Actualmente, más de la mitad de la fuerza laboral de El Salvador se inserta en el mercado de trabajo de manera deficitaria, ya que se encuentra subempleada o desempleada, según datos del informe.
Escrito por DPA.18 de Enero. Tomado de La Prensa Gráfica.
El Salvador no podrá desarrollarse y seguirá teniendo un desempeño "mediocre" si no se produce un quiebre con el modelo actual de desarrollo que lo ha convertido en el tercer país más consumista del mundo, expresa el Informe sobre Desarrollo Humano 2010 de este país centroamericano, presentado hoy por el PNUD.
El informe del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), denominado "De la pobreza y el consumismo al bienestar de la gente. Propuestas para un nuevo modelo de desarrollo", señala que todos los modelos de desarrollo aplicados hasta la actualidad en El Salvador, por más de 60 años, han sido deficientes.
Según William Pleitez, coordinador del informe, todos los modelos aplicados hasta la actualidad (agroexportación, industrialización por sustitución de importaciones, promoción de exportaciones y atracción de inversiones) han tenido una "deficiencia fundamental: han hecho de los bajos salarios de los trabajadores la principal ventaja para insertarse en los mercados internacionales y del subempleo la forma predominante de sobrevivencia de la mayoría de la población".
Actualmente, más de la mitad de la fuerza laboral de El Salvador se inserta en el mercado de trabajo de manera deficitaria, ya que se encuentra subempleada (44.3%) o desempleada (7.3%), según datos del informe.
También señala que esa "deficiencia fundamental" ha estado relacionada con dos aspectos básicos: una macroeconomía débil y una política social de carácter subsidiario en el proceso de desarrollo.
El Informe de Desarrollo Humano de El Salvador (IDHES), destaca entre algunas de las razones de la débil macroeconomía el crecimiento promedio de un 2.76% entre 1960 y 2009, es decir, inferior al de todos los países centroamericanos, con excepción de Nicaragua.
También señala que durante ese mismo período el producto interno bruto (PIB) per cápita creció un 1.1% por año. De mantenerse ese nivel histórico, El Salvador tardaría 29 años en alcanzar el nivel actual del ingreso per cápita de Costa Rica y 45 años para alcanzar el nivel actual de Chile.
Durante los últimos 30 años, las tasas de ahorro e inversión promedio han sido del 15% y el 16% del PIB respectivamente, un nivel muy inferior al 25% que han logrado los otros países de América Latina, detalla el informe.
Además, sostiene que los niveles de ahorro e inversión han sido bajos debido a la alta propensión al consumo, que históricamente ha sido superior al 90 por ciento del PIB.
"Durante los últimos años el país incluso consume más de lo que produce: en el 2009, por cada $100 que el país produjo, se consumieron $102.4", dijo Pleitez.
Es por eso que El Salvador ocupa la tercera posición en el mundo de los países con mayor consumo respecto a su producción total, indicó el coordinador del informe.
Por otra parte, Pleitez señaló que la política social con carácter subsidiario no ha tenido los efectos esperados porque en lugar de favorecer a los más necesitados ha estado beneficiando a los más ricos.
"Los subsidios no consiguen ser herramientas redistributivas eficaces pues no logran su objetivo de beneficiar a los más pobres. Para el caso, mientras el diez por ciento de la población más pobre recibe solamente el 6.2% de los subsidios al transporte colectivo, energía eléctrica y gas licuado, el diez por ciento de la población más rica del país recibe el 11.2%", dijo Pleitez.
Ante ese panorama, el PNUD propone romper con el modelo actual y crear uno nuevo en el que la gente esté en el centro del proceso de desarrollo. "Aportarle a la gente por medio de una política social amplia y articulada, es, al final de cuentas, la única manera de crear un mejor nivel de bienestar en la sociedad, de tener mejores resultados económicos y de salir del subdesarrollo, puntualiza el PNUD.
"Contrario a lo que cualquiera pueda decir, en El Salvador hay recursos para invertir en una adecuada política social", indicó Pleitez.
Concretamente, el nuevo modelo se lograría a partir de la construcción de un círculo virtuoso que permita aumentar sostenidamente los niveles de ahorro, inversión, competitividad, crecimiento y empleo, apunta el PNUD.Para ello, la estrategia propuesta se apoya en cinco pilares: una nueva política social, política salarial basada en la productividad, reorientación de la política macroeconómica, un cambio de prioridades en la política sectorial y reformas institucionales, concluye el PNUD en su informe.
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