El ministro pide reformas que les den más armas legales en el trabajo
14 de Noviembre. Tomado de El Diario de Hoy.
Desde que el Ejército inició el despliegue de apoyo a la Policía Nacional Civil y tomó el control de comunidades y varios centros penitenciarios, los delitos han disminuido hasta en 70 por ciento en las zonas bajo su responsabilidad, pero los grupos criminales, sobre todo las pandillas, se han desplazado a zonas otrora pacíficas como la paracentral, Morazán y Chalatenango y será necesario ampliar aún más el cerco hacia ellos.
Ante esto, la Fuerza Armada está lista para desplegarse aún si se le ordena, proveyéndole de los recursos necesarios y más recursos legales para proceder contra la criminalidad, anticipó el ministro de la Defensa Nacional, general David Munguía Payés.
"Nos están criticando, pero no vamos a bajar la guardia", declaró Munguía Payés al hacer un balance a un año de que la Fuerza Armada fuera designada para ampliar su respaldo a la fuerza pública (ver entrevista aparte).
"El balance de nuestro trabajo es positivo, porque hemos logrado bajar la tendencia alcista que traían los índices delincuenciales", sostuvo Munguía Payés, con una mezcla de satisfacción y humildad.
El Ejército salió de los cuarteles para patrullar comunidades dominadas por pandillas en los departamentos de Santa Ana, Sonsonate, San Salvador, La Libertad y San Miguel. En ellos se cometían entre el 30 y 33 por ciento del total de crímenes, de acuerdo con las autoridades.
Debido a la vigilancia en estas zonas, "las maras han migrado hacia el interior del país y a municipios vecinos", afirmó el Ministro.
De acuerdo con el funcionario, la Inteligencia militar ha detectado una fuerte presencia de pandillas que antes operaban en Lourdes, Colón, en algunas zonas cafetaleras. También han sido informados que cerca de Morazán "extraños han llegado a delinquir", y en Chalatenango, el departamento con una baja tasa de homicidios de acuerdo con el último informe de Medicina Legal, la gente está denunciando algunos crímenes.
Para contrarrestar el movimiento de las pandillas, Munguía aseguró que están pensando en patrullar nuevas zonas, por lo que evaluarán si será necesario retirar a los soldados de manera temporal o permanente de los sitios que hoy vigilan hacia los nuevos focos de violencia o si aumentan la cantidad de efectivos en esa tarea.
Hasta la fecha, unos ocho mil soldados distribuidos en tres batallones - Zeus, San Carlos y Sumpul- se han encargado de tareas de seguridad pública, vigilancia de prisiones y control de puntos ciegos -fronteras no autorizadas.
En un principio la decisión del Presidente Funes de hacer uso del Ejército para tareas de seguridad pública fue criticada por organizaciones de derechos humanos, recordó Munguía Payés. Ahora, el 80 por ciento de la población aprueba el trabajo de los soldados, de acuerdo con la última encuesta JBS Opinión Pública para El Diario de Hoy.
Debido a los buenos resultados, de las 19 zonas a las que fueron enviados a prestar seguridad en noviembre de 2009, Funes decidió enviar militares a diez sectores más, y en septiembre los soldados tomaron el control de otros dos penales, con los cuales suman siete bajo su custodia.
Si el gabinete de Seguridad decide aumentar el número de militares en las calles o en las prisiones, el jefe castrense asegura que será necesario un incremento presupuestario; sin embargo, no detalló la cantidad que solicitarían ni los lugares.
A escala nacional, según el jefe militar, el mes menos violento fue septiembre. La Policía registró 217 homicidios. Ese periodo el promedio de asesinatos disminuyó de 11 a siete; sin embargo, los 344 ultimados de octubre hicieron que la tasa regresara a 11. En total la Policía registra 3 mil 365 asesinatos en los primeros diez meses del año.
Sobre la brutalidad de los últimos homicidios y la intensificación de los crímenes en algunas zonas, como Rosario de Mora y Panchimalco, al sur de San Salvador, o Zacatecoluca, en La Paz, Munguía Payés explicó que "las pandillas están tratando de desafiar al sistema. Para ser efectivas tienen que atemorizar a la gente. Cuando nosotros comenzamos a ser eficaces al disminuir los índices delincuenciales, ellas tratan de reaccionar al contrario".
Munguía Payés razonó que no han podido cercar por completo a las pandillas debido a que su presencia es limitada y agregó que éstas han evolucionado y hoy son organizaciones criminales. "Las maras desde que se levantan comienzan a delinquir, a intimidar gente a robar, a planificar actividades criminales".
"Quisiéramos reformas de carácter legal que nos dieran un poco más de dientes para combatir y ser más efectivos", enfatizó el ministro. "Inicialmente la Ley de Proscripción de Pandillas nos está dando esos instrumentos, pero nos gustaría ir más allá", finalizó.
La recién aprobada Ley Antimaras, empero, no ha sido aplicada por el Ministerio Público, según el Fiscal General, Romeo Barahona, porque quieren sustentar bien los casos para que los jueces no liberen a los mareros.
Sobre el combate de las pandillas, el ministro aclaró que requiere de la colaboración del gabinete completo de Seguridad. El reto, enfatizó, "es integrar a todas aquellas instituciones que estamos haciendo el esfuerzo contra la criminalidad, porque de nada sirve que la Policía y el Ejército capturen, que la Fiscalía lleve los casos, y que los jueces, por tecnicismos o falta de elementos probatorios, los dejen en libertad".
El ministro destacó además el trabajo de los soldados en 62 puntos ciegos a lo largo del territorio. "Hemos evitado el ingreso de armamento y droga, así como el contrabando de personas, ganado, ropa, gas y electrodomésticos", sostuvo.
elsalvador.com :.: Las pandillas han migrado debido a control de Ejército
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