Escrito por Claudia Solórzano.Viernes 04 de Diciembre. Tomado de Diario Co Latino.
Puerto El Triunfo, en el departamento de Usulután, parece un pintoresco y cálido lugar, donde su gente acoge muy bien a cualquier visitante. Sin embargo, detrás de ese hermoso paisaje se esconde la incertidumbre y preocupación de los usulutecos sobre ¿Qué los está matando?
Y es que, tanto hombres como mujeres se están muriendo por causas aún desconocidas. Según los médicos especialistas, el culpable de todas las muertes es la Insuficiencia Renal, enfermedad caracterizada por la alteración en el filtrado glomerular y, por consiguiente, la incapacidad de los riñones.
Sin embargo, la enfermedad renal es considerada multicausal, por lo que resulta difícil detectar, sólo con los síntomas, los elementos que la provocan. En este punto surgen las especulaciones e interrogantes de los usulutecos: ¿Será el agua contaminada? ¿Los insecticidas de las algodoneras? ¿Que no tomamos suficiente agua? ¿El calor intenso del puerto? ¿La ibuprofeno que dan las unidades de salud y que daña los riñones? O simplemente ¿un mal genético?
Según Juan Raúl Alberto, representante del comité de desarrollo local, “no existe comunidad en donde no haya fallecido una persona por insuficiencia renal, pero hasta este día no estamos claros de la causa. Aunque la mayoría de gente se queja del agua potable y otras del agua de pozo, que no es saludable, pedimos que se hagan análisis del agua y de las personas enfermas para ver si estamos contaminados o no y prevenir”.
Dado que la Unidad de Salud de Puerto El Triunfo no dispone de las estadísticas sobre los casos, los usulutecos conformados en el comité se dieron la tarea de contabilizar a las personas que padecen la enfermedad renal. Los conteos preliminares indican que en cada comunidad hay entre 5 y 6 casos.
Los datos preliminares señalan que sólo en Puerto El Triunfo hay más de 100 casos, siendo la última víctima mortal, una mujer de apenas 35 años, en el cantón Chaguantique. “Ahora ya tenemos 5 o 6 personas más que están blancos, solo esperando morirse”, manifestó la Presidenta del Comité de Desarrollo Comunal, Julia de Flores.
El municipio de Puerto El Triunfo se divide en tres islas (La Península San Juan del Gozo, Madre Sal y Espíritu Santo), cuatro barrios, seis caseríos y siete comunidades.
De estos, sólo el 60% del municipio consume agua potable, mientras el resto recurre a los pozos artesanales, en lo cuales se entremezclan el agua lluvia y las mareas, así como los remanentes de los pesticidas, que hace más de 20 años rociaron los terrenos algodoneros.
A la fecha, 6 mil habitantes no disponen del vital líquido.
“Si la gripe pandémica ya ha matado gente, cuánto no ha matado la insuficiencia renal, y puede seguir sino se le pone un alto. Para ello tenemos que conocer las causas certeras de la enfermedad”, cuestiona la Presidenta del comité de desarrollo comunal, Julia de Flores.
La preocupación es innegable y se agrava aún más, cuando las unidades de salud no tienen los medicamentos ni aparatos necesarios para realizar los exámenes y tratamientos como la hemodiálisis, que es necesaria para los pacientes con la enfermedad avanzada.
“La gente no tiene para pagar vehículo y trasladar a sus enfermos. Entonces no solo se mueren por la enfermedad, sino también, por la debilidad y la anemia que no puede ser tratada en las unidades de salud cercanas”, criticó De Flores.
La Presidenta del comité considera que la mayor intranquilidad es que, día con día, mueran personas jóvenes y las mujeres dejen huérfanos a sus hijos. “No podemos quedarnos callados, nos está matando la violencia, la pobreza y que también nos mate supuestamente el agua al hacernos padecer de insuficiencia renal, esto no puede ser…”, lamentó.
Incertidumbre y ansiedad: inician análisis de la UES
La problemática de Puerto El Triunfo fue denunciada en los gobiernos anteriores, pero éstos hicieron caso omiso de la cantidad de pacientes renales que iba en aumento. Este año, la comunidad reiteró la situación en la palestra pública y al parecer tuvieron eco en el gobierno de izquierda.
Ahora, las autoridades del Ministerio de Salud Pública han solicitado la ayuda de especialistas de la Universidad de El Salvador (UES), quienes estudiarán a fondo a la población y su entorno para determinar con exactitud las causas de la insuficiencia renal en el lugar.
El interés del gobierno central también se logra gracias al Centro de la Defensa del Consumidor (CDC), organización sin fines de lucro, que ha mantenido una férrea lucha por el derecho al agua en los municipios más pobres del país, tales como, Puerto el Triunfo, Tacuba y Santa Elena.
Los especialistas intentarán identificar metales pesados, construirán un diagnóstico y aplicarán el protocolo del estudio realizado en el Bajo Lempa sobre enfermedades renales, a fin de obtener resultados veraces. Y es que el “nivel de contaminación del agua superficial, manantial y subterránea puede incidir en enfermedades relacionadas a las diarreas y casos parasitarios que afectan directamente a los niños, así como otras que sólo se conocerán con un estudio del agua”, explicó Diana Burgos, representante del CDC.
En salud se conocen cuatro categorías relacionadas al agua y las enfermedades. La primera indica que debido a la contaminación se producen bacterias, fiebre tifoidea entre otras.
En segundo lugar, es un medio para transmitir enfermedades mediante vectores, por ejemplo, el zancudo que produce el dengue. Asimismo, la falta del vital líquido incide en la poca higiene de los habitantes, ocasionándoles otras patologías.
La última categoría hace referencia a los agentes patógenos, tales como, tenias o “solitarias”, parásitos intestinales y contaminación por metales pesados.
Debido a estas categorías es que se hace necesario un análisis completo del agua.
Según Burgos, lo principal es asegurar agua de calidad que cumpla con las normativas técnicas establecidas y, sobre todo, que no tengan niveles de metales pesados ni micro organismos.
“Las acciones deben estar enfocadas en la prevención de enfermedades, es por ello que también se ha propuesto que los diputados y diputadas terminen de comprender la necesidad de aprobar una Ley General del Agua”, señaló Burgos.
La Ley es una propuesta de subsaneamiento, en la cual el gobierno tendría que invertir 100 millones de dólares al año para lograr un acceso universal al agua potable y de calidad.
La propuesta fue presentada en 2006 y 2007, pero no tuvo los frutos deseados debido a la renuencia de ciertos empresarios y políticos del partido ARENA, que se opusieron a la aprobación.
Dado que en muchas zonas del país aún predomina la mala calidad del agua, el Centro para la Defensa del Consumidor insiste al nuevo gobierno en retomar el proyecto, que las administraciones anteriores dejaron engavetado.
“Yo creo que al nuevo Presidente de la Asociación Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) hay que darle más tiempo para que se siente en la gestión. Él tiene la disponibilidad de enfrentar la problemática, pero uno de los obstáculos es la inversión”, manifestó Danilo Pérez, también representante del CDC.
En la actualidad, el acceso al agua en el área urbana ronda el 82.1% y en el área rural 44.1%, esto según la última encuesta de hogares y propósitos múltiples.
Dichos porcentajes resultaron porque se incorporó como fuentes de agua hasta los pozos. De lo contrario, Pérez asegura que las cifras de acceso serían menores. Según el CDC, eso no puede continuar.
Desde hace varios años, la organización sin fines de lucro impulsa la campaña “Por el acceso y calidad al agua potable”, en lo que consideran el Estado debe tener un papel fundamental para evitar más enfermos por contaminación del agua, así como, muertes por la misma causa.
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