La nota del día: Se teme haya otra oleada de despidos en diciembre

Lo que muchos temen es que se inicia quitando empleos para luego seguir con cuentas bancarias, viviendas, contratos, propiedades rurales, etcétera

 Editorial. Martes 3 de Noviembre. Tomado de El Diario de Hoy.

Con sobrados motivos se teme que para la Navidad, decenas de miles de servidores públicos bajo contrato serán despedidos, en una nueva oleada de lo que sucedió cuando el Gobierno del Cambio tomó posesión en junio. Lo criticable es que, hasta donde se adivina, el criterio único para las remociones es dar empleo a los allegados del partido en el gobierno, indistintamente de su capacidad para desempeñarse.
Los costos que esto tendrá para el país son incalculables, comenzando por la ineficiencia que se va a generar en la prestación de servicios públicos y el mantenimiento de la institucionalidad. Uno de los casos más sin sentido fue la remoción de los técnicos especialistas en cárcavas que tenía Obras Públicas, para nombrar, si es que se han nombrado, a personas que por definición no tienen ni los conocimientos ni la experiencia para entrarle bien a ese terrible problema que afecta a numerosas comunidades. Otro caso fue el del Seguro "Social", donde los jefes de especialidades fueron pasados a consultorios de barriada para colocar en su lugar a activistas sindicales.

Cuando los pobres pacientes empiecen a morirse por mala praxis, la gente va a entender que muchos cargos estaban ocupados por méritos, no por favoritismos como ahora.

La raíz de todo este desorden, un resquebrajamiento de las estructuras públicas, se origina de un hecho: que la extrema izquierda cree en su propia propaganda por más dislocada que sea, sobre todo en la noción de que con base en "privilegios" progresan las empresas o se promueve a funcionarios, ejecutivos o administradores.

En una ocasión nos llamó desde Washington un pobre salvadoreño, pobre de la cabeza, que estaba convencido de que en el mundo de la producción la mayoría de jefaturas y cargos técnicos se daba a la parentela o a la cherada de los dueños o accionistas, lo que en efecto, pero en muy pequeña medida, sucede con nombramientos públicos, donde asignan a hermanos, cuñados, sobrinas políticas, etc., en cargos con "jugosos emolumentos" como en esta tierra se dice. Creerlo lleva a aquello de ¿qué tiene ese señor que no tenga yo? ¿Por qué no merezco ser nombrado director de una área técnica si estudié en Cuba, el país que supera al resto del mundo en educación?

Más invasiones y quedaremos sin alimentos

Lo que muchos temen es que se inicia quitando empleos para luego seguir con cuentas bancarias, viviendas, contratos, propiedades rurales, etcétera. El proyecto de reordenamiento territorial daría "al pueblo" la herramienta para despojar de lo que sea al que lo tiene, con base en una simple decisión burocrática: "el bien en cuestión no cumple la debida función social". Está en Das Kapital.

La devolución de bienes "al pueblo" ha iniciado con invasiones de campesinos a fincas y propiedades rurales, lo que tiene consternadas a las autoridades que dicen no poder hacer nada para impedirlo. La consecuencia será el colapso final de la agricultura, lo que inicia con los robos de tierras perpetrados por los duartistas. Como hasta los cultivos más simples, digamos las milpas, necesitan una base de seguridad para desarrollarse, al cundir la anarquía se afecta la seguridad alimentaria y nos vuelve dependientes de las importaciones en un momento en que comienzan a escasear recursos para efectuarlas.

Las sociedades funcionan gracias a un soporte de equilibrios y estructuras, lo que se puede destruir por imprudentes decisiones.