La cifra aumenta con los costos de vigilancia privada, seguros y otras medidas personales.Además de esas cifras estimadas, hay costos intangibles que no pueden ser calculados como el daño emocional.
15 de Noviembre. Tomado de El Diario de Hoy.
Según especialistas de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), cada salvadoreño invierte un promedio anual de 377.25 dólares en concepto de seguridad. Esa cifra, que es un estimado, surge de una sencilla regla de tres al tomar como parámetro el Producto Interno Bruto (PIB) de 2009 que fue de $3,429.5 por persona, confrontado con la proyección en el Informe de Desarrollo Humano para América Central 2009-2010 presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el cual sostiene que el país invierte el 11% del PIB en materia de seguridad.
No obstante, si a estos 377.25 dólares, los salvadoreños aumentan los promedios anuales de pago de vigilante privado en su colonia (180 dólares), seguros de auto por hurto y robo (200 dólares), seguro de tarjetas de crédito ($60) y seguro de celular ($120), fácilmente, alcanzan un promedio de 937.25 dólares al año en conceptos globales de seguridad.
Ésta es apenas una cifra que medianamente se puede cuantificar. La gran mayoría del gasto en seguridad es difícil verificar pero considerando algunos costos, fácilmente supera cualquier expectativa superior a los 900 dólares.
Los salvadoreños cancelan seguridad privada en sus lugares de residencia con precios que van desde los cinco dólares hasta los 20 y en casos excepcionales arriba de los 25 mensuales. Otros pagan vigilancia para proteger sus vehículos en los estacionamientos de las colonias y pueden sumar el pago de alarmas, seguros de autos por robo y hurto que pueden oscilar entre los 200 y 500 dólares al año.
Algunas de las personas que han adquirido un vehículo en los últimos años, dentro de los pactos del seguro, incluyen el costo de un Sistema de Posicionamiento Global (GPS, por sus siglas en inglés) para detectar la ubicación de su automotor cuando es robado y aquellos que lo han instalado por cuenta propia han tenido que adquirirlos a precios que varían desde los 500 dólares, y agregan el promedio de $50 por los operadores del rastreo satelital.
Otras medidas de seguridad están enmarcadas en el pago de los seguros de celulares o computadoras portátiles cuyos precios van desde los 10 dólares y más; y no se pueden olvidar los cobros de seguros de tarjetas de crédito y en algunos casos, las de débito.
Tampoco se pueden obviar las medidas de seguridad como el pago de transporte particular para evitar ser víctima de asaltos en las unidades de transporte, o casos tan lamentables como las previsiones de las personas que destinan una parte de sus salarios o ganancias, como el caso de los empresarios y comerciantes, para el pago de las extorsiones.
Y si consideraba que todo terminaba ahí se equivoca, ya que un porcentaje de lo que usted paga cada vez que visita un restaurante, un supermercado, un estadio de fútbol, una gasolinera, un cine, una farmacia, etcétera, debe contemplar que también, por cada producto o servicio que adquiere, ha cancelado en parte el valor de la seguridad privada. Y este porcentaje podría rondar cerca del 10% de lo que paga, de acuerdo a la política de cada compañía.
A esta lista se suma el pago de vigilantes en los colegios, escuelas, universidades y los altos costos que invierte el empresariado en planes de seguridad para proteger sus productos, que van desde el traslado hasta la entrega de los mismos a sus compradores finales, o el traslado de sus ganancias en vehículos blindados.
Y si de medidas extremas se trata, algunas personas gastan en equipos de vigilancia como cámaras, sensores infrarrojos, sólidas puertas y balcones, muros, alambre razor electrificados, armas para uso personal y protección de su residencias y negocios; en casos particulares, guardaespaldas y blindaje de vehículos.
Pero la violencia es un mal que no solo aqueja a El Salvador y está impactando a toda la región, según informó el PNUD, subrayando que Honduras registra la mayor tasa de homicidios; es decir, 58 por cada 100,000 habitantes, seguido por El Salvador con 52 y Guatemala con 48, países que Naciones Unidas agrupa en el "Triángulo Norte de Centroamérica", que "salieron de una violencia política y entraron a una violencia social".
El informe de Desarrollo Humano para América Central 2009-2010, denominado "Abrir espacios a la seguridad ciudadana y el desarrollo humano", denunció que entre 2003 y 2008, en Centroamérica, la violencia cobró la vida de aproximadamente 79,000 personas, y amplió que en el país, un 32.2 % de los salvadoreños ha sido víctima de algún delito en el último año.
"Centroamérica está peor (en materia de violencia), con excepción, por supuesto, de Iraq, que en este momento está en guerra", aseguró Hernando Gómez Buendía, coordinador general del informe del PNUD.
Esta situación golpea la calidad de vida de la sociedad, ya que cada salvadoreño, de manera inaplazable, paga impuestos y no recibe en conceptos de calidad una respuesta estatal en políticas de salud, educación y seguridad, y lejos de ello, tiene que cancelar términos privados los servicios de salud, educación y protección. Es decir, los salvadoreños pagan impuestos, pero reciben una mala calidad de los servicios por los cuales aporta al Estado.
Para el periodista y analista Paolo Lüers, si todos los salvadoreños y empresarios tienen un gasto elevado en seguridad "esto es una muestra de que el Estado no está cumpliendo su función".
Razona que otro problema surge ya "que según la argumentación (del Gobierno) es hacer un nuevo impuesto para mejorar seguridad y sostienen que la gente tiene capacidad para pagar, porque de cualquier manera asumen todos los gastos privados, pero eso no es cierto, porque la gente no va a dejar de pagar seguridad hasta que la situación no cambie. Cualquier impuesto del Estado para seguridad, será extra a lo que paga cada salvadoreño en la actualidad", dijo.
En este contexto, Raúl Melara, director ejecutivo de la ANEP, manifestó que en el combate a la delincuencia han enfrentado de manera frontal el delito de secuestro.
"Los empresarios no son indiferentes con la problemática del país. Estamos convencidos que si a un gobierno le va bien, al país le va a ir bien, y nuestra función es apoyar en todo lo que podamos hacer", sostuvo.
Melara amplió que todos en el país invertimos en seguridad, "y estamos pagando el costo de vivir en un país que está afectado por el flagelo de la inseguridad". Ahondó que en el caso del empresariado invierte un poco más del 10% en materia de seguridad.
A los anteriores costos, según el PNUD, el Estado debe afrontar los gastos de salud, médico hospitalarios; la producción perdida, que estima la pérdida de vidas y el costo estimado de cada homicidio, entre otros intangibles.
elsalvador.com :.: La violencia cuesta a cada salvadoreño no menos de 377.25 dólares al año
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