Evangelina del Pilar de Sol.24 de Enero. Tomado de El Diario de Hoy.
Existe una guerra en curso contra las iglesias cristianas --principalmente la Iglesia Católica--, cuyo fin es el mismo que tuvieron el nazismo y comunismo, destruir nuestra religión.
Vemos cómo la Comisión Europea ha lanzado una agenda escolar para 2011-2012, incluyendo fiestas religiosas como el BasaKhi-Day de los sikh, el Janmâshtami hindú, o el Aïd-el-Kebir musulmán, pero omitiendo todas las cristianas, incluyendo la Navidad. La Unión Europea ha impreso millones de ejemplares para distribuirlos gratuitamente.
Vemos cómo en España se han clausurado iglesias como la Basílica Pontificia del Valle de los Caídos o recientemente la Capilla de la Universidad de Barcelona, donde estudiantes "progresistas laicistas" llegaron a agredir a la feligresía en plena misa, justificando las autoridades estos cierres con la cantaleta de que no habrá más misas hasta que pueda garantizarse la seguridad de los fieles... (nunca).
Hay abierta persecución contra los cristianos en Asia, África y Medio Oriente.
Es preocupante que no se comprenda que si el cristianismo se destruye, la democracia y los derechos humanos correrán igual suerte, porque los principios plasmados en ambos, están basados en las enseñanzas cristianas.
Esta guerra no sería tan peligrosa si los cristianos la advirtieran y comprendieran, pero muchos participan de tal incomprensión.
Como ejemplo hemos visto con tristeza en programa televisivo, a un sacerdote criticar fuertemente a las personas de ONGs pro-vida, calificándolas como "obsesivas", cuando lo que hacen es salvar de la muerte a bebés, cumpliendo el 5° Mandamiento: "No matar". Decir "obsesiva" es definir a una persona "perturbada anímicamente por una idea fija" y "perturbada", significa tener "alteradas sus facultades mentales".
Esta ofensa lanzada es porque según este pastor católico, salvar a un niño de la muerte debe ir unido a proveerlo, a él y a esos miles de bebés salvados hasta ahora, con una vida digna. Esto es, proveerles alimentos, educación, vivienda, ropa, conociéndose perfectamente que éstas son obligadas responsabilidades de todo Estado que procura el bienestar de sus ciudadanos mediante leyes, programas, gravámenes recaudados para esos fines y no de una colectividad anónima y abstracta de particulares. Preguntamos entonces… si no se responsabiliza esta última… ¿mejor que mueran?
Bajo esta premisa puede calificarse de "obsesivos" también a los médicos que salvan en hospitales públicos a miles de niños --en extrema pobreza o víctimas de la miseria--, o igualmente "obsesivas" a las personas altruistas de fundaciones, cuyo fin es salvar a niños con cáncer, con discapacidades, etc., por no hacerse cargo de cuidarlos por el resto de su vida. ¿Será que deberían dejarlos morir?
Sería bueno que el apreciable sacerdote, tantito equivocado, conociera que esto que él exige como derecho prioritario --que parece no ser exactamente la vida--, ya se está dando en el "Hogar María Isabel", que acoge a madres solteras y sus bebés --con altos índices de pobreza, abuso y abandono--, proveyéndoles de casa, comida y educación, en cuanto alcancen los fondos recolectados para tal fin.
Pero en esta guerra sí tenemos a muchos buenos soldados pastores consagrados, como Monseñor Richard Anthall, destacado por su valiente enfrentamiento contra las corrientes anti-cristianas, luchando como defensor de la vida, familia, rescate de nuestros valores morales y apoyando a grupos pro-vida contra esta batalla marxista, por lo que, conociendo que tendrá enemigos por cumplir con su deber que amenazan estos planes comunistas, pedimos a Dios no sea víctima de posibles intrigas.
El pensamiento pro-aborto y pro-matrimonio homosexual --que no procreará hijos--, es lucha feroz de la izquierda marxista para lograr el control natal y destruir la familia.
Razón tiene el tirano Muammar Gadafi, al asegurar que en un futuro cercano, --aprovechando el movimiento abortista--, sin disparar un tiro el Islam será la religión del mundo y ellos los dueños, porque mediante el vientre materno islamista --razón de la invasión musulmana en los países de Europa y USA--, sus retoños serán los ciudadanos allí.
Recordemos que Jesucristo es nuestra cabeza, y nosotros su cuerpo, con manos, cerebro y corazón para luchar. Hagámoslo.
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