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2011/01/26

RAICES -La economía al “derbez”- Periodismo Alternativo desde El Salvador

 Juan Grande.26 de Enero. Tomado de Raices. 

De un programa cómico mexicano llamado “Derbez en Cuando” surgió otro llamado “La Familia Peluche”, siendo protagonista principal Eugenio Derbez. En ambos se exageran todas las situaciones comunes de una familia, se oculta, manipula y distorsionan datos, de comportamiento familiar absurdo, que con irreverencia y manejo disfuncional, pretenden y logran como resultado comicidad y un atractivo risible decoroso más el respeto profesional del programa que culminan en aplausos circenses.

Cuando estos escenarios se reproducen en la mesa del debate económico, nos preguntamos si al fruto del conjunto de protagonistas discursistas, amigos y fans, merecidamente debiese llamárseles impulsores de un enfoque “impostor” que conceptualiza la economía con los dados cargados al derbez (revés).

Así vemos que con cinismo silvestre orbitando de lo inocente a lo tosco, ofensivo a veces e incluso maliciosamente llamando culpables a las víctimas, de cuando en vez se lee o se escucha decir opiniones pre tituladas como “expertas” que manipulan datos o realidades en las afirmaciones que sostienen. Indudablemente esas referencias dejan confirmar la habilidad no interpretativa de hechos o fenómenos sino mañosa y antiética.

Por ejemplo, parecido al caso en que el defensor del violador de una niña de 12 años, al apelar sentencia reclama no haber considerado los atenuantes fácticos: el cuerpote de mujer adelantado de esa baby compitiendo con la Beyoncé, que tan evidente incluso vestida de pies a cabeza resulta indefensamente provocador de la reacción instintiva al “cándido” agresor; hemos conocido de opiniones sobre la crisis inmobiliaria estadounidense acusando de culpables a los ciudadanos trabajadores que han perdido sus casas al no poder refinanciar ante la pérdida abrupta del valor de los inmuebles, que es diferente a señalar falta de capacidad de pago.

Uno de ellos ex ministro de Hacienda, apoyándose en los comentarios del economista Jeffrey Alan Mirón, pretendió eximir responsabilidad de la crisis a la salvaje codicia de algunos (muchos) malignos ejecutivos [a quienes incluso les ha valido un comino los intereses de los accionistas] y por el contrario acusó y culpó a las políticas intervencionistas que se promueven para favorecer decentemente a sectores de menores recursos en materia de vivienda, quienes al final de la infernal fiesta financiera han sido víctimas no los delincuentes, al ser presa de la masiva publicidad engañosa envolvente impulsada a borbollones para garantizar la realización de préstamos e inversiones imprudentes. Claro que similar al abogadillo anterior que haría escándalo acusador por la provocativa figura que ha desarrollado la niña de doce años, y olvida enunciar la contrapartida que acompaña dicha realidad recordando principios y valores que matizan gustos y decisiones más la prohibición de ley y condena social de tales hechos; sospechosamente con omisión turbia en esa ocasión el ex ministro evitó señalar que el economista aludido a su vez demandó impedir y se opuso al rescate bancario (bailout plan) con dinero de los contribuyentes y en consecuencia que el mercado apabullara a los bancos obligándolos a declararse en quiebra en respuesta sancionatoria por su rendición culposa al bajo mundo de los instintos comerciales salvajes cómplices de la vorágine especulativa impulsada por estos banksters.

Fácilmente se advierte porque es mejor omitir la siguiente parte del comentario original, pues no agrada la sanción que amerita el pecado, y peor las reacciones defensivas (intervención) del Estado en protección de sus miembros al motivar inequívocamente imponer los límites racionalizadores que la regulación inflige a los aventureros, reglamentando para ordenar bloqueando las barbaridades que el libre albedrio ha posibilitado sin pudor al dejar que la codicia financiera excesiva únicamente tenga como frontera la imaginación.

Pareciera que para quienes su trabajo de analista bajo supuesto manto liberal, abarca primariamente el canto ideológico pro intereses no gremiales sino muy particulares, dependiendo a quien favorezca el intervencionismo, prohibido para campesinos y algunos productores por ejemplo, se condena o aplaude al menos omitiendo discutirlo. Así observamos que bajo similares encantos otro economista salvadoreño nacionalizado demanda que la Asamblea apruebe lo antes posible el mecanismo sustituto del drawback, para no arriesgar algunos nichos de mercados. Por supuesto no se le llama subsidio (abierto intervencionismo) sino incentivo a las exportaciones. ¿Si el negocio es lucrativo para que subsidios y si no es lucrativo para que negocios?; a menos que el negocio sea lucrarse doble con el incentivo-subsidio.

¿Qué pasó con el discurso de eficiencia y competencia como criterio para encausar las inversiones? A propósito de esa demanda y exigencia de beneficios, les recomendamos re-leer a Daniel Wisecarver “LA REFORMA DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA EN CENTROAMÉRICA EN CUMPLIMIENTO AL MANDATO DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO”. Por duda sana asoma la interrogante ¿se proponen incentivos necesarios o innecesarios lucros oportunistas?

El ex ministro de Hacienda ha declarado que la dolarización del país más que una medida con objetivos económicos fue una acción política con visión futurista de amarre que evitara la emisión de moneda desordenada por parte del BCR. O sea que los anunciados beneficios no vistos en materia de atracción de inversión extranjera y mayores tasas de crecimiento económico, menor inflación, etc., etc., solo fueron dulce propagandístico. ¿INFAMES CANTOS DE SIRENA PARA LA CIUDADANIA, DE CUYOS MIEMBROS A LOS CREYENTES DOLOROSAMENTE HOY SE LES LLAMA INGENUOS?

El país no ha dejado de endeudarse, pero este proceso ha sido en beneficio de acreedores a tasas muy lucrativas, que se manipulan arbitrariamente bajo excusas de cambios en el mercado financiero o por simples percepciones del chambrerío discrecional económico y político anti país. Manipulación justificadora de la calificación riesgo país desfavorable que nos recetan especialistas que nada ni por cerca pudieron prever la burbuja inmobiliaria con la crisis financiera y hecatombe mundial siguiente que aún nos impacta. Sin embargo, estamos obligados a creer su capacidad “calificadora”.

Si se confirma que efectivamente había y se ha cumplido el negocio de la visión futurista claramente para bien de pocos [¿venta foránea de bancos?]. Pero al fisco al que paralelamente le ha tocado bailar la danza del “amarre”, se le descargó una especie de círculo vicioso malévolo: la recaudación tributaria es baja también por la falta de crecimiento, lo que obliga endeudarse para sostener un gasto público compensador en parte de las escaseces por el lento paso de tortuga en que marcha la actividad productiva, bajo dinamismo que a su vez suscita menores ingresos impositivos.

La dolarización si ha dado resultado pero no para la mayoría de empresarios y ciudadanos en general. ¿Cuál es entonces el chiste y gozo de parcial estabilidad, muy parecido al que pretenden terceros se aferre un paciente en coma? Y lo más lamentable es que nuestra economía sobrevive una especie de coma inducido. Pero el ex ministro nos propone asumir que el crecimiento si se ha generado, lo único que los indicadores no lo han registrado, pues hay una subestimación. Podría ser que exista desactualización de las estadísticas, pero que la gente está agobiada, perspectivas productivas sin horizonte alentador, la generación del empleo es raquítico, la pobreza marcha galopante, hay hambre y mayores problemas de salud, etc., amén de inseguridad y acoso público que maltrata la tranquilidad de la población, es una triste verdad latente, que ni cantinflando es posible ocultar lo que a simple vista se percibe. Pasados diez años hay referente suficiente para examinar serena y seriamente si debemos continuar o corregir la dolarización.

Sin embargo, en su equivalente con pecaminosa interpretación al “derbez”, hay expertos que tratan que los ciudadanos no le den importancia al bajo crecimiento, insuficiente creación de empleos, endeudamiento público, etc., que ha acompañado al proceso de dolarización salvadoreña, e invitan a que nos alegremos por una baja tasa de inflación, es decir, conformarse con lo secundario que solo es relevante si la situación económica tuviese un desenvolvimiento contrario. Para Hollywood seria como que el padre a la hora del almuerzo sin nada que comer en la mesa, pidiera a sus hijos tranquilidad sepulcral pues al menos si llegase a encontrar trabajo podrían comprar menos caro los alimentos.

La desfachatez para asustar con el petate del muerto por parte de ambos personajes y colegas afines contrarios a la desdolarización es nefasta y antiética, pregonando cifras escandalosas sacadas maliciosamente de la manga de la camisa, no cálculos serios probables sobre los efectos negativos en potenciales devaluaciones, real redondeo, niveles de inflación, aumento de tasas de interés, etc., pues el objetivo es pintar un panorama más negro que el petróleo. Obvio que la medida tendría repercusiones y excesivamente evidente que estos personajes para nada están interesados en estimar valores según diferentes escenarios (de acceso a deuda, crecimiento, remesas, comercio exterior, etc.), que aclaren y orienten la toma de una decisión trascendental, revisando con profundidad la conveniencia de desdolarizar el país, con objetividad y serenamente pensando en los intereses de todos los salvadoreños. Con sabiduría se requieren oídos sordos a las falsedades y pulso para considerar por parte de autoridades análisis e informes serios que aclaren no confundan lo que conviene a la nación a corto, mediano y largo plazo sobre el tema de la dolarización.

Hay mucho cinismo a la hora de valorar posibles aumentos de impuestos por parte de prestigiados analistas, a pesar que el país amerita y urge de mayor crecimiento y por tanto importantes sacrificios y esfuerzos de inversión pública que sustenten el desarrollo que requerimos, apoyo eficaz para recuperar la producción perdida, y consecuentemente recursos financieros de soporte. Hoy, con otro gobierno, se declara que no es conveniente por la crisis, ya no se aguanta gravámenes adicionales, la medicina sería peor que la enfermedad. En el pasado que se han cargado las espaldas de los mismos de siempre con aumentos del IVA y se bajaron los gravámenes a las importaciones a favor de intereses comerciales, fueron, se dice y dijeron, medidas audaces, serias y responsables, valientes, verdaderas políticas de Estado. Y los aplausos Marvin Galeas - fans, para su maestro reconocido en editorial publicado en El Diario de Hoy, son rimbombantes destacando la brillantez de estos llamados “liberales” a pesar de que son muy macho-menos cualquier otra cosa; dichos fans se quejan que haya quienes ya no gustan pregonar de mentalidad neoliberal; auditorio de idólatras al que le rasca la presencia de personas real y honrosamente liberales, cuyos honestos aportes al debate de ideas enriquecen con sentido patriótico a la reflexión que el país en su conjunto demanda.

Y lo curioso es que a quienes protegen-promueven-favorecen los intereses de selectivos propietarios de activos financieros se les adjudican hasta premios por el mote contrario de defender “los frutos del trabajo y de la frugalidad de la gente, por cuidar el ingreso de los asalariados, por proteger el ahorro y el patrimonio de todos”; a pesar de las cóleras ya no risas que provoca sobre los susodichos favorecidos conocer sobre tales proclamas sinónimo de burla.

Como en democracia es inevitable lo contrario, al menos selectivamente aplaudamos y fomentemos la pluralidad en la discusión que no tiene agendas ocultas y/o falsacionismo mañoso e interesado, por ser loable, respetable y muy necesaria para ilustrar los reclamos de la ciudadanía y decisiones de sus autoridades, en aras de configurar al derecho no al “derbez” el destino de país que merecen con justicia nuestros maltratados compatriotas.

RAICES - Periodismo Alternativo desde El Salvador

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