Escrito por Mauricio Pohl. 18 de Diciembre. Tomado de Contra Punto.
Lo que todo salvadoreño sufre día a día.
SAN SALVADOR-Es común escuchar en este país: “para hacer dinero, tenés que ser listo”. Esta frase simple pero lacerante refleja claramente la situación del Sistema Educativo del país, que no promueven la solidaridad ni el compañerismo. Ahora, es el momento de cambiar drásticamente estas enseñanzas nefastas y promover la solidaridad entre los alumnos.
En el sistema educativo salvadoreño ha prevalecido el reconocimiento y estímulo a la viveza del estudiante. Es el estudiante “listo” a quien se premia, exalta y reconoce; su “inteligencia” se utiliza como ejemplo para los demás alumnos. Cuando mucho, se reconoce el servilismo en un estudiante, pero nunca se premia al estudiante inteligente que reúne a los estudiantes menos aventajados y les explica, les ayuda, comparte la información; además no se promueve el trabajo y exámenes en grupo, discusión de los resultados de los trabajos por parte de toda el aula, exposiciones a los demás compañeros y sobretodo no se promueve escuchar las diversas opiniones de un tema, la verdad es única y la tiene sólo una persona, el profesor.
Al no promover la solidaridad, lo que hacemos es caer en la caridad, el Sistema Educativo nos hace caritativos, bondadosos, “buenos”. Por favor, la caridad es humillación para quien la recibe, porque va de arriba hacia abajo, a diferencia de la solidaridad que es de igual a igual.
Un ejemplo de esto es, en la Colonia Jardines de la Cima, hemos pasado siete días sin agua, según información de ANDA, por un derrame oculto. Familias con niños pequeños tuvieron que irse de la colonia, pero a la par de estas casas temporalmente abandonadas, habita un vecino que tiene una cisterna muy grande y tres días después de no tener agua, se puso a lavar el carro y seis días después, lavo la acera de su casa. Cuando se le reclamó por tal hecho, a su defensa el vecino argumentó que era SU agua. Esto es falso, el agua es de todos.
Pero este vecino es increíblemente bondadoso, le da de comer a los perros de la calle, le da ropa a la gente que pasa pidiendo ayuda, en fin, es un “ejemplo” de caridad.
Paradójicamente, días antes de la falta de agua, este vecino anduvo promoviendo que todos los habitantes firmarán una carta para la Alcaldía de San Salvador, para colocar una cerca en el parque de la colonia y así evitar que parejas hagan actos “indecentes” en un lugar público y convertir el parque en un lugar exclusivo, donde puedan celebrar casamientos, piñatas, etc, sin presenciar escenas “impuras”, en fin, tener un parque adecuado para sus condiciones socio-económicas y no de obreros.
Aquí cabe recordar un episodio del programa de televisión de nuestro gran comediante y el mejor publicista del país, sin ser su intención, Aniceto Porsisoca. En este episodio Aniceto es dueño del “Mesón La Basura”, llega un día y les dice a los inquilinos que les aumentará el alquiler ya que ellos no vivirán más en un mesón, sino en “Apartamentos La Basura”, por lo que sólo cambia el rótulo del lugar y así semana tras semana les va aumentado el costo del alquiler porque pasan de apartamentos a condominio y por último a “Residencial La Basura”, los inquilinos cada vez se ponen más orgullosos de vivir mejor y pagan con gusto el aumento del alquiler, mientras las condiciones del mesón siguen siendo las mismas. Con la cerca del parque y la falta de agua, las condiciones de la Colonia Jardines de la Cima no han cambiado.
Podríamos decir que en el país la caridad, es vista como parte del camino de ser rico, a diferencia de la solidaridad, que es parte del camino de ser pobre. Mejorar las condiciones de nuestro hábitat es labor de todos, pero todos juntos, solidarios y hacia delante, por un mejor país.
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