25 de Noviembre. Tomado de Diario Co Latino.
A raíz de la información hecha pública la semana pasada, de la investigación que realizara la fiscal costarricense, Giselle Rivera, en la que asegura que en el vehículo de los diputados asesinados en Guatemala llevaban 5 millones de dólares y droga, el máximo líder de ARENA, Alfredo Cristiani, hizo su superficial sugerencia de que se investigue.
Decimos que es superficial, porque Cristiani, siendo el máximo líder de ARENA, y siendo que los diputados asesinados: William Pichente, Eduardo D´Abuisson y Ramón González, eran de su partido, no debió, ni debería sugerir, sino, exigir que se investigue la hipótesis de la Fiscal Rivera.
Y es que, de acuerdo a documentos de Rivera, el motivo del crimen de los tres diputados estaría motivado por problemas de droga y millonarias sumas de dinero. Esto, quiérase o no, salpica al partido ARENA, y, por lo tanto debería estar preocupado su máximo líder de borrar cualquier señalamiento a los miembros de su partido.
El señor Cristiani también debería exigir la investigación contra su militante y excandidato presidencial, Rodrigo Ávila, quien, según informaciones de Diario El Mundo, en una entrevista, Ávila les habría dicho que en efecto, uno de los tres diputados, Pichinte, llevaba una cuantiosa suma de dinero. Podría haber sido un millón de dólares o más, dice la versión del citado matutino. Ávila, inmediatamente justifica, en la misma entrevista, que el señor Pichinte estaba por comprar una propiedad en Guatemala.
La otra confesión que hace Ávila al matutino es que, “ Zacarías”, o sea, Víctor Rivera, le prepuso que asesinaran a los policías que habían sido capturados tras haber dado muerte a los diputados. Esto, lo hubiera denunciado Ávila, pues, era una muestra de que Guatemala, las altas autoridades, estaban tratando de no llegar al fondo del asunto.
Y resulta que los policías capturados fueron asesinados en una cárcel de alta seguridad, con lo que se perdió el testimonio o colaboración de uno o algunos de los hechores materiales del múltiple crimen.
En Guatemala, en efecto, se desarrolla un juicio contra los supuestos autores intelectuales, siguiendo una hipótesis bastante dudosa que responsabiliza al ex diputado Roberto Silva
Pereira de ser el autor intelectual del crimen de los parlamentarios, y, por lo tanto, el que estaría atrás de esa poderosa estructura del crimen en Guatemala.
La anterior tesis la justifican en que el crimen ordenado por Silva fue por venganza. Los diputados de ARENA en El Salvador, dicen que la venganza es porque este partido apoyó el desafuero contra Silva, mientras que, en Guatemala, un supuesto testigo dice que fue por venganza porque el diputado Eduardo D´Abuisson delató a Silva Pereira ante la DEA.
Parece que en la teoría de la venganza no se pusieron de acuerdo los de aquí con los de Guatemala, lo que abre otra duda o sospecha en su propia hipótesis.
Sin lugar a dudas, ARENA sería la más beneficiada, así como la justicia, por supuesto, que se conociera la verdad. Pero, si Crisianti no exige a su fiscal general que investigue, incluyendo en la misma a su ex candidato Ávila, cualquier cosa que diga, será superficial, nada serio.
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