Admite no haber tenido una infancia tan feliz. La disciplina militar en medio del conflicto armado le marcó la infancia, pero se confiesa amante del fútbol y juega como defensa en un equipo. Es feliz con la barra que tiene en las canchas de la colonia Zacamil, donde incluso le han ofrecido una cuchillada.
Escrito por Estela.17 de Mayo. Tomado de La Prensa Gráfica..¿Cómo entró a la política?
De metido. Estaba en primer ciclo de la universidad sacando “cafetín”. Un amigo me dijo que nos metiéramos a ARENA, yo no quería porque le dije que era un partido de ricos y nos iban a ver mal, pero al final terminamos yendo y desde que llegué, me atrapó la política.
¿Qué le conquistó si a la mayoría de jóvenes, al menos ahora, no les interesa esta ocupación?
No sé, quizá el ambiente, la compañía de las personas que encontré en ese momento, sentir que estaba haciendo algo útil. Me fui quedando, conociendo gente y escalando hasta que culminé en el COENA. Mi sueño era llegar al COENA.
Prácticamente creció en ARENA...
Gracias al partido tuve mi primer empleo en la FGR, René Figueroa me ayudó. Soy fiscal, aún tengo mi plaza porque pedí permiso sin goce de sueldo mientras soy funcionario, y ya han pasado 10 años.
¿Y piensa regresar a la Fiscalía?
(Ríe) Quizá como fiscal general.
¿Pica alto entonces?
No, uno nunca sabe. Uno descansa en la posibilidad de tener donde llegar al final de todo esto.
Pero con las vueltas de la política ha cambiado su estilo de vida...
Cambia el ritmo, el estilo de vida, se conoce más gente y hoy con mi proyecto GANA tenemos más camino que recorrer.
¿Dónde vivía antes de ser diputado?
Nací en Sensuntepeque, Cabañas. Con la guerra emigramos a San Salvador, a la colonia Libertad, donde vivo desde los 11 años. Mi papá era militar, mi mamá maestra.
¿Su papá era muy rígido?
Si, él pasaba hasta 15 días sin llegar, pero no nos alegraba mucho cuando llegaba por la misma disciplina militar.
¿Entonces no fue un niño muy alegre?
Mi niñez estuvo llena de temores por las indicaciones que él siempre daba: no salgan, no se expongan, los van matar, se los va llevar la guerrilla... Tuve una niñez un poco traumática porque mi mamá salía a clases o a hacer sus cosas, y si no llegaba a la hora que debía, yo lloraba porque pensaba que la había matado la guerrilla.
¿Cuántos hermanos son?
De papá 10 (ríe), de mamá solo dos.
Era tremendo su papá. ¿Heredó esa característica, fue novio en su juventud?
Sí, él era así. Yo no, siempre fui muy tranquilo. Es más, creo que he sido bastante tímido para eso.
¿A que edad se casó?
Este es mi segundo matrimonio. Con mi primera esposa no tuve hijos, con mi esposa sí tenemos tres. Pero antes ya tenía una niña que hoy tiene 19 años y vive en Estados Unidos con su mamá.
¿Donde conoció a su esposa?
En la juventud de ARENA. Mi círculo de amistad y todo, todo, giraba alrededor de ARENA... Ahora ya no.
¿Me imagino que amigos sí le quedan?
Casi todos con los que me identificaba han salido de ARENA. Mis amigos son el (ex) presidente Saca, René Figueroa y Herber Saca, a quien yo le tengo mucho aprecio. Les tengo mucho cariño y los voy a considerar amigos de toda mi vida. Tengo otros amigos muy buenos porque tuvimos el valor suficiente para separarnos de ARENA, y son los diputados de GANA.
¿Qué característica tienen los que usted sí puede llamar “amigos”? ¿Sus mejores amigos son estos políticos?
El que está en las buenas y malas, que comparte conmigo los mismos ideales. Como le dije antes, mi vida ha girado alrededor de la política. Hay amigos de amigos, personas con las que uno se identifica más. Son los que he mencionado, amigos de mucha calidad.
Cuando me habla de sus amigos me da tres nombres, uno de ellos es Herber Saca. Sobre él se dicen muchas cosas...
Yo creo que es una imagen creada, confabulada por alguien. Yo le digo a él que solo falta que digan que fue quien trajo la (gripe) H1N1 al país, o que estaba involucrado en la sobreventa de boletos en el partido México-El Salvador. Todo se lo achacaban a él. Los que lo podemos conocer y nos consideramos sus amigos, nos damos cuenta de que tiene un gran corazón. Herber tiene un gran concepto de lealtad y amistad, pero se han dicho muchas cosas de él. Herber es querido, apoyado por las bases del partido (ARENA) porque tenía trabajo en las bases.
¿Él no está en GANA?
No, pero no dudaría en que pueda entrar. De hecho, hemos platicado que sería bueno incluso que pueda optar a un cargo. Si la gente lo quiere y lo pide, pues bueno, qué se va a hacer. Mire, otro amigo que se me escapaba es el doctor (Rodrigo) Samayoa, que es por quien entré a ser diputado.
Dice que no quería ir a ARENA porque era un partido de ricos, pero no viene de un sector vulnerable, era de clase media.
Sí, era clase media, pero la imagen que uno tiene de (medita)... soy clase media. De hecho, mi tercer ciclo lo hice en el TERCINFRAMEN.
¿Estudió en universidad privada o en la nacional?
Mis hermanos se graduaron de la UES, pero yo me metí a la Escuela Militar. Yo nunca me preparé en la vida para ser otra cosa que no fuera un militar y entré.
¿Que pasó? ¿Por qué no es militar?
Me salí cuando nació la niña. Mi novia sale embarazada, se va a Estados Unidos y yo pedí la baja para irme tras ella. Cuando regresé, en 1991, ya no podía regresar tan fácil a la escuela y tampoco podía ir a la nacional. Llegué a la Tecnológica y lo primero que vi al entrar fue la Facultad de Derecho, y sin pensarlo me metí.
¿Que más le habría gustado ser?
Toda mi vida me preparé para ser militar.
¿Era buen estudiante?
No siempre, iba pasándola.
¿Sieteando?
Seisiando (ríe), queriendo pasar, aunque nunca aplacé grado. En la “U” sí desperté un poco, he sido bueno para la lectura.
¿Quién es su autor favorito?
Pues no tengo uno en especial, lo que no me gusta es la novela, sino situaciones de la vida real. Testimoniales.
¿Libro favorito?
El último que terminé hace como tres días es “El cartel de los sapos”. Es una obra de Andrés López. Le dicen así despectivamente a los que se acogieron a un beneficio de los gringos...
Cualquier parecido con la realidad nacional es pura coincidencia...
Hay algunas cosas, porque hacen la denuncia del poder económico militar que tienen los carteles de droga y como se incrustan en la vida política y militar de un país; ese tipo de lectura me gusta. La novela me parece mentirosa, prefiero libros de la realidad.
¿Entonces le gustó “Las claves de una derrota”, que es sobre por qué perdió ARENA las elecciones?
No la he leído porque considero que es una mentira. Yo fui parte de una mesa estratégica. Nos reuníamos en las mañanas durante la campaña y tanto Manuel Meléndez como Marvin Galeas eran parte de la mesa, de los que daban las ideas de lo que debía hacerse. Y que hoy vengan a decir por qué perdió ARENA... Fueron parte también. En la agencia de publicidad de ellos se hizo todo, lo de Ávila y lo de Norman. Pero bueno, siempre quieren estar con el ganador, no con el perdedor.
¿Usted es un padre hogareño? ¿Ayuda en la casa con los quehaceres diarios?
No, la verdad es que no, pero trato de ser cercano con los niños, de ayudarles. Con el de 14 años trato de estar cerca, pero me involucro más en el fútbol. Aunque la última vez que fui le ganó el Ricaldone 8-1; así que ya no quiero ir...
¿Le gusta el fútbol?
De hecho, participo mucho, he colaborado con el Atlético Marte, estuve en la junta directiva del Firpo y estoy (jugando) en tres equipos: en la Asamblea, uno como fracción y otro que juega en la Zacamil, donde tengo como seis años.
¿Y va jugar a la Zacamil sin seguridad?
Llevo a la persona que me maneja. Me costó entrar porque en los primeros partidos era el diputado de ARENA contra el alcalde del FMLN. Hoy tengo aceptación. Una vez en el mercado de la Zacamil hasta me sacó la cuchilla un zapatero que le dicen “el Gallo” y ahora hasta uniformes de GANA me ha pedido para su equipo.
¿Qué posición juega?
De defensa... no soy muy bueno, pero me ponen por ser el diputado.
“Yo nunca me preparé en la vida para ser otra cosa que no fuera un militar ”
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