Lo probable es que sobrevenga una hambruna y comiencen desplazamientos en masa de los desesperados…
05 de Enero. Tomado de El Diario de Hoy.
Un paso de enorme importancia para defender la revolución y la marcha al socialismo se acaba de anunciar en Cuba, "territorio libre de América": en adelante no se va a distribuir ni jabón ni pasta de dientes como parte de las vituallas que se entregan a los pobladores, que ahora tendrán que ingeniárselas para conseguirlos a precios de mercado, si es que los encuentran. Los hermanos Castro han pedido un nuevo sacrificio a los cubanos, "que se aprieten el cincho" y que anden muy aromáticos de cuerpo y aliento.
A fin de cuentas la pasta de dientes es un invento relativamente reciente, aunque el jabón se descubrió antes de que surgieran las primeras civilizaciones. Como la carne se asaba y la grasa caía sobre las cenizas, en algún momento estelar un cavernícola descubrió que esa mezcla servía para lavarse las manos y el cuerpo; pero "la edad del jabón" está llegando a su fin en Cuba.
La transición del jabón al no jabón se ha venido haciendo desde que los revolucionarios bajaron de la Sierra Maestra, primero porque era proverbial que en la montaña no abundaba el jabón y segundo porque el jabón revolucionario que se distribuyó hasta finales de diciembre, era de pésima calidad. Lo que ha venido salvando a los pobres isleños es el jabón que sus parientes, "los gusanos" que viven en Miami, les envían regularmente. Jabón, pasta de dientes, pastillas para el dolor de cabeza, cremas para el cuerpo, todo eso es de rigor en los paquetes que van de Estados Unidos a Cuba.
Pero igual sucedió cuando el marxista Salvador Allende era presidente de Chile: cuando los chilenos recibían visitas de extranjeros, les imploraban por lo mismo: que les llevaran jabón, analgésicos, lociones, cepillos de dientes, gotas para los ojos, sostenes para las señoras, etc.
También una amiga alemana iba cargada de esa suerte de encargos cuando viajaba a Praga que, en ese entonces, se esforzaba por construir el socialismo.
Más graves son los despidos de gente
Se dice que las cosas sólo se aprecian hasta que se pierden, ya sea porque, como en Cuba, se vuelven artículos de gran lujo, o porque se llega a un país pero la maleta fue enviada a otro aeropuerto, y se descubre que allí no hay bebidas embotelladas, los jabones son pésimos, las medicinas las prepara el boticario y la ropa está cortada para cuerpos con otras dimensiones.
Esto del jabón trasciende lo casero, pues hay quienes miden el grado de bienestar de un país de acuerdo con el consumo de jabón per cápita. O de papel periódico. O de teléfonos en uso. En todos esos rubros los pobres cubanos salen muy mal parados, como puede constatarlo cualquiera que haya hojeado el único periódico autorizado, Granma, que por lo general tiene ocho páginas, seis de las cuales reproducen discursos de Fidel.
La pregunta ahora es qué cosas van a suprimirse en la próxima "aprietada" del cincho que ordene el régimen. ¿Serán zapatos? ¿O los anteojos? ¿Cuál de los harapos? ¿O los frijolitos como está a punto de pasar en esta tierra? Es posible que se decrete el uso universal de la minifalda para todas las cubanas, no por cuestiones de seducción sino para ahorrar tela. Manténganse sintonizados…
Si grave es la supresión del jabón, todavía lo es más la de un millón de empleos en un país donde no hay una estructura económica que absorba ni la décima parte. Lo probable es que sobrevenga una hambruna y comiencen desplazamientos en masa de los desesperados…
elsalvador.com, Ni jabón ni pasta de dientes van a distribuir en Cuba
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