Escrito por Héctor Dada Hirezi.19 de Noviembre.Tomado de La Prensa Gráfica.
Llegando de Atlanta, ciudad en la que tuve el honor de acompañar al presidente de la República en actividades del Foro Interamericano de Competitividad, leí el artículo del reconocido periodista y amigo Narciso Castillo que apareció en la edición del miércoles 17 de noviembre en LA PRENSA GRÁFICA.
Creo que si Narciso Castillo lee detenidamente el artículo de Elfaro.net al que hace referencia, podrá darse cuenta que este servidor no es citado afirmando que la economía del país va al desastre o que debe eliminarse la dolarización y pasar a una economía con moneda nacional.
Por lo que me permito hacer una breve síntesis de mis opiniones al respecto:
1. La economía nacional no está al borde del desastre. Algunos llegan a esa conclusión por sus visiones teóricas o percepciones de las dinámicas que muestran algunos factores internos y externos; otros, por razones más político-partidarias, tienen el deseo de que esto suceda para poder retornar al gobierno.
2. Como señalé en su oportunidad la dolarización fue una medida desacertada y en ello coincidí con personas de diferente visión ideológica: el Sr. Ricardo Simán, presidente de ANEP, con el economista Juan Héctor Vidal y aún con el director de El Diario de Hoy, Ing. Enrique Altamirano, entre otros.
3. Mi tesis fue expuesta en Elfaro.net en 2000, y la mantuve luego tanto en mi calidad de director de FLACSO como posteriormente de diputado. He afirmado que dolarizar era ponerle al país una camisa de fuerza que luego sería muy complicado quitarse; que es fácilmente aceptada por las aparentes ventajas de corto plazo y la dificultad de explicar las desventajas de mediano plazo, y es muy difícil echar marcha atrás cuando ya ha sido impuesta.
4. Como mencioné cuando se tomó esa decisión errónea, ya convertido el dólar en moneda única –el bimonetarismo fue anzuelo para incautos–, la política económica debía ser consecuente con las responsabilidades que conlleva una realidad monetaria cuya liquidez depende en gran medida de la capacidad de tener ingresos externos netos positivos. Eso, en buena medida, no fue hecho por los gobiernos anteriores, que no fueron responsables con la decisión que presentaban como LA SOLUCIÓN definitiva a nuestra realidad de muy bajo crecimiento desde mediados de la última década del siglo XX.
5. Por ello, al comprometerse a mantener la dolarización el presidente Funes no solo asume la responsabilidad de no sustituir el dólar por algún tipo de moneda nacional, sino a tomar medidas para garantizar la estabilidad de la dolarización, evitando así que se convierta en un factor de riesgo.
Por todo lo expuesto anteriormente, es que me siento en la solvencia de reafirmar que no estoy proponiendo al mandatario Funes la “desdolarización de la economía”.
Por último, quisiera aclarar que en cuanto al tema del crecimiento de la economía este va a ser de cerca del 1%, menos que los promedios latinoamericano y centroamericano, como lo ha hecho desde años atrás cuando los agoreros de las soluciones mágicas gobernaban el país. Y eso está lejos de ser una señal de desastre; más aún, si se pone sobre la mesa el esfuerzo del gobierno del presidente Funes de garantizar el estado de derecho, la estabilidad de las reglas y la toma de decisiones que sostengan un crecimiento más dinámico de la economía.
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