Carlos Acevedo es un doctor en economía nombrado por el Presidente Mauricio Funes como presidente del Banco Central de Reserva.DIARIO LA PÁGINA dialogó con él sobre la realidad económica nacional y las perspectivas de cara a vivir con un país dolarizado.
Escrito por Jaime Ulises Marinero.20 de Noviembre. Tomado de La Página.
¿Cómo está la economía salvadoreña?
Con una leve recuperación respecto al año pasado. La gente no siente los efectos todavía porque es débil. En Centroamérica, El Salvador fue el país al que más fuerte le pegó y por ende la recuperación es más lenta. Otros países del área están creciendo entre un 2 y un 2.5 y El Salvador un 1 por ciento, por eso la gente no lo siente en sus bolsillos. Para que la población comience a percibir en sus economías esa recuperación necesitaríamos en el país el crecimiento de una tasa de un 4 por ciento.
¿Cómo debe de percibir la población esa recuperación?
A través del poder adquisitivo que implica el mejoramiento de ingresos y que el deterioro por inflación no sea grande. El país no está mal en cuanto a inflación con respecto a otros países, sí en cuanto a ingresos y generación de empleos. De poco le sirve a la población que la inflación esté baja si no tiene empleo. Al revés, si la gente tiene ingresos y empleo podría soportar un nivel de inflación más alto.
¿Tiene razón la ANEP cuando dice que en este último trimestre se ha caído lo que se había recuperado en la economía?
En este último trimestre se ha desacelerado respecto a lo recuperado en el segundo trimestre, pero en consonancia con la desaceleración de Estados Unidos, que tuvo una recuperación fuerte el cuarto trimestre del año pasado, pero en estos tres últimos trimestres se ha desacelerado y nosotros estamos enganchados esa locomotora, por eso es inevitable que nos impacte.
¿Y eso lo percibe la población en su bolsillo?
Desde luego, porque las oportunidades de conseguir empleo se reducen y por ende perciben menos ingresos.
¿Puntualmente cuáles son los factores que inciden para que la gente sienta en sus bolsillos los efectos de esa desaceleración?
Las remesas cayeron 8.5 por ciento el año pasado. Este año hasta octubre estaban creciendo 2.1 por ciento. Pensamos que a finales de año andaríamos por 2 y 2.5 del crecimiento, pero cayeron el año pasado 8.5. Ahora tenemos las remesas equivalentes a las del 2005 y 2006. La caída de las remesas fue tan fuerte el año pasado que aún ahora estamos a niveles bajos.
¿Eso es el efecto de la crisis en Estados Unidos?
Si, y ahí no podemos hacer absolutamente nada, es una variable que está fuera de nuestro control. Antes de la crisis económica las remesas eran el 18 por ciento del PIB, ahora. Luego bajaron a 16 por ciento, y ahora podrían llegar a 17.
¿Depender de las remesas nos hace tener una economía débil?
Por supuesto, y eso ha sido criticado por muchos analistas, incluido su servidor. Se depende de políticas migratorias, de la crisis económica y de otros factores.
¿Hay perspectivas de que los salvadoreños lleguemos a tener una buena capacidad adquisitiva?
Eso va a depender de la recuperación de la economía.
¿Y se puede hablar de meses?
Cuando se hizo el desempeño macroeconómico de 2009-2014, con el Fondo Monetario nos pusimos la meta de crecer 2.5 por ciento. Hemos planificado crecer una tasa 2.5 para 2011, pero eso dependerá del desempeño de la economía estadounidense y del efecto de las políticas domésticas de reactivación, particularmente del programa de inversión pública que se ejecutará desde finales de este no y seguirá y luego, así como del lanzamiento de la banca de desarrollo que esperamos que atenúe los problemas de acceso al crédito de sectores productivos. Con ese estímulo esperamos alcanzar la meta
¿Y ese 2.5 por ciento planteado están en los márgenes normales. Es ambicioso?
Es ambiciosa en el marco de la crisis, pero en el crecimiento histórico no es ambicioso. Es una cifra factible que cabe entre el rango de probabilidad las cifra responsable, sin estar inventando como lo hacía el ex ministro de Economía Miguel Lacayo que salía con cifras mentirosas. Es una cifra sobre bases realistas, y estamos conscientes que es un desafío fuerte.
DESDOLARIZACIÓN
¿El presidente Funes dijo que no iba a desdolarizar cuando andaba en campaña. Es factible desdolarizar?
Hay un mandato claro presidencial para el gabinete económico en el sentido de llevar el plan económico con la premisa de la dolarización. Además la Asamblea Legislativa es la que por Constitución establece el régimen monetario del país. Creo importante señalar que la aceptación de la dolarización no es porque sea maravillosa, sino que es realista, que toma en cuenta el desempeño mediocre que ha tenido el país durante la dolarización porque fue mal diseñada.
¿Es decir que se acepta porque coyunturalmente no es posible desdolarizar, porque los efectos serían negativos?
El problema es un manejo de expectativas, en el momento en que el gobierno diga "Vamos a desdolarizar" se generaría una serie de consecuencias que tendrías un impacto negativo sobre la macroeconomía del país.
¿En el plano legal tendría que estar circulando el colón?
El colón circula, mensualmente se reciben entre 70 y 80 mil colones, pero el sistema financiero los retira. El colón es moneda de curso legal. No se puede llegar con dólares a pedir colones, pero se puede llevar colones y pedir colones. Según la Ley si yo llego con un cheque puedo pedir colones o dólares, pero la misma ley manda a retirar la moneda nacional. Si uno se pone estricto puede exigir colones y si no los dan, en teoría puedo demandar. No solo el sistema financiero, también la empresa privada puede y debe aceptar el colón.
¿Cuáles serían los efectos de una desdolarización?
Una corrida bancaria sistémica que generaría un colapso del sistema financiero. Similar a lo ocurrido en Argentina. Todo mundo iría a sacar sus depósitos . Si se corre el rumor la gente llegaría a retirar su dinero. El dinero fluctuante es de 5 mil millones de dólares y las reservas de liquidez son alrededor de 2 mil millones, lo cual no alcanzaría para dar los retiros. Colapsaría el sistema financiero. Habría presiones para devaluar, sería difícil mantener el tipo de cambio a 8.75 colones por dólar.
En El Salvador la dolarización nunca funcionó como en Argentina donde los primeros cinco años de tener la caja de convertibilidad, creció hasta 7 por ciento, y en El Salvador tuvimos los niveles, en el primer quinquenio, de la tasa de crecimiento más baja en los últimos 60 años, excepto durante el conflicto armado. La dolarización nunca trajo beneficios.
Al principio cayeron las tasas de interés, de los préstamos por vivienda, por ejemplo.
Es cierto, las tasas de interés cayeron con la dolarización, pero habían caído antes de la dolarización. El año previo cayeron 4 puntos. La dolarización coincidió con una fase expansiva de la política monetaria de Estados Unidos lo que hizo que las tasas de interés cayeran con un nivel histórico en 50 años. La disminución de las tasas de interés, que ya habían caído 4 puntos cayeron otros cinco puntos, más tres por la política de la Reserva Federal y dos por la dolarización.
¿Estamos condenados a la dolarización?
Paradójicamente la desdolarización se debe hacer cuando la economía esté mejor, con altas tasas de crecimiento,. Pero cuando la economía está bien la gente no quiere.
EL ROL DEL GOBIERNO
Con toda la crisis el gobierno está cumpliendo su rol para sanear la economía nacional?
Se está trabajando en dos vías, para que la dolarización sea sostenible: una es reactivar el crecimiento económico, si El Salvador no logra tasas económicas más altas la dolarización se hace insostenible. Esa es la hoja de ruta. En diez años hemos crecido dos por ciento. El otro eje es sanear las políticas públicas. La dolarización se diseñó mal y comenzó y sigue mal porque no se sanearon las finanzas públicas y eso es lo que está haciendo el Ministerio de Hacienda. Estableciendo los equilibrios. Las dos cosas son difíciles porque eso se debió hacer antes de la dolarización, porque es más difícil hacerlo ya con la dolarización en marcha.
¿Cuáles han sido los obstáculos?
Con la reactivación económica, uno de los obstáculos importantísimos es la falta de acceso a los créditos por parte de los entes productivos y para remover ese obstáculo se está diseñando la nueva banca de fomento o desarrollo. En la parte fiscal el obstáculo es el problema de cómo aumentar los ingresos y reducir los gastos, y es problema porque todos coinciden en que hay que pagar más, pero que los paguen otros.
¿Por eso Funes dijo que había girado instrucciones al Ministerio de Hacienda para ver de qué manera se crea un impuesto al gran capital para la seguridad?
Tiene que ver con la seguridad, con el modelo exitoso de Álvaro Uribe (ex presidente de Colombia). Pues es un impuesto al patrimonio, porque quienes más tienen más pierden por la inseguridad. El que tiene más, tiene más que perder. La empresa privada está gastando más en seguridad, en seguros, en seguridad privada, en el pago de extorsiones. Pero en la medida que se le transfieran fondos al gobierno van a poder reducir esos gastos e invertir en otros aspectos.
¿Pero y el temor del efecto cascada? Se le pone un impuesto al capitalista y éste se desquita con el consumidor.
El empresario siempre tratará de trasladar esos costos al que le consume, pero en una economía globalizada eso es más difícil porque habrá otros empresarios que venderán más barato los mismos productos. Al final saldría perdiendo. No existe posibilidad de que se pongan de acuerdo todos.
APORTE DE EMPRESARIOS
¿Los empresarios salvadoreños están dando su aporte? Uno escucha a las gremiales y se quejan.
La actitud de los empresarios es esa. Ellos critican cualquier cosa que plantea el gobierno. Ha habido una actitud de colaboración de algunos. Las gremiales no pueden demostrar con hechos que el gobierno ha violentado el estado de derecho.
¿No será algo mediático de los empresarios? Individualmente le están apostando a la inversión.
La actitud constructiva de algunos empresarios es buena, como Roberto Murray Meza, que no puede estar de acuerdo con el gobierno, pero tiene claridad de que hay que invertir por el país a largo plazo. Demuestran actitud constructiva y visionaria. Funes se va en 2014 y viene un nuevo gobierno que puede ser de izquierda o de derecha.
Usted, como economista ¿qué soluciones daría en este momento?
Pediría sabiduría a Dios para encontrar soluciones. Pediría que cada quien se sacrifique y que no vean sus intereses. Creo que es un problema de falta de visión y solidaridad y eso se manifiesta cuando todos quieren que sea el otro el que pague más. Quieren que se dé subsidio y que se les devuelva más, quieren que se reduzca el gasto público, pero no dicen qué.
¿Es correcto el rumbo que lleva el gobierno central?
Yo creo que sí, pero no solo depende de la hoja de ruta del gobierno; si hay un sector privado que está boicoteando el rumbo no se va a lograr, como le pasó a Lula con su primer periodo de gestión. O como le pasó a la concertación chilena con Patricio Aylwin. En Brasil duró más y en Chile pronto los empresarios su sumaron al esfuerzo. En El Salvador los empresarios no quieren todavía.
¿Hay boicot del empresariado salvadoreño?
Yo creo que no, hay una desconfianza, pese a que el gobierno ha dado muestras de querer hacer las cosas bien, probablemente por esa desconfianza no están haciendo las inversiones que en otros gobiernos harían.
¿Es una desconfianza real o ideológica?
La desconfianza del empresariado hacia el gobierno es ideológica. Ellos no pueden demostrar que haya una base distinta para la desconfianza.
Acaban de plantear que el gobierno importará medicamentos sobrepasando los niveles legales
Eso es competencia. En el país tenemos los medicamentos más caros, los fertilizantes más caros. Ellos siempre van a saltar, pero eso es lo que se debe de hacer.
¿Hay empresarios que individualmente le están apostando?
El empresariado no es un ente monolítico, pero la cúpula más representativa como la ANEP mantiene una confrontación y crítica. El gobierno necesita de una crítica, pero que sea constructiva. El Salvador siempre ha tenido una economía de privilegios. Uno de los problemas es una tradición de uso patrimonialista y clientelista del estado. Se han fomentado negocios particulares y no una economía de mercado. Las políticas públicas no estaban orientadas socialmente, sino a favorecer las economías particulares. Eso lo decía un experto chileno traído por FUSADES hace cinco años. Antes se llamaba por teléfono a los ministro para pedir favores para eliminación de aranceles. Eso se acabó.
RUMBO
Con esto de los subsidios ¿cree que el gobierno va por el camino correcto?
La teoría económica es clara cuando dice que el subsidio tiene que ser focalizado. En el caso de quien puede pagar la electricidad o el gas que lo pague al costo real, pero hay que subsidiar a quien no puede. ¿Qué necesidad tengo yo, si puedo pagar, de que el gobierno me subsidie el agua potable, el gas? Parte de la estrategia de saneamiento es revisar todos los subsidios, por ejemplo lo que está haciendo ANDA, donde hay residencias que pagan $2.29 y hay quienes tienen que compran a dólar la barrilada de agua.
El saneamiento de las finanzas pasa por revisar los niveles de corrupción en el gobierno, por ejemplo es común ver en los colegios carros nacionales recogiendo a alumnos. Un año y medio no es suficiente para terminar con esto.
Por supuesto. Es un proceso que está ejecutando la Subsecretaría de Transparencia. La rendición de cuentas de las instituciones va avanzando. Es un proceso gradual de toma de conciencia. La división de poderes no puede imponerle a otros órganos el saneamiento de finanzas en este sentido, debe de ser la presión de la gente.
¿Qué ha generado que el presidente Funes no cumpla algunas promesas, como la fábrica de empleos?
Las promesas de campaña no se han podido cumplir desde el primer día. En la fábrica de empleos ya se está aterrizando, por ejemplo, con el programa PATI (Programa de Apoyo Temporal a los Ingresos) del Banco Mundial; está diseñado para generar empleo en los sectores más vulnerables, y resolver el programa de seguridad ciudadana. A medida que avanza el gobierno se irá cumpliendo.
IMPUESTOS
¿En este momento vale la pena crear impuestos?
Lo ideal es que no haya impuestos, pero el mundo real obliga a cobrar impuestos. Uno debe vigilar que esos impuestos se usen para el bienestar o para lo que fueron cobrados.
¿Se ve el panorama de incrementar el IVA?
No es una propuesta del gobierno, en todo caso tendría que salir del Consejo Económico y Social, donde están representados todos los sectores. Ahí está el gobierno, pero también todos los demás sectores.
¿Entonces no se descarta esa posibilidad?
El gobierno ha dicho: "Discutamos en el seno del Consejo Económico y Social el país que queremos, cuánto cuesta, qué está dispuesto a pagar y cómo".
¿El GOES es parte de ese Consejo y puede impulsar esa medida?
El gobierno está consciente de que el impuesto del IVA es regresivo, pero es impopular política y socialmente. Ahora, si en el seno del Consejo se llegara a negociar un paquete de reformas fiscales, ya es otro caso.
Funes acaba de vetar la reforma de declaración patrimonial.
Es un mecanismo de fiscalización que se utiliza en todos los países desarrollados para determinar la renta posible. Si yo tengo una residencia, con piscina y varias casas, propiedades, etc., y resulta que mis ingresos son cien dólares mensuales, entonces surge la duda de cómo es que tiene todo ese patrimonio. Chequea que la declaración de renta sea consistente con el patrimonio. Por ejemplo, el caso del diputado Roberto Silva fue detectado porque llegaba a la Asamblea con un Maserati de medio millón de dólares.
¿Los empresarios no tendrían por qué oponerse?
Algunos siempre dicen que tienen pérdidas y siempre piden devoluciones. Uno se pregunta cómo es posible que con ese nivel de vida que llevan declaren ingresos de 500 dólares. Por eso es que el paquete de reformas contempla la declaración patrimonial, por lo que no tiene que pagar nada, solo es para saber la renta presunta.
¿Ellos justifican que esos datos pueden llegar a la delincuencia?
Los delincuentes no le “caen” a las personas por su declaración patrimonial, sino por el tren de vida que ellos conocen.
El titular del MOP ha contemplado la posibilidad de subirle a la gasolina.
El gobierno no quiere incrementar impuestos. Justamente porque se ha acordado que sea en el seno del Consejo Económico y Social donde se discutan y decidan.
FORTALEZAS Y DEBILIDADES
¿Cuáles son las fortalezas de la economía salvadoreña?
Las bajas tasa de inflación, no necesariamente logradas por la dolarización, lo cual es medio mentira y medio verdad . Para conseguir inflación baja no se necesita estar dolarizado. Otra fortaleza es que se tienen tasas de interés más bajas a nivel de Centroamérica, aunque cuando las tasas se nivelan a la tasa de inflación son casi igual a las guatemaltecas y ellos no están dolarizados. Podemos estar con colones y con tasas de interés bajas e inflación baja. Otra fortaleza es su gente.
¿Decir "su gente" no es retórica?
No, eso lo reconoce la gente a nivel internacional. Lo que el salvadoreño hace lo hace bien. Los empresarios salvadoreños que han descollado son de los mejores de Centroamérica. Tienen un talento en bruto.
En oriente la gente no quiere trabajar en la zafra, en la recolección del café.
Sí, pero eso es un comportamiento racional. Si a mí me envían $300 ¿por qué voy a ir a sacrificarme? Pero esta misma persona se va a Estados Unidos y allá trabaja hasta tres turnos.
¿Y cuáles con las debilidades de la economía nacional?
Un problema es el desequilibrio fiscal que se ha acumulado, desequilibrios comerciales, un consumismo de bienes importados.
¿Con este consumismo tienen relación las remesas?
Se ha creado un círculo perverso. El Salvador no exporta, exporta gente que envía remesas con las cuales compramos bienes de consumo, no maquinaria o equipo productivo. No producimos, solo compramos cosas.
La relación comercial de El Salvador es casi de déficit comercial con todos los países.
No , hay cinco países con los que tenemos superávit. Con República Dominicana, Honduras, Nicaragua, Alemania y otro país- En esto nos parecemos a Estados Unidos, porque ese país con todos los países tiene déficit y solo el 8 por ciento es una relación de superávit.
¿Cómo le gustaría que recuerden a Carlos Acevedo al final de su gestión?
Que digan que hice lo que tenía que hacer.
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