Las consecuencias sobre la inversión y el empleo de los ataques a un país aliado que haga un ministro y más el vicepresidente son negativas y, de reiterarse, catastróficas.
Editorial. 02 de Diciembre. Tomado de el Diario de Hoy.
Los Estados Unidos son nuestro principal aliado y socio comercial, el país donde vive casi la tercera parte de los salvadoreños, la nación de donde proviene la mayor parte de las inversiones, la tecnología y la cultura productiva, la fuente del turismo, intercambio cultural y sostén financiero. En los Estados Unidos se educan muchísimos salvadoreños que sirven de apoyo vital al desarrollo en todos los campos. El inglés se ha convertido en la segunda lengua del país y puente de entendimiento con el resto del mundo.
En el momento mismo que una persona asume cargos o funciones públicas de relevancia, lo que haga y diga deja de ser un asunto privado, para convertirse en actos y posturas de gobierno, en cuestiones institucionales. El presidente de una autónoma, un viceministro, o inclusive sus consortes e hijos no pueden participar en mítines o dar declaraciones sin que eso se interprete como parte de enunciados y políticas de esa administración.
Tanto es así que el presidente Funes se sintió obligado a desmarcarse de lo que hizo y dijo el vicepresidente Sánchez sobre la Internacional Socialista y la lucha "contra el imperio". No hacerlo significaría que cada funcionario público puede diseñar su propia política exterior, sus programas económicos, sus planteamientos sociales e inclusive declarar la guerra a otro país y forjar alianzas con una dictadura.
Las consecuencias sobre la inversión y el empleo de los ataques a un país aliado que haga un ministro y más el vicepresidente son negativas y, de reiterarse, catastróficas. Y al reducirse o terminarse de inmediato se afectan los puestos de trabajo y los ingresos de incontables familias.
Es claro que así sea. Un inversionista dispone de muchas opciones para establecer sus empresas y arriesgar capital, experiencia, tiempo y prestigio en lo que siempre es incierto. En los tiempos actuales los países compiten entre sí para atraer inversión, competencia que a menudo se centra en ofrecer ventajas que otros no tienen y además seguridad de que la inversión no será perseguida.
Si afeitan a tu vecino, remoja tus barbas
Quedamos muy mal parados si además de declarar que la meta del partido oficial es imponer el comunismo, se ataca al país de donde proviene la mayoría de inversiones, indistintamente de la nacionalidad de los empresarios que quieran establecerse. Los ataques pueden ser contra los Estados Unidos, pero un francés o un brasileño de inmediato los reconoce como xenófobos y en extremo amenazadores.
No sólo cuenta la adhesión del partido oficial a la internacional socialista, sino las posturas de otros personeros del gobierno contra el sistema económico de mercado, vale decir contra los sectores productivos en general. Se dio el caso de un funcionario que llamó mercenario al ejecutivo de una gran empresa que da empleo a varios miles de salvadoreños, insulto que cae sobre todos los ejecutivos de empresas grandes y que son precisamente los encargados de evaluar las oportunidades y riesgos que un país tiene respecto a inversiones y empresas.
Se afecta a la inversión extranjera, pero por igual a la interna, la salvadoreña. Es el síndrome de "si ves afeitar a tu vecino, pon tus barbas en remojo"; el socialismo es una amenaza para todo emprendedor por su explícita e inequívoca intención de abolir la propiedad privada. Basta mirar la ruina que han causado los sandinistas en Nicaragua.
La Nota del Dia: En la condición en que lo diga ahuyenta las inversiones
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