Los suizos son más prósperos porque nadie allá se pone a vender en las aceras porque le da la gana, nadie bloquea calles sin que la policía de inmediato lo detenga
03 de Noviembre. Tomado de El Diario de Hoy.
Defendiendo a los vendedores ambulantes, un transeúnte entrevistado dijo que "tenían derecho al trabajo", como posiblemente piensa que hay un derecho a profanar la Catedral, a bloquear calles y para que todo el mundo haga lo que le venga en gana.
Pero disentimos de esa postura, pues los derechos de uno terminan donde comienzan los de otros. Nadie está facultado para transgredir las normativas municipales, ocupar espacios públicos, estorbar la entrada a negocios que dan sobre una acera o incumplir regulaciones sanitarias, comerciales, fiscales o pertinentes al comercio en general.
Gracias a los desalojos que ha venido realizando el alcalde Quijano, San Salvador está recuperando el orden, hay más limpieza y está renaciendo la actividad que tuvo hasta hace tres décadas. Poco a poco están quedando atrás los años del desparpajo, del emporcamiento de paredes y del general deterioro de nuestra capital. Cruzar en pocos minutos el centro de la ciudad es ahora posible, lo que no sólo reduce los costos del transporte tanto público como privado, sino que al tiempo que se perdía en los atascos puede dársele un mejor uso. Hay una menor contaminación, menor gasto de combustible, menor deterioro de los vehículos.
En su mayoría la gente "aquí y en la China" trabaja, pero meterle empeño a lo que se hace y pasar muchas horas haciéndolo, no necesariamente va a producir los resultados que se desean. Hay individuos y países que son más eficientes que otros, o por decirlo de otra manera, que con igual o menor esfuerzo producen más, ganan más, viven mejor.
Ley y orden son las fábricas de empleo
Yendo de un extremo a otro, podemos preguntar por qué los suizos son más prósperos que los salvadoreños o los congoleses. La respuesta la dio hace un tiempo un estudio del Banco Mundial: la diferencia se encuentra en la solidez de las instituciones públicas, la seguridad jurídica, el orden imperante, la obediencia a principios y normas.
Los suizos son más prósperos porque nadie allá se pone a vender en las aceras porque le da la gana, nadie bloquea calles sin que la policía de inmediato lo detenga, no hay jueces que retuerzan las leyes para liberar a descuartizadores y porque todos defienden y se esfuerzan por perfeccionar la democracia como orden político de vida.
El orden, la obediencia a la ley, actuar con los pies en la tierra y cuidar la convivencia pacífica de todos los sectores, es el elemento esencial para que el esfuerzo de cada uno se integre al del resto, formando cadenas de producción e intercambio que son mucho más productivas que al haber hostilidad o anarquía. No puede funcionar bien una ciudad si hay vendedores estorbando la entrada a negocios u obstaculizando el tráfico de peatones.
Por más vueltas que se quiera dar al asunto --y siempre hay quienes defienden lo indefendible--, las aceras fueron hechas para que los peatones caminen, no para vender discos pirateados o verduras.
De igual forma, la vía pública es para que circulen vehículos, pero mal lo harán si hay cuadras y cuadras donde apenas se deja libre lugar para un automotor o se taponea del todo.
Una ciudad organizada, limpia y tranquila genera más empleo, muchísimo más, que otra donde cualquiera ocupa las aceras y en la que nadie obedece reglas. Esas son las verdaderas fábricas de empleo…
elsalvador.com :.: No hay derecho al desorden ni a profanar templos
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