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2011/01/18

Contra Punto-Imagen redimida de la Fuerza Armada - Noticias de El Salvador - ContraPunto

 Según el Informe de la Verdad la fuerza armada fue la responsable de más de 80 por ciento de los crimenes que se cometieron en la guerra civil  

Por Nelson Rentería.18 de Enero. Tomado de Contra Punto.

 

SAN SALVADOR – Al finalizar los 12 años de cruenta guerra civil la imagen de la Fuerza Armada quedó desprestigiada por las innumerables masacres y violaciones a los derechos humanos, pero a casi dos décadas después de firmada la paz, la institución castrense es “la más querida” por los salvadoreños.

Irónicamente, sus antiguos enemigos en la línea de fuego, el ahora gobierno de la ex guerrilla izquierdista del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que en algún momento pidió la disolución del Ejército, es el que le ha dado un importante protagonismo.
El 16 de enero de 1992, en el Castillo de Chapultepec, en México, el Gobierno y el FMLN estamparon sus firmas en los Acuerdos de Paz y ponían fin a doce años de guerra. Este año se celebran 19 años del acontecimiento.
El conflicto armado costó unos 75 mil muertos, 8 mil desaparecidos y miles de lisiados de ambos lados, según las estimaciones oficiales.
Las Fuerza Armada de El Salvador (FAES), como otras tantas en Latinoamérica, fueron de las herramientas principales para la instauración y mantenimiento de regímenes totalitarios, que en el caso del país duró desde 1930 hasta 1979.
El informe de la Comisión de la Verdad le atribuye numerosas masacres, entre ellas las cometidas por el temido Batallón Atlacatl en diversas zonas, como la de “El Mozote”, la Quesera y la ejecución de los sacerdotes jesuitas y sus colaboradoras en noviembre de 1989.

Imagen renovada

Pese al recelo de algunos sectores radicales de izquierda, en la actualidad el Ejército juega un papel importante en las labores de seguridad del país, luego de las atribuciones que le otorgara el presidente Mauricio Funes.
Los salvadoreños sumergidos todos los días en una ola de inseguridad y criminalidad, que cuesta 12 homicidios diarios, avalan las labores de los militares en los centros penales, pasos fronterizos y calles de zonas de alta peligrosidad.
La jesuita Universidad Centroamericana (UCA), que fue víctima de las acciones militares, presentó recientemente los resultados de una encuesta en la que señala que el Ejército es la mejor institución evaluada por los salvadoreños, ya que el 43,5% de los encuestados tiene una “buena imagen” de ellos.
La FAES se encuentra por sobre la iglesias de diferentes denominaciones, la Policía Nacional Civil (PNC) y la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDDH), estas dos últimas creadas a partir de los acuerdos de Chapultepec.
El rector de la UCA, Andreu Oliva, cree que el “protagonismo” que ha tenido el Ejército en los últimos meses en labores de seguridad ciudadana ha abonado al fenómeno de aceptación.
“Una Fuerza Armada que protagonizó y defendió a las dictaduras, estuvo en golpes de Estado, veía al pueblo como un enemigo, que realizó masacres a mansalva, ahora se la ve más como una Fuerza Armada que está al lado de la población ayudando a resolver el principal problema que es el de la delincuencia”, dijo recientemente en rueda de prensa.
En el año 2010 los homicidios en El Salvador cerraron un 9% menos respecto al año 2009. Para entonces, la cifra cerró con 4.365 homicidios, mientras que el año anterior se habrían reducido 368 homicidios.
Sin embargo, los índices de muertes continúan siendo los más altos a nivel latinoamericana, superando incluso a México, que enfrenta una cruda guerra con los carteles de la droga y a Colombia, inmersa por décadas en una guerra interna.
El sociólogo Fidel Orellana indica que el cambio de imagen “radical” que ha sufrido el Ejército se debe a los fenómenos coyunturales de violencia por los que pasa el empobrecido país centroamericano.
“Ahora la gente, lo ve en función del clima de inseguridad que se está dando. Entonces la Fuerza Armada puede ser un elemento para aminorar este clima de inseguridad”, dijo a ContraPunto.
Rol de Seguridad
La ola de violencia, elevadas tasas de homicidios, extorsiones y otros delitos no es un tema nuevo. Similares problemas enfrentaron en la última década los gobiernos anteriores de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) sin poderlos resolver.
Con el ascenso del primer gobierno de izquierda, liderado por Mauricio Funes, el gabinete de seguridad decidió en noviembre del 2009 desplegar unos 2 mil militares en las calles para acompañar a la policía, pero poco a poco el número fue en aumento.
Esta no es la primera vez que un mandatario recurre a la FAES para tareas de seguridad, los gobiernos de los ex presidentes Francisco Flores (1999-2004) y Elías Antonio Saca (2004-2009) recurrieron a contingentes militares para custodiar zonas controladas por las violentas pandillas.
Además, en medio de fuertes críticas nacionales e internacionales mantuvieron a un contingente militar salvadoreño en Irak para apoyar a los Estados Unidos en supuestas labores de reconstrucción y ayuda humanitaria.
El Salvador fue el único país de Latinoamérica en tener presencia en el Medio Oriente.  
Bajo la administración de Funes se estipuló que los militares reforzarían a la policía por un máximo de 180 días, pero la labor se ha extendido por más de un año. Actualmente existe alrededor de 7 mil soldados en tareas de seguridad.
El vicepresidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Jorge Daboub, sostiene que las labores de la FAES son buenas porque reducen los preocupantes índices de violencia, pero que esas labores no son sus atribuciones de ellos. 
“La delincuencia se redujo un poco cuando las FAES salió a las calles, ¿cuánto tiempo vamos a esperar que la policía haga su trabajo? Porque este no es el trabajo de la FAES”, dijo el líder empresarial.

¿Enemigos íntimos?

Para algunos analistas con el fin de la guerra hace 19 años también acabaron los enemigos a muerte, en tiempos donde se construye una democracia, se habla de adversarios políticos.
El sociólogo Fidel Orellana sostiene que una muestra de ello es que el gobierno de Funes y la FAES mantienen un “pacto de caballeros”, a pesar de que existan grupos ortodoxos dentro de la derecha e izquierda que aún mantienen fantasmas de la guerra.
“Si solo fuera el partido (FMLN) y la FAES, habría una cierta contradicción (…) Hay un sector militar que mientras no le toquen sus intereses se mantienen llevando la fiesta en paz. Los sectores militares vinculados a una ideología, al capital, están allí presentes”, expresó.
Para el vicepresidente de la ANEP Jorge Daboub la decisión de mantener a la FAES en la calle y darle protagonismo es un tema delicado, ya que por un lado sus operativos están siendo de mucha utilidad para el país, pero que la vuelve vulnerable sobre todo políticamente.
“Hay que mantener todas las preocupaciones del caso, si bien es cierto ha funcionado, también ha funcionado para que algunos políticos (…) estén desprestigiando o dañando a una FAES que hoy por hoy es una de las instituciones que más aprecia el salvadoreño”, expresó Daboub.
La gremial empresarial demanda de las autoridades del Estado una mayor coordinación para combatir la delincuencia.
Pero la aceptación de los militares y sus labores de seguridad pueden tener un problema más de fondo que puede terminar minando la democracia, según el sociólogo e investigador Enrique Gomáriz.
Gomáriz sostiene que los salvadoreños se han creado la imagen de que el problema de violencia se solucionará con mecanismos de represión y eso debido a la falta de entendimiento de todos los sectores para crear una política nacional de seguridad.
“Acabará explotando en el sentido más general, o sea, vendrá un tipo que dirá ´yo voy a resolver todo esto en dos manotazos´, hará una propuesta totalmente autoritaria, de estado de excepción permanente y esto será una vuelta a la dictadura”, dijo a ContraPunto. 

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