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2009/12/11

LPG-Verdades que duelen

Y el gobierno ha hecho poco para contarnos que nuestro país es el tercer país de América Latina con menores ingresos tributarios. Que lo que se recauda de la actividad económica está por debajo del promedio con países vecinos.

Escrito por Sandra de Barraza.11 de Diciembre.Tomado de La Prensa Grafica.

Los temas fiscales y tributarios siempre son difíciles de entender y de enfrentar. Por un lado, nunca hay suficiente dinero para hacer lo que se quiere y nunca se recauda suficiente para hacer lo que se necesita. Por el otro lado, aunque se reconozca la importancia de la contribución para financiar el desarrollo, es mentira que estemos dispuestos a pagar, especialmente cuando no hay certeza sobre la transparencia en el uso de recursos.

En un momento en donde nuevamente el gasto público tiene desafíos para resolver tragedias humanas, reponer infraestructura pública perdida por las lluvias y enfrentar déficits millonarios, conocer de la ejecución en Casa Presidencial de $219 millones más de lo aprobado por la Asamblea Legislativa, de manera discrecional y sin evidencia concreta, cae como agua fría.

Como agua fría porque el gobierno se empeña en una reforma fiscal. Quieren cerrar los vacíos que dan legalidad a la evasión y la elusión fiscal para recaudar más. Se reforman 11 proyectos de ley y se crea una nueva ley. En la página web del Ministerio de Hacienda están las propuestas de sectores aceptadas en 7 de los 13 temas abordados, todas fechadas entre el 20 y el 29 de noviembre. Nada hay sobre el contrabando. Y ningún documento puede consultarse a pesar de estar en el portal de transparencia institucional.

Las estimaciones de recaudación adicional con estas reformas legales, en su primer año permitirían reponer lo ejecutado por Casa Presidencial sin aprobación de la Asamblea. Y esto no alcanza para mejorar la educación ni la salud, especialmente ahora que el gobierno se ha comprometido con la gratuidad. Menos alcanza para reponer y dar mantenimiento a los puentes y cerrar los megahoyos. Esta es la verdad y peor aún, la propuesta presentada ha causado justificadas reacciones: trato no igual, procedimientos engorrosos, fiscalización y sensación de acoso, penalizaciones más allá de lo constitucional y todo para recaudar no más que $200-$250 millones.

A nadie le gusta pagar impuestos. Y el gobierno ha hecho poco para contarnos que nuestro país es el tercer país de América Latina con menores ingresos tributarios. Que lo que se recauda de la actividad económica está por debajo del promedio con países vecinos. Tampoco nos ha recordado que a partir de 2004 se mejoró la recaudación fiscal porque la economía creció y se mejoró la gestión. Se les olvidó decirnos que para financiar el desarrollo y tener un clima favorable a los negocios tenemos dos fuentes de ingreso: la renta y el IVA. No dicen que el impuesto sobre la renta incluye personas y empresas. Se les olvidó informarnos que el impuesto sobre la renta tiene una estructura parcial y que a diferencia de otros países, alrededor de 4 de cada 10 dólares ingresan por renta personal y 6 por renta empresarial. No contaron que los salarios aportan el 75% en la renta personal y que el sistema de tributación es incompleto porque no grava todas las rentas, ni las personales ni las empresariales. No explicaron que las rentas personales incluyen lo vinculado al trabajo (salarios y honorarios) y lo que rinden los ahorros. No explicaron que la renta empresarial incluye el rendimiento a la inversión en el país y fuera del país.

Se han presentado anteproyectos de reformas legales sin educar en temas tributarios ni fiscales y sin presentar públicamente una estrategia integral sobre el tema. En síntesis, no hubo esfuerzo por crear un clima favorable a las decisiones. ¿Y entonces? Se desperdicia el capital político y se profundizan condiciones para mantenerse al margen de la ley, en el sector informal, y a continuar con el contrabando. Y peor, se corre el riesgo de no poder hacer lo que se debe hacer más adelante. Un reciente estudio del BID afirma que a pesar de la reforma de 2004, la evasión de la renta empresarial se mantiene alrededor del 50% de la recaudación potencial y la evasión del impuesto sobre la renta personal en un 30%.

Por razones de equidad, la elusión y la evasión deben cerrarse y castigarse. Por razones de suficiencia la reforma fiscal no puede limitarse a esto. ¿Y el predial? ¿Y el impuesto a la plusvalía? Y los incentivos millonarios como el drawback y los subsidios. ¿Se van a quitar? ¿Y los informales? ¿Y las prioridades del gasto?

¿Cuándo se discutirán y tomarán acuerdos tributarios y fiscales para financiar el desarrollo, la estabilidad social, la seguridad y la democracia? Se necesita tiempo y energía para abordar estos temas. Y para esto, es indispensable una estrategia que no desgaste.

LPG-Verdades que duelen

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