10 de Enero. Tomado de Diario Co Latino.
El inicio de año, las y los salvadoreños lo recibimos con los precios altos de los combustibles, y con la amenaza de que sigan subiendo.
El tema es serio, por supuesto, porque somos consumidores y estamos a expensas no solo de las transnacionales que comercian los derivados del petróleo, sino del libre mercado. Este segundo aspecto, es donde está la clave de aumentar los precios desmedidos o aplicar tarifas justas.
Claro, los que conocen del mercado y del neoliberalismo, saben que el libre mercado jamás podrá poner precios justos, pues al mercado no le importa si se trata de una nación rica o en la miseria, como la nuestra.
Y es que El Salvador, es un país que vive en la miseria, pues, casi cuatro millones y medio de la población vive en la pobreza. De estos, un millón 116 mil personas, es decir, el 22% de la población vive con ingresos inferiores al costo de la canasta básica, y que un millón 700 mil tienen ingresos de supervivencia, según el libro Atlas de la Pobreza, del economista Salvador Arias.
Con indicadores de pobreza, como los apuntados arriba, deberían obligar a los gobiernos a interferir en los mercados estratégicos, como la energía, la alimentación, entre otros.
En este caso, la intervención debería ser en los combustibles. No se trata, por supuesto, de que las transnacionales no ganen, pues, la lógica del mercado es ese, y El Salvador, lamentablemente no es un país socialista, sino capitalista, pero, con un gobierno de conciencia social, de ahí que debe intervenir en los precios de estos productos.
Durante 2010, en El Salvador, los combustibles sumaron 31 semanas de incrementos, según la Asociación Salvadoreña de Distribuidores de Productos de Petróleo (ASDPP). Estos, por supuesto, movidos por el mercado internacional.
No obstante la ASDPP asegura que una opción para disminuir los precios sería la aplicación de la nueva fórmula de precios de referencia del combustible, que supuestamente ha sido elaborada por el Ministerio de Economía, y que está en poder de la Secretaría Técnica de Casa Presidencial.
Este gobierno se ha caracterizado por ser muy cuidadoso, por estudiar a fondo las cosas y buscar consensos. De ahí que se explique el porqué no se ha puesto en vigor la nueva fórmula, no obstante, los precios hasta la fecha alcanzados, obligan a que se acelere la implantación del nuevo mecanismo, de lo contrario, los precios de los combustibles podrían igualar a los que teníamos en 2008, que el precio de la gasolina llegó a cinco dólares.
Y es que el problema fundamental es el efecto de cascada que los precios de los combustibles generan, pues, incrementan las tarifas de la flota que transporta las mercaderías y el empresario le sube a los productos para que sea el consumidor quien cargue con el incremento. Y así sucesivamente, en otros productos y servicios.
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