El espíritu de la Constitución que obliga a los diputados a enmendar la forma errada en que se eligen hasta ahora es uno de los hechos más trascendentales en nuestra democracia, si se hace bien, será la pieza angular que permitirá que la débil institucionalidad del país tome un nuevo rumbo, pues en la Asamblea se originan algunos de los vicios más importantes.
Escrito por Rafael Castellanos.15 de Enero. Tomado de La Prensa Gráfica.
“ Los diputados (los partidos) tienen la oportunidad de hacer bien las cosas con la reforma de listas no cerradas. Entre ustedes hay muchos patriotas, decentes, no nos burlen nuevamente.”
La reforma electoral relevante es la de las listas para elegir diputados, eliminando el carácter cerrado, que ha permitido que a lo largo del tiempo sean las cúpulas de los partidos quienes escojan diputados y su lealtad se la deban a ellos y no a los electores, ni le den cuentas a los que se deben, sino a las cúpulas si quieren seguir en la carrera de diputado.
Es muy buena noticia que los diputados están trabajando en eso y han avanzado, sabiendo ellos y la sociedad que vigila estrechamente que bien hecho es soltar el poder al que están tan apegados. Ya salió el primer proyecto de listas no cerradas, ¿va por buen camino? No, hay indicios de que podría burlarse la sentencia y la voluntad popular por declaraciones de algunos diputados, es el momento de velar porque se haga bien, antes de que sea golpe dado.
Los votantes deben elegir a los diputados, según manda la Constitución. Lo ideal sería que cada diputado respondiera a una pequeña circunscripción de votantes que lo conozca, como a los alcaldes y los elija por su mérito, sin importar al partido que pertenezcan y le pidan cuentas al final del período.
Parece que eso no será aún así, solamente ARENA se ha manifestado a favor de algo así, el resto no lo desea. Quizá el cambio es brusco, pero a eso hay que llegar, hoy o más tarde.
El proyecto de lista no cerrada que salió, aparentemente con la anuencia de todos los partidos, aun de ARENA que no estaba presente en la reunión, puede hacerse bien.
Tenemos cosas buenas, hay fotos, hay nombres, hay números... pero como dice el refrán, “el diablo está en los detalles”.
Según explican, se puede votar por partido marcando la bandera y si no marca foto, queda el orden que decide el partido. Aquí se habla de “privilegiar” o escoger por el partido a uno o a más, en esa discusión están.
Algunos partidos pretenden inscribir unos cuantos diputados en determinados lugares, sin llenar la lista. Esa es una forma de escoger diputados, sin darle opciones al pueblo.
Si solamente hay dos candidatos en un lugar en que esperan sacar dos, la elección la hizo el partido, no darían al electorado la opción de escoger a quienes consideren mejores de una lista, aun del mismo partido. No se forzaría a los partidos a que se esmeren en llevar a los mejores candidatos posibles, que es de lo que se trata, no a los más obedientes, o a los que “tienen ganado su puesto por servicios al partido o cuotas de poder”, no habremos solucionado nada.
Es difícil que los partidos renuncien fácilmente a los privilegios del poder que detentan con el actual sistema, aunque sea ilegítimo, pero eso nunca les ha preocupado, con muy pocas y honrosas excepciones. Los dirigentes de los partidos y los diputados que dan la cara en la Asamblea han defendido más sus intereses, los de grupos económicos como los buseros, que están allí y muchos otros.
Por eso mismo, ahora que está en proyecto, no ha salido aún de la Asamblea, ni enviado al Ejecutivo para ratificación, aún se puede influir, presionar, alzar la voz y el volumen para que la población no sea burlada nuevamente.
Háganos creer en ustedes, señoras y señores diputados, entre ustedes hay gente patriota y muy decente, esperamos que piensen esta vez en el bien común, no nos burlen nuevamente.
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