Rodolfo Chang Peña.02 de Noviembre. Tomado de El Diario de Hoy.
En una reciente misiva que el Dr. José Kuri Asprides, eminente neurocirujano salvadoreño radicado en Brownsville, Texas, y autor del libro THE SPINE AT TRIAL, que trata sobre asuntos médico legales relacionados con la columna vertebral, editado por la prestigiosa American Bar Association, dirige al Dr. José Isaías Mayén, destacado gineco obstetra salvadoreño, encuentro interesantes referencias relacionadas con el nacimiento del Hospital de Maternidad de San Salvador, que en forma resumida expongo a continuación.
Desde que inició su funcionamiento el Hospital Rosales en los primeros años del siglo pasado, disponía de un área destinada a las pacientes de maternidad, que al menos en las primeras décadas fue suficiente para atender la demanda de partos y otros problemas gineco obstétricos de la capital y zonas suburbanas. Sin embargo, treinta años después el Pabellón de Maternidad se volvió insuficiente, se mantenía abarrotado y el hacinamiento era inaguantable al decir de médicos y enfermeras.
En 1939 regresaron al país los doctores MarcoTulio Magaña y Víctor Arnoldo Sutter, procedentes de USA, especializados en Salud Pública. El primero de ellos tuvo la idea de crear un programa para atender partos a domicilio con el objetivo primordial de descongestionar las salas de maternidad del Rosales. Los estudiantes de medicina de los últimos años serían los parteros y solamente trasladarían al Hospital los casos complicados y de alto riesgo.
Como el novedoso programa requería de recursos (personal, vehículos, equipos, instrumental y materiales), no se sabe si los mismos estudiantes o alguna autoridad del Hospital, encomendaron al estudiante de medicina Mario Romero Alvergue para que a través de su hermano, que era a la sazón Secretario de la Presidencia de la República, interceder para que el mandatario que era el coronel Oscar Osorio, apoyara el proyecto y sobre todo aprobara el presupuesto del mismo.
Por una de esas casualidades, Romero Alvergue no acudió a su hermano, sino consultó el asunto con José Kuri Asprides, que era amigo personal del jefe del Ejecutivo desde muchos años atrás. Kuri ni corto ni perezoso fue a Casa Presidencial, que por esos tiempos quedaba al sur de la capital, frente al Cuartel El Zapote. Le presentó el plan al Presidente Osorio, los objetivos que se pretendía alcanzar, la forma cómo iba a funcionar y la proyección social del mismo. Al mandatario le encantó la idea e inmediatamente autorizó los gastos para llevarlo a la práctica. El programa se desarrolló en forma satisfactoria, los estudiantes eran transportados en vehículos tipo Jeep, a fin de poder llegar a los lugares más apartados e inaccesibles de zonas urbanas y suburbanas.
Aproximadamente un año y medio después el Presidente Osorio quiso conocer más sobre el servicio de los partos a domicilio y un día, temprano de la tarde, se hizo acompañar del Secretario y los doctores José Kuri Asprides y Roberto Cáceres Bustamante, director de los servicios locales de la Dirección General de Salud.
El plan era recorrer varios lugares donde se habían atendido previamente partos a domicilio. Al llegar a un sitio de difícil acceso, dejaron el vehículo y bajaron por una vereda hasta llegar a una humilde y maltrecha vivienda. Ahí había sido atendida una señora horas antes, la niña que nació muerta, todavía no se la habían llevado para darle cristiana sepultura. Los vecinos informaron a los visitantes que la madre andaba en el rio (Acelhuate), lavando ropa ajena para procurarse el sustento diario. La escena conmovió al mandatario, quien no pudo ocultar su consternación y tristeza al comprobar la miseria en que vivían muchos salvadoreños. De regreso a Casa Presidencial, el silencio del grupo fue interrumpido brevemente cuando al despedirse dijo: "Tengo que hacer algo y pronto".
Días después el jefe del Ejecutivo, haciendo uso de su amistad e influencia sugirió a don Tomás Regalado, que previamente había ofrecido donar un hospital, que éste fuera de Maternidad. El donativo de medio millón de colones se hizo en 1948 y la obra se comenzó un par de años después. Para poner a funcionar el nuevo nosocomio se necesitó de un desembolso adicional de 1.6 millones de colones.
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