El madrugón que dejó sin armas a la oposición

La maratónica jornada en el Salón azul puso a prueba que la triada entre FMLN, PCN y disidentes logran la mayoría calificada (56 votos). ARENA se retiró del recinto en protesta por la reforma a la Junta directiva

Escrito por Katlen Urquilla.Domingo 01 de Noviembre.Tomado de El Diario de Hoy.

Unos tenían rostros de enojo, tristeza y frustración por lo que iba a pasar en el Salón Azul; algunos reflejaban una emoción disimulada como quien se sale con la suya, y otros tenían caras de alivio como cuando se salvan de la guillotina.
Cerca de la medianoche, los diputados fueron llegando al recinto. Los disidentes fueron de los primeros en ubicarse en sus curules de siempre, a la par de sus ex compañeros areneros; luego del PDC y PCN.

Pero nadie de ARENA ni del FMLN aparecían. La incertidumbre reinó en la atmósfera, porque cabía la posibilidad que la plenaria número 24 se volviera a frustrar como pasó el miércoles 28.

De pronto, se avistaron a diputados tricolor con leves sonrisas en sus semblantes. Pero hubo algunos como Enrique Valdés, Eduardo Barrientos y Margarita Escobar que se acercaron a estrechar las manos de los disidentes a unos pasos de ellos como Miguel Ahues Karrá, desde ayer directivo de la Asamblea y Dolores Rivas. Aunque hubo excepciones. Milena Calderón de Escalón y el jefe del grupo de los separatistas, Mario Tenorio estaban uno al lado del otro, pero no hubo ni un saludo, ni un cruce de mirada.

Cuando sonó el gong que dio apertura oficial a la sesión plenaria, a la 1:05 de la madrugada, cada fracción se quedó en su trinchera a esperar lo que seguía.

Tenorio fue el primero en pedir la palabra para que sin más retrasos se procediera únicamente a reformar el protocolo de entendimiento, lo cual permitiría que dos de sus compañeros separatistas pasaran a formar parte de la cúpula legislativa, dejando para la otra semana asuntos de interés como la aprobación del decreto para que la PNC pueda disponer de los agentes las 24 horas para combatir el crimen.

En ese momento intervino el pedecista Rodolfo Parker, quien desde ayer ya no se sentó en su silla de vicepresidente legislativo, sino en una curul de la llanura. Parker objetó que el trabajo legislativo, que es para lo que se les paga, se dejara en segundo plano.

En eso lo secundó el jefe de la fracción arenera, Donato Vaquerano, quien en tono sarcástico dijo que felicitaba a los que "se sentían agasajados" por ser 31 de octubre y recriminó que no era culpa de ellos que estuvieran a esas horas haciendo la plenaria, sino que era "por la serie de chanchullos que han estado negociando", les reprochó a sus colegas.

ARENA PROTESTÓ EN EL SALÓN AZUL

Pese a los intentos de Parker y Vaquerano, el pecenista Ciro Cruz Zepeda, presidente de la Asamblea, sometió a votación la solicitud de Tenorio, la cual sin tropiezos alcanzó exactamente 56 votos sumados entre FMLN, PCN y los 12 disidentes. Los únicos votos en contra fueron los 20 de ARENA, porque el PDC y CD se abstuvieron.

En ese instante y en un gesto de protesta por lo que se aprobaría en el protocolo, los diputados areneros se levantaron de sus curules, le dieron la espalda a sus demás compañeros y dejaron hablando a Zepeda. La melodía que acompañó el minuto de silencio por el fallecimiento del ex rector de la UES, Félix Ulloa fue el telón de fondo a la retirada de los areneros, quienes justificaron su decisión de irse, tras 15 minutos de la plenaria.

Vaquerano reprochó que lo único que había prevalecido eran "los intereses de unos pocos" y que las reformas al protocolo tenían una "oscura finalidad". Por eso es que la bancada tricolor advirtió que acudirá a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para "revisar la legalidad" de lo que se aprobó en la madrugada. Y aseguró que siempre se mantendrán "generando gobernabilidad" en la Asamblea.

Además, Vaquerano afirmó que "son seis (de los disidentes) que podrían separarse de los rebeldes y eso volvería a recomponer la aritmética política". Luego de la improvisada conferencia se fueron del Palacio Legislativo. Era la 1:25 de la madrugada.

Veinte minutos después, Zepeda pedía votar por la aprobación de las reformas al protocolo. Fueron 63 votos en favor, incluido el PDC los que avalaron los cambios en la Junta Directiva. Sólo el CD se abstuvo.

De inmediato, el presidente indicó que juramentarían a los nuevos directivos. Pero antes de hacerlo, el diputado pecenista Francisco Merino se deshizo en elogios hacia el que nombrarían como nuevo vicepresidente de la Asamblea: Guillermo Gallegos, del grupo de los disidentes que ahora se denominan GANA (Gran Alianza por la Unidad Nacional).

De igual forma, las nominaciones de los otros dos separatistas que subieron a la cúpula legislativa: César García y Miguel Ahues, fueron impulsadas por el también diputado pecenista Mario Ponce.

Y Medardo González, jefe de la bancada del FMLN, se encargó de proponer a su compañero dirigente Sigfrido Reyes como el próximo presidente del Congreso, al directivo Roberto Lorenzana como vicepresidente y a la diputada Lourdes Palacios como nueva secretaria legislativa. González expresó que tener un puesto más en la directiva era "una reivindicación" por el nuevo rol como partido oficial.

Mientras todo eso ocurría, la única que tenía una cara compungida en la Junta Directiva era la pedecista Sandra Salgado. Parker ya no estaba a su lado.

LA PUNZANTE DESPEDIDA DE PARKER

Casi al filo de las 3:00 de la madrugada, Parker le solicitó a Zepeda usar el estrado por no más de tres minutos para despedirse. Se lo concedió.

Entonces dijo el pedecista: "El partido comunista de El Salvador impulsó la decisión de quitar un puesto a la Democracia Cristiana para contar ellos con un nuevo... les dije que se lo quedaran; no estoy aquí por un puesto. Esto muestra al partido comunista como es: oportunista, bajo, vengativo, intolerante, en búsqueda del poder absoluto y la instalación del Socialismo del Siglo 21... La patria peligra, estos no son simples cambios, hay oscuros propósitos".

Pese a que el presidente del Congreso pidió no abrir un debate por las palabras de Parker, la efemelenista Lorena Peña no le hizo caso y le respondió al pedecista pidiéndole tolerancia. Zepeda cortó de tajo la discusión y ya no permitió a Parker devolver las palabras a Peña. Eran las 3:16 de la mañana, por lo que decidió juramentar, por fin, a los directivos.