El 11 de este mes de noviembre se cumplieron 20 años de la ofensiva que el FMLN lanzó para alcanzar sus objetivos político-militares.
Escrito por Hans Candell.Martes 17 de Noviembre. Tomado de La Prensa Grafica.
Sobre ese hecho histórico escuché opiniones de algunos de los protagonistas de las acciones que se llevaron a cabo y en las cuales, de alguna manera, también nosotros las vivimos.
El entrevistado perteneciente a la Fuerza Armada fue de opinión de que la tal ofensiva no era otra cosa que un evento desesperado de la guerrilla para ocultar que estaba perdiendo la guerra. Por otro lado un ex miembro de la guerrilla hizo referencia a que la ofensiva fue uno de los elementos que obligó, de alguna manera, a que el gobierno agilizara y admitiera que la única forma de terminar con la guerra era exclusivamente a través del diálogo, y que fue así como se llevaron a cabo las diferentes reuniones hasta alcanzar los Acuerdos de Paz.
Otro evento importante que como secuela de aquellos hechos está sucediendo en estos días es que un tribunal internacional está abriendo un nuevo juicio contra aquellos que participaron, intelectual o materialmente, en el asesinato de los sacerdotes jesuitas y dos de sus colaboradoras. Por esto se han escuchado diversas opiniones, unas a favor y otras en contra.
Pero el título del presente artículo se refiere a “29 años de guerra”, porque si bien hace dos décadas callaron las armas por aquel conflicto por el poder político, los salvadoreños seguimos librando una guerra que ahora es contra los delincuentes, los secuestradores, los violadores y asesinos, los corruptos y hasta contra algunos políticos que solo utilizaron a este pueblo para satisfacer sus ambiciones o intereses personales.
Esta una guerra en la que difícilmente tenemos a quien acudir para que se nos escuche; en la que no se encuentran los mecanismos ni las personas que deben de participar para elaborar y firmar unos nuevos “Acuerdos de Paz” que nos traigan la tranquilidad a todos los salvadoreños.
¿Fratricida? ¿Conocemos el significado de la palabra fraterno? Si no estoy equivocado esta palabra significa hermano, unidad, presencia junto a otro que me necesita, estar presto para darle mi ayuda a otros. Pero la realidad nos indica que nos encontramos ante una polémica, porque fratricidio sería eliminar a mi hermano y en este momento no me queda claro que nos veamos y nos sintamos hermanos unos con otros.
Ha llegado el momento que nos unamos todos: gobierno, iglesia –sin importar su denominación– autoridades locales, sector empresarial, pueblo en general y todo aquel que crea que ya es suficiente el mal que estamos padeciendo y el esfuerzo que estamos haciendo por librar otra de las tantas guerras que actualmente nos aquejan: contra la crisis económica.
Pongamos en práctica aquella frase que dice “la unión hace la fuerza”. Todos unidos como un bloque compacto libremos la batalla final para romper con todo aquello que estanca y detiene nuestro desarrollo y el de las generaciones actuales y venideras. Debemos ser visionarios y solidarizarnos todos en la unificación de esfuerzos para hacer que nuestro El Salvador sea un país próspero, incorporado a la familia de naciones democráticas.
Esforcémonos individual y colectivamente para lograr el cambio ansiado, no le dejemos a los demás la parte de responsabilidad que nos incumbe también a nosotros de alcanzar una verdadera paz en todos los sentidos: social, moral y espiritual.
Hagamos que se haga realidad la frase escrita en nuestra bandera nacional: Dios Unión Libertad.
Que bonito!!!
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