LA MAYOR AMENAZA PARA LA REGIÓN

Hace un par de meses tuve la oportunidad de conversar con el general Douglas Fraser, jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, durante una visita a El Salvador. Después de los temas introductorios, me preguntó “¿Qué es a lo que usted más temería que le suceda a El Salvador?” La respuesta fue que el narcotráfico y que el crimen organizado infiltren el Estado de una manera irreversible, como aparentemente sucede en México y está avanzado en Guatemala. “Bueno, evitar eso es parte esencial de mi trabajo”, fue su respuesta.

Escrito por Rafael Castellanos. 03 de Diciembre. Tomado de La Prensa Grafica.

Evidentemente mi preocupación es la de muchos salvadoreños y la del general Fraser debe ser la de Estados Unidos que ve amenazada su seguridad, en el escenario de un territorio controlado por ese mal perverso, de Venezuela y Colombia hasta México.

El Comando Sur de los Estados Unidos, basado en Miami, es una de las 10 unidades de combate del Departamento de Defensa, su responsabilidad es proveer planes de contingencia, operaciones y seguridad para Centroamérica, Suramérica y el Caribe, la protección del canal de Panamá y el área del canal.

Su fuerza es considerable, es una operación conjunta de la Marina, la Armada, la Fuerza Aérea, el Cuerpo de Marines, la Guardia Costera y otras agencias federales. Tiene un personal fijo de unos 1.200 personas, entre civiles y militares, su poderío como puede verse y la importancia que le dan a la zona, es grande.

“¿Por qué es su mayor preocupación?”, me dijo. “Porque ya lo estamos viendo suceder en México, en que los carteles de la droga han infiltrado el Estado de tal manera que nada se salva; policía, ejército, jueces, diputados, políticos, alcaldes, organizaciones que combaten el tráfico de drogas y la sociedad misma.

El monumental diferencial que existe entre el costo de producir la droga y su precio en las calles de los Estados Unidos y Europa, permite que los narcotraficantes tengan mejor tecnología y armas que quienes los combaten, compren países enteros y haya tanta gente que se enriquece con ello, cuando un país cae, es casi imposible que se recupere, puede volverse un “Estado fallido” como Afganistán, en que el gobierno no controla el territorio, sino las organizaciones de la droga. En ese esquema, ningún derecho está garantizado para los ciudadanos, la violencia está a la orden del día y es brutal, la justicia es una palabra sin significado.

La mezcla de las organizaciones de droga con un ejército irregular, la FARC, que hace tiempo dejó de ser una guerrilla con ideología, convirtiéndose en narcoguerrilla, y el apadrinamiento que tienen de Hugo Chávez que públicamente los justifica y defiende, más la colaboración como santuario de sus aliados en Ecuador y Bolivia, han vuelto a este grupo, conjunto, la organización más poderosa y peligrosa del continente, más difícil de controlar en su lugar de producción.

La ruta de tráfico es la otra manera tradicional de combatir ese mal. Poco eficientemente, se combate por tierra, mar y aire, y Centroamérica es un corredor perfecto para esos fines. Abundancia de playas y pistas de aviación para redistribuir y redireccionar la droga, hacia México como puente final, o directamente a Estados Unidos, así como reembarques para Europa. Por eso el interés grande en el territorio de narcotraficantes y de quienes los combaten. Por eso el interés grande de Chávez en Centroamérica y el Caribe, según los abundantes análisis de expertos en el tema y descubrimientos como la famosa computadora de la FARC.

General Fraser, le dije, el esfuerzo del Comando Sur es encomiable, pero es cuesta arriba, sabemos que la solución real es legalizar la droga en Estados Unidos y Europa, eso no aumentaría el número de adictos, pero bajaría inmensamente los precios y desaparecería todo ese dinero con que el narcotráfico arruina a las sociedades. Puede ser, me dijo, pero eso está muy lejos de suceder, por lo pronto el combate en terreno es lo que tendremos.

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