El Seguro está por iniciar la tercera ampliación del área de Nefrología para dar respuesta al aumento de afiliados con insuficiencia renal. Sumarán 32 nuevas máquinas, con ello se absorberá a quienes reciben terapia manual
Yamileth Cáceres.02 de Enero. Tomado de El Diario de Hoy.
El incremento de los casos de Insuficiencia Renal Crónica (IRC), en el país, también tiene su impacto en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), el Servicio de Nefrología cada vez se vuelve más pequeño para la cantidad de pacientes que necesitan tratamiento sustitutivo.
En seis años, el número de derechohabientes atendidos en el Hospital Médico Quirúrgico con problemas renales se ha triplicado. Para 2004 había 454, para este año hay 1,300.
Las máquinas de diálisis y hemodiálisis que suplen parte de la función de los riñones no son suficientes para todos los que las requieren. Al momento hay 84 máquinas para ambos tipos de tratamiento.
César Hernández Zapata, jefe del Servicio de Nefrología del ISSS, explicó que en hemodiálisis tienen 357 enfermos; en diálisis intermitente, más de 200, y en diálisis ambulatoria casi llegan a los 400, estos últimos se hacen el procedimiento en sus viviendas.
Pero hay 150 pacientes con insuficiencia renal crónica que reciben su tratamiento de forma manual en los servicios de hospitalización porque las máquinas no alcanzan para atenderlos.
"Estos son los nuevos que van apareciendo, entonces se les pone catéter blando y se dializan en los módulos de medicina porque no pueden entrar en el programa", comentó Hernández Zapata.
Al nefrólogo le preocupa el aumento de casos de la enfermedad, a modo de ejemplo detalló que en 1984, cuando instalaron el servicio en el MQ, había 26 pacientes en diálisis y ahora hay más de 200.
Desde esa fecha a la actual han tenido que ampliar en dos ocasiones el servicio en el que se ofrecen ambos tipos de terapia sustitutivas, la primera fue entre 2006 y 2007 y la otra en octubre del año pasado, pero ya se preparan para iniciar una nueva.
La idea es poder incluir por lo menos a 100 de los afiliados que reciben tratamiento manual fuera del servicio.
"A parte de que van surgiendo nuevos pacientes, (los que ya están en el programa) viven más tiempo", expresó el nefrólogo.
Para el otro año se espera ampliar de 28 máquinas de hemodiálisis a 44, y de 56 de diálisis a 72. Estos equipos limpian las impurezas del cuerpo de los enfermos, una de las funciones que el riñón ya perdió. Mediante un catéter se conectan a los aparatos y se les introduce un suero.
Es una rutina que deben realizar de por vida o hasta que logran un trasplante de riñón; si no, se mueren.
En el ISSS, que se encarga de atender a un poco más del 20 por ciento de la población, se diagnostican al mes 20 nuevos casos en etapa terminal.
En el hospital Rosales, el principal centro de referencia público del país se detectan 50 personas que requieren diálisis y hemodiálisis, pero no todos se quedan, una buena parte prefiere no regresar.
En total unas 500 personas son tratadas en ese centro, pero el Servicio de Nefrología colapsó hace varios años, por lo que se han tenido que utilizar servicios de hospitalización para este fin o donde haya camas disponibles.
Los pacientes con insuficiencia renal viven un calvario para poder recibir la terapia sustitutiva, ya que deben esperar dos, tres días y hasta una semana en el área de la Emergencia para ocupar una cama e iniciar la diálisis.
En el Bloom, al mes se diagnostican de uno a dos nuevos casos y al igual que el resto de los establecimientos, el área de nefrología está saturada. En ocasiones deben reducir las horas del tratamiento para poder atender la demanda.
El llamado de los nefrólogos es a la prevención, porque de seguir esta tendencia, en unos años el tratamiento de la insuficiencia renal será insostenible. Una opción es incrementar el número de personas en diálisis ambulatoria y potenciar el trasplante de riñón.
Al momento, solo el Seguro Social dispone de un programa sólido; en el Bloom, desde 2000 se realiza este tipo de cirugías, pero debido a la falta de recursos financieros pocos infantes son beneficiados al año. El Rosales se prepara para iniciar el próximo año.
Solo el Seguro Social invierte $8.4 millones anuales en atender a los afiliados afectados por esta enfermedad. Un paciente en hemodiálisis, al mes, le cuesta al ISSS $1,150; la diálisis, $1,200 y la diálisis ambulatoria, $480.
Según Hernández Zapata, tienen una sobrevida de 23 años y, en diálisis, de 14 a 15 años. Otro de los proyectos que evalúa el Seguro es dotar de máquinas a los derecho- habientes, para que realicen la terapia en su vivienda.
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