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2010/05/13

Simpatizantes del FMLN-En torno a renuncia de Ministro Sevilla

13 de Mayo. Tomado de Simpatizantes del FMLN.

La renuncia del Ministro de Agricultura, Manuel Sevilla, se ha prestado a las más variadas interpretaciones, desde los “analistas” que ven profundas diferencias al interior del gobierno, pasando por el asombro e incertidumbre de destacados cuadros del FMLN, hasta las posiciones ambiguas o interesadas de políticos que ven una pequeña ventanita para postergar la agonía de un cadáver ambulante llamado Arena, o llevar “agua a su molino de anticipadas ambiciones” del partido GANA, formado por disidentes o tránsfugas de la corriente recalcitrante arenera.

El señor Sevilla ha explicado que su renuncia se debió a presiones recibidas por Casa Presidencial (todavía no ha dado nombres de los funcionarios), para entregar los paquetes agrícolas a dirigentes departamentales de los partidos PCN y GANA a cambio de “obtener favores políticos”, digamos votos, de sus respectivas fracciones en la Asamblea Legislativa. El ex titular de Agricultura y Ganadería también denunció haber recibido en su despacho la visita de diputados de los mencionados institutos políticos para que “los favoreciera con los paquetes agrícolas” y evitara ser llamado para una interpelación.

Los casos denunciados son graves y ameritan una investigación profunda por sanidad misma del Ejecutivo y para evitar caer en una peligrosa ingobernabilidad. Hay, pues, proliferación de críticas algunas de ellas mal intencionadas, cultivo y exaltación de inconformidades. Los salvadoreños esperábamos que después de veinte años de infames regímenes areneros la forma de hacer política, de emprender programas sociales, agrícolas, educativos y más sufrirían un cambio sustancial, se evitarían los privilegios y se desecharían los conflictos de interés, la corrupción y todos esos favoritismos que tanto daño causan a la nación.

Desde luego, son varios los orígenes de este pesimismo e incertidumbre, los impulsos que hoy empujan al más irritado malestar a los salvadoreños que con alegría y esperanza llegaron a las urnas en marzo del año pasado para expulsar del gobierno a Arena y probar con una corriente de pensamiento distinta. Es preciso reconocer que del “dicho al hecho hay mucho trecho”, lo decimos por aquello de “nace la esperanza viene el cambio”, y por proclamar públicamente a monseñor Oscar Arnulfo Romero, como el “guía espiritual” y el “ejemplo a seguir”. Toda esa verborrea, ese discurso fácil y “encantador de serpientes” no soportaron un razonable enfrentamiento con la realidad. Al final, seguimos sin ser prósperos ni justos en la sociedad.

La reactivación agrícola no se ha producido, por el contrario se levantan amenazantes posibles casos de corrupción, de conflictos de intereses, de presiones, chantajes y privilegios, como lo señaló el ex Ministro de Agricultura y Ganadería; los niveles de delincuencia, homicidios, asesinatos, extorsiones, violaciones sexuales se mantienen o han aumentado; lo mismo la migración de miles de compatriotas hacia los Estados Unidos, vulnerando la estabilidad e integración familiar. La publicitada generación de empleos nunca arrancó y se eterniza el programa de viviendas populares.

Es triste decirlo, deprimente comprobarlo: en menos de un año el gabinete de gobierno ha sufrido sensibles bajas, no nos corresponde deducir responsabilidades; pero es un hecho penoso el comprobar que valiosas personas han abandonado por distintas razones el barco, no está naufragando, como tanto esperan políticos sin escrúpulos, sinvergüenzas, que están a la caza de las mejores piezas; pero es innegable que muchas cosas no están funcionando, hay demasiadas rendijas y funcionarios que no están cumpliendo y que ni respiran en su escritorio para no mostrar sus incapacidades. El titular del Ejecutivo debe revisar a profundidad cada Ministerio, direcciones, dependencias y autónomas, proceder con sabiduría y no por caprichos o presiones de sectores económicamente poderosos e, incluso, de los partidos de la derecha reaccionaria. Estos no son tiempos buenos para “hacer pruebas de laboratorio”, tampoco para dejarse llevar por la euforia, el clientelismo político o por simples compromisos.

Hasta el día de hoy, la dirigencia del FMLN está actuando con prudencia, paciencia y coherencia. Hay en algunos de sus dirigentes dudas, dificultad para la elaboración de ideas y estrategias; pero es algo por resolver en sus congresos y asambleas internas. Les corresponde también evaluar el trabajo desempeñado en un año por sus representantes en el gobierno, deben hacerlo con “cabeza fría”, aportar en la solución de los problemas y hacer hasta lo imposible para hacer flotar el barco y llevarlo a puerto seguro. También deben ser los primeros y más agresivos críticos de la gestión gubernamental; señalar los errores, pero también celebrar los aciertos. Es complicado complacer y quedar bien con todos los sectores de la vida nacional; pero es mejor equivocarse y dar la espalda a los burgueses y oligarcas, que no escuchar las peticiones y reclamos de las mayorías poblacionales.

Publicado por pocote

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