El inmenso reto de Funes

Funes se ha echado el “trompo al uña” o ha querido “tomar al toro por los cuernos” y ha tomado la decisión de ordenar la ayuda militar a la policía.

Editorial. Viernes 6 de Noviembre, Tomado de Contra Punto.

SAN SALVADOR – Antonio Saca cuando llegó al gobierno, en 2004, prometió que al finalizar su período, El Salvador sería el país más seguro de Latinoamérica. Pero resultó ser todo lo contrario y aumentado: El Salvador es ahora el más peligroso de Latinoamérica y uno de los más peligrosos del mundo.
Mauricio Funes, un intelectual de izquierda, antimilitarista, saca ahora las tropas (casi un tercio del ejército) para que los soldados ayuden a combatir la delincuencia. La medida es controversial, pero hay una inmensa duda de si funcionará o no.
Los militares tendrán un gran peso en el combate antidelincuencial. No será sólo patrullaje disuasivo, sino que los soldados podrán catear, allanar viviendas y lugares, además capturarán en flagrancia y responderán ataques.
Según el ministro de Defensa también recuperarán soberanía donde el Estado no la ejerza. ¿Qué quiere decir esto? ¿Militarizarán zonas?
Recién ContraPunto entrevistó al experto en violencia, Ignacio Cano, un español residente en Brasil que ha estudiado casos de participación de militares en la lucha contra la violencia, y su conclusión es que “es peor el remedio que la enfermedad”.
Pero Funes se ha echado el “trompo al uña” o ha querido “tomar al toro por los cuernos” y ha tomado la decisión de ordenar la ayuda militar a la policía. Cano recomienda fortalecer a la policía.
En todo caso, si esta medida no está acompañada de una ayuda sustancial al sistema de investigación; cualificación de la Fiscalía y transparencia en el sistema judicial, muy poco se va a lograr con sacar a todo el ejército si el gobierno quiere.
Si no se implementan medias sociales, de generación de empleo y de combate a la pobreza, tampoco se logrará mucho.
El presidente Funes deberá informar dentro de seis meses si su plan funcionó o no. Ojalá funcione. Es lo que quieren todos los habitantes de El Salvador. Si fracasa en este nuevo intento, la perspectiva del actual gobierno estará muy mala. Sinceramente: ¡Qué la suerte nos acompañe!