Francisco José Romero.19 de Noviembre. Tomado de Raices.
El viernes 5 de noviembre de 2010 en las instalaciones de la Federación Salvadoreña de Futbol (FESFUT) ocurrió un altercado, que dicen, que casi llegó a los golpes entre un zorro de la abogacía futbolera, el Dr. Salvador García Deming y el brasileño Eduardo Santana; el primero en su carácter de Representante del Atlético Balboa y el segundo como ex entrenador del mismo equipo.
Al brasileño, el A. Balboa le adeuda US$5,000.00 dólares por servicios prestados y como el equipo no ha honrado su deuda Santana interpuso un recurso en la FESFUT que obliga al equipo a cancelar la deuda a su ex entrenador, pero como el tiempo ha transcurrido y la cancelación de la deuda se ha demorado, la FESFUT llamó a las partes para llegar a otro acuerdo, el cual favoreció al equipo, ya que la FESFUT dictaminó que la deuda sería pagada por cuotas y aquí es donde iniciaron los insultos, pues la deuda ya tiene casi el año.
Dice un dicho “el papel aguanta con todo”. Hará como 5 años que las tres más importantes categorías de nuestro fútbol pasaron a llamarse “profesionales”, pero esto solo es el mote, porque en el fondo ningún equipo salvadoreño cumple con los mínimos requisitos para ostentar tal calificativo.
Lo que nuestro fútbol ha vivido en los últimos años es un espejismo, en donde muchos de nuestros equipos la han ido pasando merced a que algunos de sus dirigentes han aportado fondos fraudulentos como los de Finsepro-Insepro, o provenientes de fuentes como el narcotráfico, o desviando fondos del gobierno central o municipalidades.
En el actual torneo, a excepción del Alianza F.C., todos los equipos han padecido de pobres taquillas, que en los peores casos no llegan ni a los tres mil dólares y si son dos partidos de local por cada equipo al mes, los ingresos serían de US$6,000 a los que hay que restar los gastos de espectáculo y, sabiendo que por lo menos cada equipo cuenta con un entrenador principal que como mínimo gana US$2,500, un auxiliar, un preparador físico y un preparador de arqueros, sumando entre los 3 mínimo US$5,000.
Además de una plantilla de mínimo 20 jugadores a un promedio de US$1,300 de sueldo son US$26,000, haciendo un gran total de US$33,500 mensuales. Estas cantidades son moderadas, porque en ellas no he tomado en cuenta los sueldos altísimos que algunos jugadores han ostentado como son los casos de Alejandro de la Cruz Bentos, que por lo menos en la época de Reynaldo Valle en FAS devengaba US$7,500 al mes o Fabio Renán Ulloa que devengaba US$5,000, citados solo como algunos ejemplos.
Es cierto que existen patrocinios de algunas empresas televisoras, o fabricantes de ropa deportiva, etc. pero hasta donde se conoce estas sumas no son galácticas como en la liga española, inglesa o italiana. Con una alta dosis de sinceridad a nuestro fútbol le iría mejor.
Recordemos que en las épocas de los años 60 y 70 la mayoría de futbolistas tenían un trabajo principal, por ejemplo “taxiando”, una plaza en el gobierno, en alguna Alcaldía, etc.
Y a la salida de sus trabajos o haciendo el tiempo asistían a los éntrenos y así tuvimos grandes equipos como el Platense, Águila, Fas, Juventud Olímpica, Alianza, Universidad, grandes llenos en los estadios y grandes futbolistas como Sergio Méndez, “Cariota” Barraza, “Pachín” González, etc. Si continuamos dándonos “paja” que tenemos un fútbol “profesional” las demandas y pleitos como el de García Deming y Santana seguirán estando a la orden del día.
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