Editorial. Viernes 06 de Noviembre . Tomado de Diario Co Latino.
A partir de este día, por instrucciones del Presidente de la República, Mauricio Funes, más de dos millares de soldados se incorporaron al plan para reforzar el apoyo a la Policía Nacional Civil en el combate a la delincuencia.
Sin lugar a dudas, el primer anuncio del Presidente de la República, de involucrar más efectivos militares en tareas de seguridad, ocasionó diversas reacciones.
Algunas de esas reacciones eran de temor, y por tanto de rechazo, en vista de que existía desconfianza de que se desnaturalice la seguridad pública, que constitucionalmente le corresponde a la Policía Nacional Civil.
No obstante, en vista de que en los últimos diez años, el número de homicidios, entre otros delitos, se ha mantenido alto, y que en los primeros cinco meses del actual gobierno, en algunos días los mismos se han disparado hasta en 14, diariamente, se creó todo un ambiente mediático de acoso contra las autoridades de justicia, y un clamor por más participación de la Fuerza Armada.
La más reciente encuesta de la UCA, por ejemplo, más del 80% de los consultados, están de acuerdo en que participen más efectivos militares en actividades de seguridad.
De ahí que, la incorporación de más de 2 mil 500 soldados, por seis meses, en la labores de seguridad, en 28 ciudades consideradas como más violentas, está debidamente legitimada.
Y si a eso le agregamos, que el mandatario está facultado para hacerlo por la Constitución misma, de forma excepcional, abona en esa misma legitimación.
Lo ideal, como el mismo Presidente Funes lo dijo a periodistas ayer, sería que las tareas las asumiera la Policía Nacional Civil, la cual, dicho sea de paso, no es cierto que haya sido rebasada por la delincuencia, sino que, debido a la crisis económica, el gobierno puede invertir más fondos para procurarle todas las condiciones para que la tarea de seguridad las desarrolle al máximo.
Recordemos que, cuando la actual administración asume el gobierno la Policía se encuentra sin vehículos, sin combustibles para los pocos que están en funcionamiento, había deudas de los locales que ocupa en diferentes del país, y se les debía más de dos meses a los policías en concepto de disponibilidad.
La Fuerza Armada, por supuesto, tiene esos recursos, además del personal listo para cumplir la nueva misión, de ahí que, como dice nuestro titular, lo menos que podemos esperar es que la medida sea exitosa.
Obviamente, el éxito dependerá también de la ciudadanía, a quien, desde este espacio le pedimos toda su colaboración.
Seguramente, en las acciones de registro en el que participen los soldados, algún ciudadano o ciudadana honrada, le sugerimos su colaboración, y esperamos que no se den abusos.
De igual forma, no está demás, que la Procuraduría de los Derechos Humanos, y los organismos ciudadanos que velan por los derechos humanos, están continuamente observando para que no haya abusos.
En estos momentos, creemos, hay que depositar toda la confianza posible, así como la colaboración para que las cosas salgan bien.
Creemos que en el tiempo que dure esta acción, será suficiente para que los planes de prevención den resultados, así como los planes de inteligencia policial.
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