Escrito por Gabriel Trillos.14 de Noviembre. Tomado de La Prensa Gráfica.
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El tema de los tributos es sumamente delicado. El solo mencionarlos, en medio de una economía muy débil aún, desata los más encendidos debates y las más crueles incertidumbres. El presidente Funes salió al paso en una conferencia de prensa y anunció la construcción de una carga tributaria especial para un sector específico de la población, al que denominó “gran capital”, para financiar a la Seguridad y anunció el veto a la no declaración de patrimonio.
El solo hablar de pagar más le pone los pelos de punta a cualquiera, especialmente, pienso yo, a todos los que tenemos rostro tributario, que tenemos NIT o que se nos descuenta renta, pensiones, seguro social y hasta vialidad municipal en la planilla; a todos aquellos que quedamos en una trampa de osos si hay aumento en el descuento de renta, aumento del IVA, aumento en el precio de la energía, eliminación del subsidio del gas o de agua, aumento en el precio de la gasolina, o si hay que pagarle a los buseros para que conduzcan sus chatarras por la ciudad; o si hay que ponerle impuesto a las llamadas telefónicas; aquellos que pagamos los impuestos municipales, que nadie sabe cómo es que se calculan, en la factura eléctrica y que van al alza, así como otras tasas municipales, y que además hay que ver cómo se paga a la agencia de seguridad o al sereno armado con machete o la pluma de la entrada de la calle para estar más o menos a salvo; que no podemos dejar de pagar el impuesto que ya tiene el combustible por FOVIAL, guerra, FEFE, etcétera.
Sin duda hay que ser solidario, que se necesitan más recursos para las instituciones de Seguridad, y que el Gobierno necesita aumentar los ingresos. Creería yo que la vía fácil son los impuestos, pero hay otras formas de obtener ingresos que deberían estar siendo puestas en práctica.
Una de ellas es confrontar de manera decidida el contrabando, no solo el de hormiga de puntos ciegos y fronteras; sino a los grandes, a los que controlan el mercado negro, a los que vacían furgones en bodegas en alrededores de mercados y en el centro. Allí mismo, en el corazón de la capital existe un punto neurálgico conocido por las autoridades, pero no se deciden a emprender medidas de fondo y de choque para entrarle al mercado negro. Las cifras por el contrabando de propano son millonarias.
Por otro lado, hay que entrarle pronto a la concesión de proyectos, que nada tienen que ver con privatizar. El Gobierno ha tenido el Puerto de La Unión perdiendo grandes cantidades de dinero. No produce nada. No gana nada el Gobierno. Y continúa gastando. No hay que ser un connotado economista para darse cuenta del modelo que se debe usar para que el Gobierno obtenga ingresos del puerto, para dinamizar la economía de la ciudad, para potenciar empleos. Pero se avanza muy lento. A esta altura, las famosas alianzas público-privada por lo menos deberían tener portafolios de proyectos a invertir en energía, transporte, sector agrícola, puertos.
Claro, en medio, surgen las sórdidas discrepancias entre Gobierno y gremiales empresariales, que de continuar estaremos dando vueltas en círculos. Funcionarios de Gobierno y empresarios y políticos y académicos deberían estar creando la agenda de nación, pero crearla no en grandes comisiones burocráticas, sino en reuniones de trabajo, en donde se puede hablar con sensatez y llegar a acuerdos. Tras los discursos dados por dos grandes empresarios, a mediados de octubre, en el lanzamiento de un importante proyecto de inversión y generador de empleos en Soyapango, no ha pasado nada. Muchos esperamos que realmente esos mensajes no sean palabras que se las lleve el viento. El país necesita que se concreten.
solo deseo hacer saber que soy Salvadoreno canadiense;y que manejo mi carrito por carreteras;muy buenas, que siempre tengo energia electrica, el alumbrado en las calles es muy bueno, y todo porque todos pagamos impuestos;el que gana menos paga menos, y el que obtiene mayor ingrezo,paga mas; y a nadie le pone los pelos de punta; es asi y tiene que ser asi; lo que no entiendo es por que en El Salvador,se ponen los pelos de punta; los espanta el socialismo, pero tambien cuado se aplica las reglas del capitalismo, pues asi es aqui;en los usa, en Gran Bretana y en todos los paises dezarrollados;
ResponderEliminary ya nadie entiende que es lo que los empresarios quieren en El salvador;pues parece que desean dictar al estado lo que se tiene que hacer;pues protestan de todo lo que puede ayudar
a los mas desprotejidos; senores deberiamos preguntar cuando el pueblo va poder taner wellfare;
y seguro de desmpleo;