jóvenes se evidencia con la imposición de quince horas más de permanencia de los estudiantes en las escuelas, lo que equivale a forzarlos a pasar ocho horas diarias cinco días a la semana, un incremento de más de un treinta por ciento. Lo probable es que luego se pida a los estudiantes incorporarse "voluntariamente" a otras actividades los fines de semana, para separarlos más aún de sus familias y entornos.
A los niños no se les puede imponer más horas de las que ahora reciben, pues equivale a usurpar el tiempo que dedican al juego, a ayudar a sus familias o a aprender lo que no se enseña en las escuelas, como oficios, artes y manualidades o estudios diversos. Un gran porcentaje de niños aprende desde baile hasta tocar instrumentos musicales, mientras otros leen o reciben clases de idiomas.
El MINED quiere extender su control a colegios, academias y universidades privadas, que se sostienen con los ingresos que reciben de padres de familia o ayudas externas. Se quiere pasar encima del hecho de que prácticamente todos los centros de enseñanza privados tienen una educación muy superior en calidad a la de las entidades públicas; en lugar de elevarse, los niveles educativos del país se desplomarían, por el hecho de que un factor básico de control, la competencia, se pierde.
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