La suerte está echada

Escrito por Luis Gómez Zárate. Viernes 04 de Diciembre. Tomado de La Prensa Grafica. 

En la guerra de las Galias, en el río Rubicón, entre Italia y la Galia Cisalpina, Julio César, emperador romano, pronunció antes de la batalla una arenga a sus legiones para animarlos y obtener la victoria. Esa arenga la finalizó con la frase: Alea Iacta Est, la suerte está echada.

Julio César fue un hombre de honor, por eso como militar cumplió con el juramento a Roma, en defenderla; fue implacable con los que pretendían alterar los principios romanos y el sistema político; se caracterizó por su gallardía, y los emblemas romanos los llevaba fundidos en su alma de soldado, por eso nunca se doblegó a intereses foráneos y jamás fue sumiso o domesticado por doctrinas ajenas a las de Roma.

Julio César fue traicionado por sus allegados del Senado romano, donde lo asesinaron, en la Curia Pompeya, y con ese fin usaron a Brutus, Bruto, protegido de Julio César, quien le asestó varias puñaladas; Julio César antes de morir expresó en griego: Kaisu Teknon, tú también, hijo mío. Este fue un acto de traición, que hoy día se repite constantemente en la vida política partidista. La traición fue calificada por Dante Alighieri como el hecho más bajo y ruin; por eso en su Divina Comedia representa a los traidores en el último círculo del infierno.

Desde 1994, he venido haciendo una serie de llamamientos a los salvadoreños, a fin de alertarlos sobre el peligro del comunismo, que hoy es una realidad en El Salvador; y al mismo tiempo, arengas para unirnos y hacer un frente común a fin de combatir a los comunistas que son los enemigos de la libertad, porque siempre he considerado que cuando la gente le pierde el miedo a los comunistas y estos ya no asustan, sus horas están contadas.

Todos estos llamamientos a los salvadoreños, denuncias y acusaciones contra los comandantes están resumidos en mi nuevo libro, titulado Mi Tierra, con la finalidad de que sirva de constancia de mi lucha en defensa de la libertad; recalcando que en esta defensa jamás he tenido intereses políticos, ni económicos, lo que me llena de orgullo y satisfacción.

Pero muchos salvadoreños no creyeron en mis análisis, y me calificaron como desfasado, que el comunismo ya no existía, otros me llamaron ultraderecha, y los comandantes ordenaron a sus grupos mercenarios realizar todo tipo de amenazas contra mi persona, incluyendo atentados a mi vida y bienes. Pero todo lo que señalo, denuncio y acuso es basado en la verdad, que hoy se reafirma con la realidad que se vive en nuestro El Salvador, y se comprueba con las confesiones públicas, voluntarias de los comandantes comunistas como José Luis Merino, alias Ramiro Vásquez, comandante de la FAL, grupo armado del Partido Comunista Salvadoreño, empresario, según el Registro de Comercio es socio de varias empresas. En una de ellas con Raúl Alexander Granillo, el comandante Marcelo, condenado judicialmente por secuestro, actualmente en Cuba, ante los medios de comunicación dijo: el FMLN ha luchado y luchará por implantar en El Salvador el sistema comunista. En un conversatorio, 9/11/2009, Blandino Nerio, alcalde de Mejicanos, manifestó: “Tenemos que destruir este sistema maldito”, refiriéndose al empresarial. ¿Estaré desfasado? ¿Habrá desaparecido el comunismo? ¿Seré ultraderecha?

Además los comandantes convertirán a El Salvador en un santuario de terroristas, José Luis Merino apareció como negociador de armas con las FARC, 9/11/2008. Miles de veces he repetido las palabras de Salvador Sánchez Cerén, 16/12/2001, somos solidarios con las FARC; el comisionado de la PNC de Honduras, con relación a los actos terroristas, declaró: “Son gente del FMLN”. Salvadoreños: dejemos a un lado la cobardía y luchemos por nuestra libertad. La suerte está echada.

La suerte está echada