Existe un viejo dicho que dice “es más oscuro antes del amanecer”, esperemos que eso aplique al país, en este momento que vivimos, cargado de señales negativas, de desencuentros entre sectores, de una realidad amarga en la violencia, la economía y en general el rumbo de la nación, y de las declaraciones cargadas de contradicciones entre Gobierno, privados, analistas, diputados, funcionarios.
Escrito por Rafael Castellanos.13 de Noviembre. Tomado de La Prensa Gráfica.
“Ojalá la oscuridad que semeja las tensiones que vivimos sea la que precede al amanecer, al diálogo con verdadero deseo de encontrar la salida, Gobierno y una amplia representación de la sociedad.”
La economía va muy mal, sufrimos la crisis internacional, pero no hemos participado de la recuperación que se ve en el resto de América Latina, el crecimiento económico apunta a casi cero. Por otro lado la necesidad de recursos para poder ejecutar programas se vuelve más apremiante, porque no hay fondos, al no crecer la economía la recaudación cae, solo decretar nuevos impuestos no resuelve, el endeudamiento está al límite y gran parte de los ingresos se destinan a pagar intereses de la deuda.
La situación es parecida a un hogar en que los miembros no se comunican, la economía familiar es precaria, pero no se platican para llegar a conclusiones, no coordinan para lograr como equipo lo necesario para superar la situación, tener más ingresos, pagar deuda y salir de angustias.
Seguramente en ese hogar, conversando encontrarán cómo reducir gastos, hacerlos más eficientes, apagar luces, cerrar grifos cuando no se usan y muchos ahorros más. Además necesitan generar ingresos adicionales, pueden hacer pan dulce y venderlo, el hijo menor que estudia es ducho en internet y puede generar ingresos dando servicios de páginas web y dando clases de computación a gente mayor, la hermana mayor tiene talento pero no el empleo adecuado y el papá hablando con amigos la pone en contacto con una mejor oportunidad salarial. Si se genera el entendimiento y confianza necesaria, se animan a invertir en poner un negocito en el que trabajarían varios y así...
Es claro que el Gobierno necesita recursos, que para que haya más recursos fiscales es necesario que crezca la economía, que para que crezca es necesario que haya sintonía entre Gobierno y privados, que la comunicación y entendimiento, como en el hogar de nuestro ejemplo, lleva a encontrar soluciones al problema común y la concepción de un panorama de mediano plazo y un rumbo común, genera la confianza y motivación entre los miembros de la familia (la sociedad) para invertir y gastar.
Es de importancia fundamental comprender que los privados, los que invierten y gastan, son cientos de cientos de miles, no solamente las grandes empresas y los grandes empresarios, no solo la gente acaudalada, estos si la situación se complica son los que tienen más recursos y capacidad para aguantar, para no invertir si no tienen confianza y no se les cae el techo.
Los pequeños y medianos, los cientos de miles, los informales que sacan su pick up para vender y almuerzos en lugares de trabajo, los pequeños comederos formales, las personas que deciden comprar una casa, si no lo hacen por falta de seguridad, se les viene el techo encima.
Por ello, es imperativo dialogar sin prejuicios, hacer como los firmantes de la paz, reunirse sin precondiciones, con verdadero deseo de encontrar una salida, no solo Gobierno, gremiales y el FMLN, sino una representación más amplia de la sociedad.
La abundancia de declaraciones que causan fricciones, de señales que dan incertidumbre, de malas interpretaciones de frases, de desconocimiento real o aparente de que pasa por la cabeza de los otros, hacen ver la situación muy oscura.
¿Aplicará el dicho? ¿Será esta oscuridad sea precursora de la claridad del amanecer, de los entendimientos? Tengamos presente que al final, quienes más sufren si las cosas no marchan son los pobres y todos debiéramos tener como prioridad evitarlo.
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