Una vez finalizado el proceso de elecciones primarias internas, que han propiciado una renovación mínima de su dirigencia, el FMLN mira hacia un futuro con citas electorales cruciales
Por Fernando de Dios / Nelson Rentería.02 de Noviembre. Tomado de Contra Punto.
SAN SALVADOR – Después de tres décadas de lucha armada y política por desalojar a la derecha oligárquica del poder, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) logró llegar al gobierno de El Salvador en junio de 2009.
En el mejor momento político de su historia, el partido culminó este domingo el proceso electoral interno llevado a cabo durante los últimos tres meses con la elección de su nueva Comisión Política, que lo dirigirá durante los próximos cinco años.
Los retos que tiene por delante esta dirección son de gran envergadura. Si quiere llevar adelante su proyecto para el país, deberá convertir la gestión del presidente Mauricio Funes en capital político y electoral que le permita renovar la mayoría en la Asamblea Legislativa y la Presidencia de la República.
Sin embargo, aunque el FMLN es el actual partido de gobierno, sus actos partidarios reflejan que ideológicamente hay una distancia evidente entre las políticas que lleva a cabo el gabinete liderado por Mauricio Funes y las que plantea la hoja de ruta del partido de izquierda.
Principalmente, los cuadros dirigentes han expresado su desacuerdo con los aspectos económicos de la política de Funes, que no se aleja del modelo neoliberal. Son reacios a continuar en un esquema de endeudamiento mientras está pendiente una reforma fiscal efectiva, y tampoco se muestran entusiasmados con el mantenimiento de la dolarización de la economía.
Según han manifestado, este gobierno es un primer paso en la ejecución de su proyecto; el inicio de un proceso que debe llevar a una mutación en la realidad de país.
Para que eso sea posible, el FMLN necesita que el ejecutivo ofrezca resultados a la ciudadanía en áreas capitales como reducción de la pobreza, de la desigualdad social, de la violencia y de la delincuencia. También en eternas asignaturas pendientes como la profundización de la democracia y la participación ciudadana; el ejercicio efectivo de derechos sociales, civiles y económicos; y la transparencia en los órganos del Estado y en los propios partidos políticos.
El avance en esos ámbitos, apuntan analistas consultados por ContraPunto, será clave para que el partido consiga el apoyo electoral de sectores sociales cruciales, como la juventud o la clase media urbana del país.
Pocas caras nuevas, como era de esperar
El proceso de elección de cargos y candidatos del FMLN, que ha suscitado algunas críticas por la forma de configurar el padrón, aunque más desde fuera que desde el interior, ha dado como resultado una renovación mínima de las caras visibles del partido.
La viceministra de Salud, Violenta Menjívar, ascendió al cargo de coordinadora adjunta, convirtiéndose en la número dos del partido, que seguirá liderado por el reelegido coordinador general, Medardo González.
En la cúpula del FMLN seguirán cuadros históricos como José Luis Merino, Salvador Sánchez Cerén, Sigfrido Reyes, Nidia Díaz, Orestes Ortez o Norma Guevara y se incorporan otros viejos rockeros, como Roberto Lorenzana o Lorena Peña. Además, la Comisión Nacional se completó con Carlos Ruiz como representante de los alcaldes, José Margarito Nolasco de las juventudes del partido y otros nombres nuevos como Crisitina Cornejo, Fernando Acuña y Geovani Díaz.
La jornada de votación se desarrolló en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones (Cifco), donde llegaron a votar alrededor de un 80 por ciento de los representantes departamentales elegidos hace unas semanas.
Viendo al futuro
La Comisión Nacional elegida este domingo será la encargada de nombrar la Comisión Política del FMLN, máximo órgano directivo de un partido que se sumirá a partir de entonces en un largo proceso en cuyo horizonte se observa, en primer plano, las elecciones legislativas de 2012, y en la lejanía, las presidenciales de 2014.
Al igual que en el acto de celebración del 30 aniversario de la creación del partido en la Plaza Masferrer, se han vuelto a escuchar consignas en el sentido de que el reto del FMLN es conseguir un apoyo mayoritario del electorado para evitar la vuelta de la derecha al poder. Entre las estrategias, volvió a mencionarse la necesidad de buscar alianzas con sectores sociales y políticos ajenos a la institución política.
Salvador Sánchez Cerén, vicepresidente de El Salvador y miembro de la Comisión Política, expresó que las autoridades del partido de izquierda que fueron confirmadas buscan conducir al fortalecimiento del instituto para las elecciones de 2012 y 2014.
Las autoridades asumirán sus funciones el próximo 12 de diciembre.
“Esta nueva dirección (del partido), su compromiso es seguir trabajando por conducir al país por la senda democrática y el camino son las elecciones. Estamos enfrente de un nuevo reto de elecciones, donde las fuerza de derecha se quieren aglutinar para volver a recuperar el gobierno”, dijo Sánchez Cerén.
La opositora Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) también ha puesto en marcha su maquinaria y ha expresado su intención de tomar las riendas del Ejecutivo, del congreso y numerosas alcaldías del país.
La derecha salvadoreña ha externado nuevamente la intención de conformar un bloque para encarar las próximas elecciones.
ARENA (partido gobernante entre 1989 y 2009) se caracterizó por impulsar férreas campañas electorales contra sus adversarios, con el apoyo de empresarios conservadores y el derroche de millonarios gastos de publicidad para incidir en los posibles votantes.
Jorge Luis Díaz, coordinador general de la juventud del FMLN, aseguró que la apuesta está en reconquistar el voto de ese sector, el de los y las jóvenes, ya que fue este grupo poblacional el que posibilitó el triunfo electoral de las elecciones presidenciales de 2009.
Recientemente el partido de izquierda inauguró una escuela de educación política en el departamento central de Cuscatlán, centro que pretende dotar a jóvenes de herramientas de interpretación de la realidad.
El objetivo de esta escuela es “elevar el nivel de formación política, que es otra de las metas que tenemos como FMLN, que la gente tenga mayor conciencia social de sus problemas, que pueden jugar un papel activo para solucionarlos”, expresó Díaz.
El analista político Roberto Cañas alude a esta escuela de formación de cuadros como una oportunidad “esperanzadora” de impulsar una renovación en la izquierda salvadoreña. En su opinión, para que pueda haber un cambio con garantías en la dirigencia del partido, es necesario que haya personas formadas que puedan tomar el testigo.
“Hay una gran necesidad de formación política, de una capacidad de análisis de la realidad, de elaboración de pensamiento”, dice Cañas, quien añade que el FMLN no es patrimonio de nadie, sino que es un instrumento del pueblo, porque es el producto de más de 40 años de luchas sociales.
En ese sentido, la renovación es algo natural pues, en su opinión, “los partidos políticos o cambian o la realidad los cambia”.
Sin recursos no hay cambio. Sin cambio no hay futuro
El proyecto del FMLN, según expresó este domingo Medardo González, es ir ocupando cada vez más espacios de poder en el país. Es decir, mantener el apoyo electoral, o lo que es lo mismo, mantener a la mayoría de la población próxima al proyecto y al programa del partido. El reto, repiten sus dirigentes, es fortalecer el vínculo con la ciudadanía.
En ese sentido, el año 2011 será crucial, afirma Roberto Cañas. Tras un periodo en el que el gobierno ha estado ordenando las distintas instancias gubernamentales, se tienen que empezar a ver realidades, proyectos cristalizados en beneficios para la población que vayan más allá de entregas de uniformes escolares o anuncios de subida de sueldos a los empleados públicos.
Cañas considera que por el momento, “no se ve que haya apuestas estratégicas”. El plan quinquenal, dice el analista, no termina de arrancar, y hasta ahora se han tomado medidas que no van más allá de “la epidermis social”.
“El presidente Funes tiene que empezar a pensar por qué va a ser recordado”, expone Cañas, quien señala ejemplos en la izquierda latinoamericana como el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, o el recientemente fallecido ex presidente de Argentina, Néstor Kirchner, recordados por llevar a cabo proyectos concretos y efectivos.
“Lula es el plan de hambre cero, la reducción considerable de la pobreza. Kirchner terminó con el corralito y toda esa herencia maldita que dejó el neoliberalismo”, ilustra.
Y para ello, Cañas apunta a los recursos. Si no hay recursos, no hay políticas sociales.
“La política es tener presupuesto y de dónde van a venir los recursos para hacer políticas sociales. Lo demás es poesía, es ficción. ¿Cuál es la política fiscal, va ser progresiva, los que tienen más van a pagar más impuestos, sí o no?”, pregunta el analista.
Hay que abandonar el neoliberalismo
El economista militante del FMLN Salvador Arias, coincide sustancialmente en este análisis, si bien su opinión es que el presidente y los ministros que manejan la política económica siguen la lógica del neoliberalismo, lo que frena el proyecto “socialista revolucionario” del FMLN y los avances sociales que necesita la población.
Arias verbaliza la distancia ideológica entre el partido y el presidente afirmando que al menos el 85 por ciento de la militancia del FMLN es marxista y revolucionaria, y tiene como objetivo el socialismo, mientras que Funes es continuista con el modelo económico neoliberal.
Como ejemplo más ilustrativo, el economista señala que el gobierno está recurriendo en exceso a los créditos de organismos financieros internacionales.
“Tienes que abandonar el neoliberalismo si quieres hacer un país nuevo. Si nosotros seguimos pagando la deuda no hay cambio en este país. Pagar la deuda significa que este gobierno está comprometido con el capital transnacional, con el capital financiero, no está comprometido con este pueblo”, afirma Arias.
Por otra parte, el experto analiza con datos en la mano el sistema fiscal del país y concluye que se le debe dar la vuelta por completo para poder obtener justicia social.
Arias apunta que un trabajador que cobra $2000 mensuales debe pagar un 36 por ciento de ese dinero en impuestos, mientras que un trabajador rural con un sueldo que no llega a $100 mensuales, paga un 17 por ciento. En el otro lado, una transnacional como Telefónica, que el año pasado obtuvo unas ganancias superiores a $150 millones, paga un 8 por ciento de impuestos.
“Aquí la fiscalidad está al revés, hay que darle vuelta. Poner la política fiscal para que pague más el que tiene más”, opina el economista de izquierda.
En cuanto a los pronunciamientos de los economistas y empresarios de derecha que sostienen que el país vive una inestabilidad política que frena la inversión, Salvador Arias es enfático en señalar que estas personas no son las que crean riqueza, sino más bien las que se la han llevado del país.
“La realidad es que el gran capital en este país, la burguesía, nunca ha invertido en este país”, afirma Arias.
Y añade que “los capitalistas, durante los últimos veinte y pico de años, lo que han hecho es capturar capital y sacar capital. Ellos han estado ordeñando a este país. Han sacado más de lo que han invertido”.
Además, en opinión del experto, el gobierno está protegiendo los intereses de las grandes fortunas, por lo que esas manifestaciones no son más que “un juego político inteligente de la derecha”.
“La realidad es que el gran capital no se puede quejar de este gobierno en el aspecto económico. Le está respetando todos sus intereses, le está garantizando todo”, señala Arias.
Y opone que a quienes debe apostar es a las más de 170,000 empresas y microempresas con menos de 100 trabajadores, la mayoría de ellas regentadas por salvadoreños y salvadoreñas, y las verdaderas creadoras de empleo en el país.
Del ataque a la defensa
Como afirma Roberto Cañas, los partidos políticos de El Salvador, principalmente ARENA y FMLN, una vez han ratificado a sus respectivas direcciones, ya están en una lógica electoral, por lo que a partir de ahora, todos sus movimientos deberán analizarse desde esa perspectiva.
ARENA, desde la oposición, configurará una dura campaña de ataque a un gobierno en el que el FMLN participa con limitado poder de decisión.
Para contrarrestarla, el partido rojo habrá de hacer suyos los avances del ejecutivo. Es el momento de los hechos, el momento de que la mayoría de la población compruebe que seguir votando una opción de izquierda es lo más beneficioso para la mayoría.
En palabras de Roberto Cañas, “de lo que se trata es de terminar bien este periodo de gobierno, que posibilite una continuidad, que logre las condiciones para que se vea una obra consistente de beneficio en el área social real”.
Prietas las filas, el órgano de dirección del FMLN se ha engrasado, se ha renovado lo justo para cumplir con sus propios estatutos y afronta por primera vez en su historia un proceso electoral desde el poder, lo que le obliga a cambiar por completo la estrategia que aplicó desde que entró en el juego político.
Habrá que ver si las mismas personas son capaces de realizar con éxito esa mutación.
El FMLN ante sus retos - Noticias de El Salvador - ContraPunto
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