Ya existen espacios y avances de la mujer que nadie puede negar, pero, ¿cómo podemos mejorar la calidad del poder femenino con una verdadera igualdad de oportunidades? Esta pregunta no es fácil de responder, así que propongo una reflexión apoyada en la ecología humana y de la mano de una antropología realista, que permite apreciar la dimensión femenina de la persona mujer de forma integral y no como un objeto de uso.
Escrito por Kalena de Velado.13 de Diciembre. Tomado de La Prensa Grafica.
Existe una ambición sana en las personas, la cual mueve a buscar superarse por medio del esfuerzo y por méritos propios, con una actitud de excelencia que se modela y aprende en el hogar. La familia es el lugar idóneo para que un niño y una niña sean educados con amor incondicional en valores y principios para luego ser constructores de su destino y su felicidad.
Sin embargo, la llegada masiva de la mujer a los puestos de trabajo no ha ido acompañada de los cambios necesarios en la estructura de la sociedad y la empresa para que quedaran cubiertos encargos que antes correspondían exclusivamente a las madres. El cuido de las labores hogareñas, la atención y educación de los niños, la solicitud por los ancianos, los enfermos y los discapacitados, eran tareas encomendadas principalmente a las mujeres de la casa y ahora parece que no las hacen ni ellas ni ellos, porque los (as) trabajadores (as) incluso si laboran solo por la satisfacción de desarrollarse (y no por necesidad de dinero) no están dispuestos a renunciar a su empleo. Esto crea múltiples debates sobre la situación de la infancia en la actualidad, pues el bienestar de la niñez siempre pasa por la posibilidad que el trabajo de la madre le permita atender a la prole. Entonces, si papá y mamá tienen jornadas interminables: ¿Quién está educando a nuestros hijos en valores? ¿Quién esta formándoles en buenos hábitos y actitudes (principios éticos) que son la base de una Cultura de Paz y prevención de violencia juvenil? ¿Quién supervisa los programas de TV adecuados o si comieron bien?
Hoy más que nunca el balance entre vida familiar y laboral se ha convertido en algo imprescindible. La Dra. Nuria Chinchilla, autora del libro “La ambición femenina”, cree que tras las jornadas eternas se esconde uno de los mayores problemas de las mujeres. Para ella “la solución transcurre por una transformación radical de la percepción de que, si uno no ocupa su silla hasta suficientemente tarde, no está trabajando”. Chinchilla demuestra con los estudios realizados para elaborar su libro, “que cada vez son más los hombres que exigen, como aspecto a valorar en su trabajo incluso por encima del sueldo, que el horario les permita volver pronto a casa. Eso significa que, de aquí a unos años, puede que queden pocos jefes dispuestos a alargar el día, porque prefieren trabajar mucho a estar en casa con sus hijos”.
En la práctica, las mujeres empresarias, de diferentes sectores y tamaños, hemos tenido que aprender a equilibrar familia y trabajo desde siempre, lo que representa un caudal de experiencia que se puede traducir en políticas públicas y corporativas para crear una cultura empresarial más humana, promoviendo un ambiente de confianza, madurez y profesionalidad entre los empleados y la dirección. Se trata de que tanto empresas como sus colaboradores asuman la parte de responsabilidad que les corresponde a la hora de proteger y apoyar a la familia. La familia es la base de la sociedad y la clave del desarrollo sostenible, por lo que ya no puede ser una preocupación solo de la mujer sino del hombre, de la dirección empresarial, y del Estado. ¡Sí es una gran ambición femenina!
Leo esto y muy a pesar de coincidir con casi todo lo que se establece en el articulo, no dejo de pensar en que una mujer que verdaderamente luche por el derecho de las mujeres en este pais debe de siempre tomar en cuenta y analizar la situacion de la mujer salvadoreña y no solo la situacion de las mujeres salvadoreñas que la pasan bien. No se puede ser feminista pura si no se lucha por elevar la posicion de las mujeres guanacas que la pasan peor y al fin y al cabo quienes desde ya hace decadas nos vienen mostrando la madera de la que estan hechas. Desde siempre he visto mujeres solas trabajando duro, en empleos mal pagados y con condiciones de trabajo deplorables, para sacar adelante a sus hijos. Pero como ya dije para las mujeres de carrera( un sector relativamente reducido en ES) el articulo es valido pero no enteremente feminista.
ResponderEliminarY cual es el mensaje de la tal reflexion?. Se queda corta la estimada.
ResponderEliminarYo crei que la maistra nos plantearia una vision avanzada de como la mujer nuestra( la pobre, no academica, la aislada, y la mujer de clase media para arriba) aporta desde ya al progreso( si es que hay en ES!!) nacional. Una vision de por que la mujer es afectada por el deterioro social salvadoreño, una vision sobre la manera en que la iglesia, y las organizaciones sociales pueden fomentar una proyeccion de la mujer salvadoreña en como activo motor del saneamiento nacional a todos los niveles. Pero la sra se pierde en pajas... y bine barata en realidad.
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