Comentarios mas recientes

2010/11/20

LPG-Juventud interrumpida

 Escrito por Carlos A. Rosales.20 de Noviembre. Tomado de La Prensa Gráfica. 
carlos32262@yahoo.com

Se supone que los hijos enterremos a nuestros padres y no al revés. Pero en El Salvador, la lógica y las leyes de la naturaleza no aplican. Aquí, diariamente nuestra juventud, la más grande promesa de toda sociedad, cae abatida en el torrente de plomo que siega sus vidas.

Cuando Ricardo (nombre ficticio, por respeto a la víctima y su familia), de 25 años, llamó a su madre al salir del trabajo un viernes reciente para decirle que se retrasaría en llegar a casa, el joven profesional jamás imaginó que esa sería la última vez que escucharía la voz de su progenitora. Dos balazos al pecho pronto le pondrían fin a su corta vida.

El joven hacía alto en una concurrida arteria de la capital, cuando dos delincuentes –jóvenes también– en moto intentaron robarle el vehículo en que se transportaba. La víctima, al ver que uno de los delincuentes desenfundaba su arma de fuego, se defendió tratando de arrollar a sus atacantes. Pero, tan pronto los agresores pudieron, uno de ellos disparó dos veces contra su víctima. Los balazos impactaron en el tórax del joven, lo que provocó su muerte inmediata.

El cadáver de Ricardo quedó sobre el volante del vehículo y ante la mirada atónita de decenas de personas que presenciaron el ataque, a plena luz de la tarde capitalina. Testigos dijeron que ese sector es dominado por pandilleros que se dedican a robar en los semáforos y altos de la zona.

La noticia se regó como pólvora entre familiares y amigos de la víctima, compartiendo el horror de perder un ser querido de manera tan violenta y sin sentido. El dolor no cede en este país, historias como esta son demasiado comunes. La carnicería que a diario sangra a la población choca violentamente con las declaraciones oficiales que insisten en que los homicidios y la delincuencia van en descenso.

El Salvador tiene la segunda tasa de homicidios más alta del planeta, 55.3 por cada 100,000 habitantes. Solo Iraq nos supera con 89. Y el llamado Triángulo del Norte —El Salvador, Honduras y Guatemala— con Jamaica y Venezuela encabezan la lista de los países más violentos del hemisferio occidental.

Esto sucede en un contexto de crisis que vive la juventud, que incluye la falta de futuro para muchos y la creciente tendencia hacia la criminalización de los jóvenes.

Tanto en México como en Centroamérica y el Caribe, la juventud es cada vez más propensa a ser tanto la víctima como victimaria de la violencia.

En lo que va del año, más del 58% de las víctimas de los casi 3,400 homicidios contabilizados en El Salvador tenía menos de 30 años de edad. La situación se complica ante el creciente uso de la juventud por el crimen organizado.

Como fondo están las enormes debilidades y carencias de los aparatos estatales y su incapacidad manifiesta para ofrecer seguridad a la ciudadanía. Los gobiernos han fracasado, además, en diseñar e implementar políticas públicas y medidas adecuadas en torno a la prevención y la reinserción de jóvenes delincuentes a la sociedad.

Los involucrados en el asesinato del joven graduado del ITCA –muerto tras una estúpida disputa vial generada por la fatal combinación de testosterona, velocidad y alcohol–, así como los 27 jóvenes muertos tras el incendio del Centro de Readaptación Intermedio de Ilobasco, también han tenido su juventud interrumpida, ya sea por la muerte prematura de las víctimas o por las largas condenas que deberán purgar los culpables.

Juventud interrumpida

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.