EDH-Indisciplina fiscal: camino al caos económico

 Milena Calderón de Escalón.16 de Noviembre. Tomado de El Diario de Hoy.

La política financiera del gobierno del FMLN es de marcada indisciplina fiscal, expresada en una insaciable demanda por más y más recursos. Esto impulsó la primera reforma tributaria y un endeudamiento que raya en la irresponsabilidad fiscal, lo que ha llevado a los organismos multilaterales a pedir mayores reformas, para alcanzar una recaudación de 17 puntos del PIB en 2014 y asegurar la fuente de pago de los préstamos concedidos al país.

Vino el Paquetazo I, que entró en vigencia en enero de este año, que por estar en recesión el país no generó los ingresos fiscales esperados, frenó la recuperación económica, limitó la inversión y la generación de empleos y ha contribuido a reavivar la inflación, que a octubre llegó a 2.8% anual, con lo que se violó una meta del acuerdo con el Fondo Monetario. Sucedió tal como lo predijo la Fracción de ARENA en 2009, cuando no votó a favor del Presupuesto 2010.

Ahora se anuncia un Paquetazo II, para combatir la delincuencia, agravada por la incapacidad del Gobierno del FMLN. Entonces, mantener la seguridad es cada vez más onerosa para el país: ya se paga un impuesto oculto que resulta del contrato de empresas de seguridad por empresas y colonias; luego viene el impuesto-extorsión de las maras y se sumará otro impuesto del Gobierno. La excusa ideologizada es que este impuesto lo van a pagar las grades empresas, los ricos, insistiendo en la división del país y la lucha de clases. Pero olvidan que los impuestos se transfieren vía precios y los termina pagando todo el pueblo en forma de inflación.

Está en preparación el Paquetazo Tributario III, que sería el de mayor peso, con alzas de impuestos sobre la renta, alza del FOVIAL y otros nuevos, mientras se está pavimentando el camino para el impuesto al patrimonio, que ya casi no se aplica en el mundo, porque tiene tres impactos socioeconómicos nocivos y una consecuencia adversa a las aspiraciones del presidente Funes.

Primero, caerá especialmente sobre las clases medias emergentes. En 1989 dos de cada tres eran pobres. En 2009, dos de cada tres son "clases medias", en tanto que los llamados "ricos", no son ni 4 de cada 1,000 familias. Estos dos tercios de la población serán los que sentirán con más fuerza la presión fiscal para que paguen más impuestos, tan sólo por haber tenido la osadía de buscar el progreso familiar y haberlo alcanzado en los últimos 20 años.

Segundo, es una doble tributación y un desincentivo al ahorro y la inversión, función primordial para generar más empleos. ¿Cómo nace el patrimonio? Una persona gana su ingreso, paga sus impuestos, luego limita su consumo para ahorrar e invertir, generando así su "patrimonio". Y ahora, quieren volver a someterlo a un impuesto "al deseo de progresar".

Tercero, es un incentivo para consumir más y ahorrar menos, cuando lo que más necesita el país es ahorrar para elevar la inversión, fuente generadora de empleos y riqueza nacional. Con más empleos hay más consumo, y con más inversión hay más actividad económica y así el gobierno recibe más impuestos. Muy fácil, pero difícil de comprender por razones ideológicas.

Finalmente, esto contradice el llamado del Presidente Funes al sector privado a invertir y potenciar el crecimiento económico y la generación de empleos. Es una grave confusión hacer lo contrario de lo que se debe hacer para recuperar el crecimiento económico.

Mientras tanto, la deuda del país subió de 38.6% del PIB en 2008 a 51.8% a septiembre de 2010, esto es, $1,575 millones más. Esto es muy grave, porque si no crece la economía y aumenta la recaudación la deuda podría llegar hasta 72% del PIB en 2014-15, según el Fondo Monetario. Qué triste panorama, que nos pone en alto riesgo, cuando hace menos de dos años teníamos calificación "grado de inversión" junto a dos países latinoamericanos más.

Pero esto no terminará aquí, porque de no controlarse el gasto público y no aumentar la actividad económica, probablemente se necesitarán más paquetes tributarios. Por ahora, el desorden económico y la indisciplina fiscal del Gobierno del FMLN está llevando al país rápidamente de regreso a los años de Duarte.

Lo que está claro es que las votaciones en la Asamblea Legislativa muestran que ARENA es el único partido verdaderamente de oposición, con principios, valores y dispuesto a defender la familia salvadoreña y a rescatar a El Salvador del retroceso que estamos viviendo.

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