Publicado por pocote.25 de Mayo. Tomado de Simpatizantes del FMLN.
La demagogia, la mentira, el engaño, así como la explotación de la mano de obra, han sido las prácticas, el deporte, más utilizadas en el país. Los políticos han incursionado en épocas electorales a los rincones más apartados de la geografía nacional para ofrecer el oro y el moro a los salvadoreños más humildes, no han tenido empacho en compartir con ellos la mesa para degustar el café de maíz y quizás hasta una tortilla recién salida del comal con frijolitos y queso. De reojo hasta han mirado la cintura cimbreante y los glúteos de la hija quinceañera.
Durante mucho tiempo fue cómodo hacer eso. Hoy, está dejando de serlo. La explotación trae dinero, comodidades, y a un ladrón que ha conseguido robar más de un millón de dólares, se le trata con reverencia y se le llama “señor”. Muchos de ellos son sinvergüenzas, cínicos, pues siguen al frente de partidos políticos y continuamente aparecen en las pantallas de la televisión: son tan audaces que se atreven a señalar la paja en el ojo ajeno, sin reparar en la viga en sus propios ojos. No tienen solvencia ni autoridad moral alguna para enjuiciar los errores de otros; pero así van por la vida ocultando tras la puerta su podredumbre y miserias.
¿Será tan cierto qué las cosas están cambiando, al menos en el señalamiento o la acusación directa de hechos de corrupción? El señor Cristiani, presidente de ese partido político en lenta agonía llamado Arena, pidió hace meses a la Fiscalía General de la República y a la Corte de Cuentas investigar al ex presidente Antonio Saca, por “haberse apropiado de más de 200 millones de dólares”. Desde luego, el caso cobró notoriedad pues se trataba de un representante de la oligarquía, destacado dirigente político y empresarial, acusando a su “colega” de corrupción.
Es una verdadera lástima que el actual presidente haya tomado la decisión de no investigar los muchos casos de corrupción ocurridos durante las cuatro administraciones areneras, a pesar de existir pruebas, documentos y testimonios sobre fraudes, desfalcos y robos a distintas instituciones del Estado. La prueba más fehaciente de lo señalado han sido las recientes denuncias formuladas por el Ministro de Obras Públicas, Gerson Martínez, quien esta misma semana presentará a la Fiscalía General de la República, pruebas debidamente documentadas para iniciar una investigación contra antiguos funcionarios de esa dependencia.
En concreto se exige esclarecer la suma de cinco millones de dólares (la obra abandonada de la calle Diego de Holguín, costaría no menos de 50 millones de dólares, un préstamo aprobado en el gobierno de Antonio Saca, por la Asamblea Legislativa), los adelantos entregados a las firmas constructoras y desvíos de fondos supuestamente para supervisión; además de la venta de maquinaria (se habla de más de 200 moto niveladoras, camiones de volteo, grúas, concreteras y otros equipos) cuyo dinero jamás ingresó al Ministerio de Hacienda o al Ministerio de Obras Públicas.
Datos debidamente comprobados indican que en los años 1998 al 2001, el Ministerio de Obras Públicas realizó adjudicaciones de obras en forma amañada en la carretera Litoral, del puerto La Libertad hacia Acajutla, la carretera El Portezuelo-Atiquizaya-Las Chinamas.El Jobo y el Puente Cuscatlán. El monto defraudado fue por 38 millones de dólares. En tanto que las irregularidades señaladas para diciembre de 2006, durante la administración del presidente Antonio Saca, ascienden a 40.3 millones de dólares. En nuestros particulares registros tenemos debidamente documentados con fechas, dependencias y responsables, todos y cada uno de los casos de corrupción cometidos durante las cuatro gestiones de los regímenes areneros. Suponemos que en la Corte de Cuentas y en la Fiscalía General de la República hay expedientes donde se contemplan estas anomalías o para decirlo claramente con palabras del pueblo: robos descarados contra la nación.
En el presente tampoco ya es tan cómodo explotar campesinos, robarles sus parcelas de tierra o engañarlos con la báscula en las cortas de café. Estos sufridos hombres y mujeres del campo, corteses y finos, han perdido ya la paciencia y hoy marchan, desde sus lejanos caseríos, hacia la capital para reivindicar y exigir sus derechos. En su momento, la mayoría de ellos también se incorporaron a la guerra civil más atroz que ha sufrido el país. Los síntomas actuales son de que están perdiendo la paciencia otra vez. Si se ven las cosas con amplitud, hay síntomas de que, en este país, todo el mundo está perdiendo la paciencia. Ya no se puede explotar y atropellar impunemente. Por todos lados hay protestas, y no sólo protestas, sino acciones en contra de la explotación y atropellos en fábricas y maquilas. La gente ha decidido organizarse y de alguna manera resolver por su propia cuenta sus propios asuntos.
Los teóricos de la política –principalmente los acérrimos rivales del gobierno, cínicos como Cristiani o Mario Acosta, — suelen quejarse amargamente de que se usan procedimientos inadecuados para luchar contra la injusticia. Se recurre a tomas de calles, a quema de llantas a marchas en las principales arterias. Piden a las autoridades actuar con “fuerza” (el director de el diario de hoy exige “mano dura”, “tomar del cabello” y darles con “garrote” a los manifestantes); pero en ningún momento hablan del respeto a las leyes o cumplir con el pago justo de impuestos “desde las cúpulas empresariales”. Estos teóricos suelen olvidar que las reglas del juego son las que permiten los asesinatos cotidianos de gente humilde del pueblo, que muchas de las armas vendidas en sus propios establecimientos comerciales son las utilizadas para cometer los homicidios; en fin son ellos los que auspician la explotación inmoderada de la inmensa mayoría de la población del país.
Es ilegal ciertamente el quemar llantas o impedir el libre tránsito por las calles, como lo es el robo de una gallina o de unos aguacates en los terrenos de “don fulano”; pero ¿cuándo se ha visto que un alto ex funcionario de Arena, por mucho que se haya denunciado y aún probado sus malos manejos, haya comparecido ante un tribunal para responder por sus delitos? El cinismo de estos altos dirigentes los lleva a exclamar públicamente que “se deben llevar ante los tribunales a los responsables por hechos de corrupción”; pero ¿en verdad estarían dispuestos a que las investigaciones lleguen hasta los “peces gordos” o son simples malabarismos verbales para silenciar conciencias?
En las actuales circunstancias, con la apertura del nuevo gobierno y de las autoridades del Ministerio de Trabajo, es necesaria, y cada día lo es más, la organización independiente de las masas explotadas, de la gente sin empleo. Una organización que también tiene que partir de la clase obrera, para darle a todo el movimiento un centro, una luz, un norte. Para darle programas claros, política definida. Es la clase obrera, por su consistencia eminentemente revolucionaria y por su concentración en las grandes ciudades, la que puede y debe constituirse en columna vertebral del movimiento de masas. Eso, casi por sí solo, organizará y movilizará a los campesinos, a los estudiantes y a los empleados.
Arena y otros déspotas prácticamente están fuera; pero mantienen el poder económico y político, así como intactos sus instrumentos de propaganda o de “publicidad e información”, como ellos les llaman. Por lo tanto, se trata de una inmensa responsabilidad histórica. Quienes tienen en sus manos hacer algo, iniciar el movimiento de organización de la clase obrera, no pueden legítimamente eludirlo. Porque es el único camino para El Salvador. Perderse en cosas pequeñas puede costarlo todo. Incluso esas cosas pequeñas, esas conquistas parciales que se trata de defender.
Simpatizantes del FMLN » La responsabilidad histórica de las fuerzas sociales
UN detalle:Actuar contra la corrupcion implica meter a la carcel a toda la clase politica que no fuese de izquierda o que no hubiese formado parte de ningun aparato gubernamental hasta antes del triunfo del frente.No puede meter a toda la derecha politica a la carcel. Para bien o para mal ese grupo amasa dinero y tiene bajo su control una serie de instituciones nacionales y privadas que facilmente podrian desbaratar la debil estructura estatal existente. Eso se hubiese podido en caso de una victoria militar total en lugar del tratado de paz. Y si la realidad asi se hubiese tornado ahora estuviesemos sufriendo la corrupcion de la izquierda que si bien no tenia u pasado corrupto rapido hubiese aprendido.El unico camino que nos queda es castigar a los mas cochinos para que tengamos ejemplos y para desestabilizarles aun mas. Desgraciadamente teneoms que cooperar con otros, la mayoria, y hacer de caso de que no tenemos nada en contra de trabajar con ellos. Pero nunca hay que borrar u olvidar las huellas de corrupcion, criminalidad, mediocridad que han dejado en todo este tiempo. Pero no nos quda otro camino. Hay que trabajar duro para arrastrarles y hacerles avanzar sinq ue dejen de ser de derecha pero al menos no tan animales en su pensamiento como hasta ahora lo siguen siendo. Otros aspecto importantisimo a no perder de vista es no permitir la descomposicion del frente ahora que estamos en el poder. Desgraciadamente mientras se juzga a los corruptos de derecha se nos puede olvidar la corrupcion dentro de nuestras filas. Ya hay huellas claras y profundas de todo esto en el frente pero como buenos salvadoreños que somos lo obviamos y preferimos alegrarnos por los el castigo a los derechistas corruptos e ineptos.
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